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Catalina González (Colombia)

Fotografía tomada de Literal Magazine

Por: Catalina González

 

Duelo

Mientras en la cajita mecánica
se debaten el segundero y el minutero,
persigo mi destino.

Voy de la cama a la almohada,
de la almohada al olvido.

¿Quién,
con su puño imbatible,
matará la puntual monotonía,
el afán de espera?

Cristal

La imagen se repite
como una pesadilla infantil.

El cuerpo de la juventud
reflejado en habitaciones
donde los espejos cubren las paredes
y el miedo se confunde con la inocencia.

Aprendimos el juego del deseo
hasta la vergüenza,
hasta quedarnos sin cuerpo
ni espejo.

Desierto

De la infancia
el sonido del mataculín,
el miedo a resbalar
y la afición por el vértigo.
"Los deseos como piedras que caen".

¿Cuántos mundos he perdido?

En el sueño de encontrar en el espejismo
un cactus sin espinas,
de querer sin herirse,
hallo un espejo en la habitación del frente

pero está vacío.

 


Catalina González Restrepo nació en Medellín, en 1976. Licenciada en Español y Literatura de la Universidad de Antioquia. Actualmente reside en Bogotá, donde se desempeña como editora. Ha publicado Afán de fuga, 2002 y Seis cancioncillas (de agua salada) y otros poemas, 2005. Sus poemas han aparecido en revistas y antologías nacionales y extranjeras y han sido traducidos al francés. Salvo raras ocasiones, el libro de un joven autor permite un interés más allá del que corresponde a un oficio que se inicia con entusiasmo, tanteos y equivocadas seguridades acerca de algo que, por su misma naturaleza, excede cualquier pretensión. Es apenas natural que así sea. Escribir supone transformar una ilusión en sabiduría, y ésta, para materializarse, lleva una vida. Una verdad de a puño que, sin embargo, no puede aplicarse a Afán de fuga, un libro deslumbrante, escrito por quien, además de juventud, muestra familiaridad y trato exquisito con la Musa. Sobre Afán de Fuga, expresó el poeta antioqueño Elkin Restrepo: «Al abrir este libro, el lector puede tener la seguridad de encontrar todo aquello que la verdadera poesía ofrece: belleza, emoción, un particular sentido de la vida. Quien lo escribió, como los verdaderos poetas, no ignora que la poesía habla de un alma a otra, y que en este comercio vale más estar desnudo. De sí misma, es decir, de todos, habla Catalina González en estos poemas. Que al hacerlo nos hechice, no se puede tomar como un trivial misterio.»

Última actualización: 05/11/2021