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Ji Di Ma Jia (China, 1961)

Ji Di Ma Jia (China, 1961)

Poemas inéditos para PROMETEO

Atardecer

Impresión de la piel de una nación

En esta tierra de la montaña Liangshan
Déjennos a los hombres montar en los caballos salvajes
Déjennos cantar de todo corazón
Cuando nuestro negro cabello
Se convierte en la hermosa luz del sol
Cuando nuestro negro cabello
Reunido por el viento
En un embrollado y agitado color dorado
En este momento nuestro ardiente sueño
En este momento nuestro alborotado sueño
Volará sobre este libre cielo
En este lugar donde hay casas de tejas y madera
Cuando desnudamos nuestro cuerpo fuerte
De pie en la cima de la alta montaña
Moviendo levemente nuestro brazo bronceado
El atardecer sobre nuestra espalda flotando

En esta tierra de la montaña Liangshan
Dejen a nuestras mujeres reir de verdad
Déjenles cantar y bailar
Cuando sus pechos
Se inflan bajo el sol
Cuando sus hijos duermen bajo la sombra del árbol
Absorbiendo la frescura de la tierra
En este momento su dulce sueño
En este momento su amoroso sueño
Volará sobre este cielo amistoso
En este lugar donde hay casas de tejas y madera
Cuando ellas sacan sus opulentos pechos
Bajando su frente bronceada con profundo amor
A lactar a su propio hijo
El atardecer se queda como dormido

Mi canto

Mi canto
Es una pequeña nota
Del coro del río Yangtsé y el río Amarillo
Mi canto
Es viento amoroso
Es lluvia cariñosa
Es un pájaro cantor
De la colina de mi pueblo natal
Es la más profunda nostalgia
Manifestada a la tierra que me crió

Mi canto
Es un bello pájaro de amor
Que sobrevuela montañas y llanuras
Mi canto
Es una lágrima risueña

Es una marea de noviazgo
Es un río negro
Del lejano horizonte

Es un ramo de flores recién florecidas
A mi antigua nación ofrecidas

Copa de garra de águila

No se sabe cuándo, esa águila murió, los Yi hicieron una copa con su garra.

Te pongo en los labios
Percibo lo sangriento del águila
Siento el respirar del águila
Te pongo en las orejas
Oigo el crujir del viento
Oigo el cantar de la nube
Te pongo en la almohada
Sueño ver el libre cielo
Sueño ver las alas volando

Deseo

Cuando nacen los niños de los Yi, su madre
los baña con el agua pura del río.

Un día cuando yo esté muriendo
Hacia la montaña pisando la sombra del sol poniente
Ah, madre, ¿dónde estarás?
Aunque te llame con voz lacteada
Tampoco habrá respuesta tuya.
Sólo en el atardecer
En el lugar de tu cremación
Puedo observar su silueta vibrante

En este momento
Déjame caminar hacia ti
Ah, madre, mi madre
Tú no eres viento tibio
Tú no eres suave lluvia
Tan sólo eres un verde prado callado
Entonces déjame cantar desnudo
Una canción antigua

Ah, madre, mi madre
Por mí no necesitas gemir con la boca
Si este es el momento de amor
Los rocíos de la noche caerán silenciosos
En este mundo infinito
En esta sociedad humana con frío y calor
Mi piel tiene el brillo del sol
Mis ojos tienen el color de la selva
Pero tú has visto
Mi cuerpo que
Gracias a tí
Había sido el más limpio
Por la vileza también fue tallado

Ah, madre, mi madre
¿De verdad te veré pronto?
Entonces por tu hijo
Dame un baño sagrado
Deja que mi limpio, limpio cuerpo
duerma eternamente en tu seno

A los indios

«El calendario solar de 18 meses» de la cultura Maya y «el calendario solar de 10 meses» de la nacionalidad Yi son considerados como dos tesoros de ambos lados del hemisferio de la historia cultural del mundo.

Esta noche, la pradera está muy silenciosa
El viento se quedó dormido en la colina
La constelación antártica de La Cruz
Revela muchos secretos
Sólo en la sangre humana
Se canta una antigua canción
En este momento me acuerdo de ustedes
Indígenas de Suramérica
Me acuerdo de que un sol eterno
Se convirtió en una palma de la madre
En los 18 meses del año
Acaricia la cara bronceada del hijo
Me acuerdo de las libres tribus de la pradera
Los hombres valientes como águilas
Las mujeres cariñosas como agua
Entonces el árbol anciano de Suramérica
Eleva la leyenda como estrella
Antigua nación
Hijo del sol
Gracias a tí, América
Se ve tan misteriosa
Me acuerdo de los ríos de la tierra
Todos tan antiguos
La brillante cultura Maya
Un milenario río de la civilización humana
Proviene del antiguo diluvio
Hasta hoy todavía tan majestuoso
La nación interminable
Hijo de la tradición
Gracias a tí, la humanidad
Puede ver su propio pasado
El mismo de la infancia

Esta noche, la pradera está silenciosa
El viento se quedó dormido en la colina
Sólo dentro de la sangre humana
Se canta una antigua canción
En este momento me acuerdo de los indios
Me acuerdo de mis queridos hermanos
En este momento en que el mundo está gobernado por el silencio
Oigo palabras cariñosas pronunciadas
Dentro de mi alma
Porque en el Oriente
Porque en China
Hay una antigua nación
Ellos tienen un pasado tan brillante como el de ustedes
Había un eterno sol
Igualmente convertido en una palma de la madre
Acaricia sus hijos
Acaricia la cara bronceada
Porque en el Oriente
Porque en China
Hay un joven de la nacionalidad Yi
Que nunca ha visto a los indios
Pero los ama profundamente
Y este amor es muy profundo...

Ji Di Ma Jia es un poeta contemporáneo de la etnia Yi de China. Su pueblo natal se encuentra en el Distrito Autónomo de la Etnia Yi de Liangshan, en el sudoeste de China. Es jefe de redacción de la revista Literaturas Nacionales. Ha publicado: Cantos de recien enamorados, Sueño de un Yi, El sol de Roma, Selección de poemas de Ji Di Ma Jia (en el idioma de los Yi). Varios de sus libros han sido traducidos al inglés, francés, japonés, italiano y a otros idiomas.

Última actualización: 28/06/2018