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Poesía fragante

Por: David McKirdy
Traductor: León Blanco

 

Si nuestro medio ambiente nos forma como personas, entonces el lugar en el que vivimos debe también informar nuestros esfuerzos creativos y moldearnos como poetas, esto sin duda ha sido el caso con mi propia escritura. Hong Kong es frecuentemente vista y presentada como la arquetípica ciudad asiática moderna, con su vernáculo impulso arquitectónico, que es el material típico para el documental, diario de viaje e infomercial. Como el libro de Italo Calvino "Las ciudades invisibles", Hong Kong es un lugar diferente para diferentes grupos demográficos e incluso para diferentes individuos dentro de estos mismos grupos.

Mi Hong Kong es la ciudad de la historia, la mitología y la magia y escribo estas palabras desde la cima de la “Montaña del Ganso Volador”, uno de los nueve dragones del cual el distrito Kowloon deriva su nombre. La mía es una ciudad de cantos de pájaros, cigarras y móviles de bambú, antiguas aldeas abandonadas sobre la montaña y una historia debajo de cada piedra. En medio de la metrópolis encontramos santuarios ocultos envueltos en incienso, adivinos, boticarios, acupunturistas y viejas brujas bajo los puentes elevados de autopistas, que por un precio bajo vencen efigies de papel de sus enemigos con un zapato de madera.

El nombre Hong Kong, o “Heung Gong"en el dialecto local de los cantoneses, significa Puerto Fragante, pero no es lo que mucha gente cree, que se refiere al dulce aroma de la brisa del mar, ya que en la práctica Hong Kong siempre ha olido a pescado seco y pasta de camarones, que cuelga en el mismo aire opresivo y húmedo de muchos puertos comerciales del Lejano Oriente. Durante los últimos 100 años o más, ha olido a carbón quemado y diesel de los incontables barcos y pequeñas embarcaciones que pasan por el puerto, así como al penetrante hedor de las aguas residuales descargadas en varios puntos en el mar. Los recién llegados a Hong Kong serían atacados por el olor en el aeropuerto ahora cerrado, Kai Tak, en el corazón de la ciudad y después de preguntar a través de pañuelos y dientes apretados, ¿cuál era el olor? serían informados por "veteranos”, ¡ese es el olor del dinero! "El nombre Hong Kong en realidad se deriva de su comercio histórico de incienso y lo "fragante" en el nombre se refiere a la madera de agar y los bosques de sándalo que fueron cosechados para suministrar incienso y varitas de incienso en toda China con fines de devoción. Hace varios cientos de años, el comercio fue extinguido de la noche a la mañana por un edicto del emperador para despejar toda la tierra a 25 millas del mar y así privar a un señor pirata disidente de cualquier alimento y apoyo debido a su oposición al emperador. Los árboles fueron talados y las personas dispersadas sólo para regresar después de una ausencia de 50 años. La historia y las leyendas de estas personas todavía salpican el paisaje a través de nombres de lugares como ' Yau Ma Tei' - Petróleo y campos de mijo, ahora hormigón de gran altura. 'Sham Shui Po' – Muelle de Agua Profunda, a kilómetros del mar. 'Hung Hom' – Rojo acantilado, tan plano como una llanura y ' Yau Yat Chuen ' – Una Aldea Más, un concepto poético bucólico en medio del denso paisaje urbano. Tomada de un poema muy querido por el poeta de la dinastía Sung Lu Yu, aquí está la última estrofa en traducción:

Donde colinas y arroyos terminan
parece que no hay camino más allá
en medio de oscuros sauces
y flores brillantes
una aldea más.

El tiempo viaja más rápido en Hong Kong que en cualquier otro lugar, y una ausencia de pocos meses puede resultar en un retorno a un paisaje físico donde edificios de espejos reflejados llenos de tiendas de descuento y ventas al menudeo ha sustituido a las unidades industriales en decadencia con tiendas de té, barberías y ferreterías que anteriormente ocuparon el espacio. El camino de acceso puede ser ahora una autopista de cuatro carriles a pocos metros de la entrada original. Esta siempre ha sido una característica de la vida en Hong Kong y he visto la desaparición de muchas calles y edificios, pero tal vez más trágicamente la desaparición de los escribas de la calle, conductores de calesita, las mujeres con pies vendados, afiladores de cuchillos y herbolarios itinerantes, vendedores de los últimos ungüentos. Gran parte de mi obra ha sido un intento de preservar algunas de estas imágenes para la posteridad.

El paisaje lingüístico es otra fuente de inspiración poética, con mis pronunciaciones, malas traducciones y malos usos, todo añadiendo riqueza a la emulsión. Contribuciones desde el cantones, inglés, mandarín, portugués, ruso, hindi, nepalí y tagalo, añaden todos algo a la mezcla, con  nombres de lugares, alimentos y objetos físicos a menudo transliterados en palabras que no significan nada en cualquiera de estos idiomas, pero que están firmemente incorporadas en esa mezcla única de Honk Kong vernacular conocida como Yi Yuen, el nombre de la famosa bebida distintiva de Hong Kong, hecha de té y café. Yi Yuen significa literalmente pato en mandarín y es una referencia al hecho de que el macho y la hembra se ven completamente diferentes, por lo tanto esto se ha convertido en sinónimo de dos cosas diferentes pero complementarias - Hong Kong en una cáscara de nuez.

Aunque Hong Kong es 98 por ciento chino, es una ciudad de inmigrantes y a través de las guerras mundiales, revoluciones y diásporas coloniales, le dio la bienvenida a personas de todas partes de China y de todo el mundo. Pocas personas, familias o comunidades están atrincheradas desde hace más de una o dos generaciones, y muchos mantienen afinidades culturales, lingüísticas, de clan y culinarias, relacionadas con sus orígenes históricos. En tal mezcla este chico de Escocia ha encontrado un nuevo hogar que inspira y provoca en igual medida. Me siento bendecido por ser capaz de observar mi ciudad de adopción, con un conocimiento desde adentro, pero con los ojos del forastero, para llamarlo mi hogar.

Publicado en mayo 8 de 2014.

Última actualización: 23/11/2022