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Poemas de Humberto Ak´abal

A la izquierda, el poeta de la etnia Maya K´iche Humberto Ak’abal, a la derecha la poeta chilena Cecilia Vicuña
Archivo Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Humberto Ak’abal

Y nadie nos ve
La llama de nuestra sangre arde,
inapagable
a pesar del viento de los siglos.

Callados,
canto ahogado,
miseria con alma,
tristeza acorralada.

¡Ay, quiero llorar a gritos!

Las tierras que nos dejan
son las laderas,
las pendientes,
los aguaceros poco a poco las lavan
y las arrastran a las planadas
que ya no son de nosotros.

Aquí estamos
parados a la orilla de los caminos
con la mirada rota por una lágrima...

Y nadie nos ve.

*

 

 

Libertad Sanates, zopes y palomas
se paran sobre catedrales
y palacios
tan igual como sobre piedras,
árboles y corrales...

y se cagan sobre ellos
con toda la libertad de quien sabe
que dios y la justicia
se llevan en el alma.

 

 

El mecapal Para
nosotros
los indios

el cielo termina
donde comienza
el mecapal.

 

 

Ganas de llorar El pueblo estaba lleno
de espantos.

Ahora no se ven
por ningún lado
ni se habla ya de ellos.

Hay ratos que
me dan ganas de llorar
porque yo los conocí;
me enseñaron el miedo.

 

 

Raíces No sé que extraña flor
es mi corazón.

Echa raíces
de la tarde a la mañana,
en cada despedida
hay que arrancarlo

y cómo duele.

 

 

Pluma encendida Mientras la pluma
se mantenga encendida

las palabras del poeta
deben arder sobre la hoja

hasta que el lector
quede ciego.


Humberto Ak´abal (1952-2019, Momostenango, Guatemala). Publicó, entre otros, los libros de poesía El Animalero -galardonado con el Quetzal de Oro APG, por la Asociación de Periodistas Guatemaltecos- (1990), Guardián de la Caída de Agua (1993), Jaguar (1994), Hojas del Arbol Pajarero (1995) y Breve Antología (1995); Lluvia de luna en la cipresalada y Las Palabras Crecen. También publicó los libros de cuentos Grito en la sombra y De este lado del puente. Su obra fue traducida al francés, alemán e inglés. 

Última actualización: 17/11/2021