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Francisco De Asís Fernández (Nicaragua)

Por: Francisco De Asís Fernández

ILUMINACIONES

¿Quiénes habitan mis sueños?
¿Qué mares? ¿Qué riberas?
¿Se entremezclan a mi edad los sueños
con los desperdicios de la memoria?
¿Quiénes habitan esos subterráneos húmedos,
las brumas densas, las nubes y calles fangosas,
los bosques sombríos, mi niñez como un Stradivarius
entre un violentísimo huracán que no cesa de azotar?
Se me sueltan caballos desbocados en los aguaceros
y con la misma fuerza las dudas terribles
sobre el amor que me tuvieron.
En una iluminación oigo a mi abuela María Luisa
hablando mal de mi padre
y oigo el llanto secreto de mi madre,
en otra veo a un niño rogándole a una muchacha de la servidumbre
para que se desnude los pechos,
en otra veo a mi Comadre Mercedes y a la Aidita
cambiándome la pijama y las sábanas en la madrugada
cuando me hacía pipí en la cama,
y en una oscuridad oigo crepitar la imaginación de un niño
en el cuarto de chunches y juguetes viejos.
Como si fueran voces de una poesía de madera
devorada por el comején.
¿En estas cavernas yace el corazón que tuve en mi niñez?
Fueron un hogar íntimo inmenso con protecciones y desamparos.
Estos muebles emanan olores encerrados y mohos antiguos.
Aquí está la armazón en donde coloqué la tela de mi cielo.
Me acuesto en mi cama antigua de bronce y nácar,
abro los roperos como se abrían los brazos de mi abuela Blanca Berta
y el viento silba y la lluvia cae fuerte
entre las filas de heliotropos y las murallas de los árboles.
Veo mi niñez enmudecida y radiante
que me dice que toda verdad está en los sueños y en las fantasías
y en la simplicidad rústica de los místicos.
Gracias a mi niñez oigo las voces de los pájaros,
en mis manos no se marchita la belleza,
no me entume el veneno de las serpientes
y las tigras sensuales arrullan mis sueños.

Granada 20 Dic. 2005

ILUMINACIONES II

Cuando los sueños nuevos perecen
y aún una rosa abierta se mece frente a tu puerta
con la fuerza de una imagen primordial,
pienso que la rosa tuvo una mejor vida que la mía.

La rosa es frágil como mis emociones
y a mi el amor y la agonía me dieron la verdad de su boca,
alegrías perversas en los ojos y júbilos del desorden.

(Mi vida a cambio de un instante de la vida de una rosa).

Yo quiero exhumar mis rosas rojas y los largos inviernos
llenos de mujeres con vestidos de tirantes con aberturas en las piernas que llegan donde quise
vellos ligeros para posar la palma de mi mano,
hombros, brazos y pechos descubiertos
con piernas que se extendieron desnudas
hasta el rosado animal indómito de su entrepierna.

Todas ellas están en mis manantiales subterráneos
y para verlas hay que creer en las hadas
y creer en el poder sin culpas y el amor sin dudas
y en la locura de querer hermanar la sensatez con los sentimientos.

La caligrafía de la memoria se parece a la esgrima:
pone apariciones, roba imágenes y toca el corazón.
Para encontrar las iluminaciones
hay que destrozar la realidad y arrebatarse la memoria,
hay que ponerse el traje de fatiga del impulso y el instinto
y entender que a esta edad todo mundo disfraza sus olores.
Hay que saber descansar en los brazos del Dragón
antes de que se marchiten las rosas.
Para encontrar las iluminaciones en los manantiales subterráneos
hay que convertirse en la presa y en el predador

Granada, 1 de febrero 2006

 

ESTA MUJER

¿Quiénes ha sido esta mujer
que ahora reconozco mía desde siempre?
Todas sus vidas anteriores me pertenecieron
y ahora me ama con la furia animal
del mar solitario.
Ostentosa y vulgar me abrió su corazón como un lirio;
extraña y misteriosa me habla en éxtasis
y sus palabras tienen poder de profecías.
Su belleza y su crueldad
la transformaron en una rosa del infierno
y el mundo debajo de su piel
es recóndito e infernal.
Ella invoca la espiritualidad desde las llamas.
En la profundidad secreta de sus fantasías
están el azufre y el magma subyugados por la música
y los cadáveres de sus amantes en otras reencarnaciones.
Sus sueños son primitivos
y amanece con la sangre del jabalí en su boca.
Ella asesina la belleza para ser impar en el mundo.
Se somete al martirio de la pasión
para redimir las impurezas
y su hechizo jamás se sacia.

Es una animala entera en todas las formas feroces
y el solo sonido de su nombre
me devasta como una despiadada exigencia.
Ella despierta las infinitas riquezas
que tienen los vándalos de mi alma.
Con ella padezco la libertad del espíritu
y la servidumbre del cuerpo.
Cuando me hace el amor y me desaliña,
cuando como un géiser me broto dentro de ella
y todo yo soy un fluido inmemorial,
su cuerpo arroja música
como un volcán en acordes primitivos
y yo soy su acústica y su ladera
por donde ella desliza los torrentes de su perversidad.

Su fortaleza humana se apoya únicamente en el instinto
y arde como un puñado de astillas.
Es una amapola azul y un ave asustada.
Yo puedo oler lilas y sus malvas en su pelo,
en su cabeza de intuiciones, viento y desiertos.
Es una ninfa de la calle, un corazón codicioso,
un incendio espiritual, una vagabunda triste,
y el miedo de perderla me puede convertir en asesino.

Granada, 8 de Diciembre de 2006

 


Francisco de Asís Fernández nació en Granada, Nicaragua, el 3 de mayo de 1945. Ha publicado los libros de poemas, A Principio de Cuentas, 1968; La Sangre Constante, 1974; En el cambio de Estaciones, 1982; Pasión de la Memoria, 1986; Friso de la Poesía, El Amor y la Muerte, 1997; Árbol de la Vida, 1998; Celebración de la Inocencia, Poesía Reunida, 2001; Espejo del artista, 2004. Presidente de la Junta Directiva del Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua. Miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Sobre su obra han escrito ensayos y artículos diferentes escritores de prestigio tanto foráneos como nicaragüenses, entre estos últimos, Gioconda Belli, Fernando Silva, Nicasio Urbina y Julio Valle Castillo. Al inicio de su discurso de ingreso a la Academia Nicaragüense de la Lengua, expresó: “…La palabra es de la boca a la libertad. Por eso los que trabajan con la palabra trabajan la Libertad, los que trabajan con la palabra hacen criaturas verbales que tienen vida eterna. Por eso los que trabajan con la palabra son prisioneros de una Pasión en su Vida que sólo busca la libertad. Viven con libertad bajo palabra y para cumplir con la palabra sometida a la libertad. Y su mundo esta hecho de palabras. El mundo de la palabra es el más sólido de los mundos. Todo el Universo mundo depende de las palabras. Esta Babel que compartimos tiene sus cimientos en la palabra. Y los conceptos corresponden a las palabras y adquieren sus significados por las palabras. La Historia del Hombre es la Historia de la palabra. La Historia de la Libertad es la Historia de la palabra. La Historia del origen de las especies, la Historia de las guerras, la Historia de la comprensión y de la incomprensión, la Historia del amor y del desamor, la Historia del Firmamento y del Romance de la Vía Láctea se hizo con palabras y con el sistema del lenguaje, con el Sistema Universal de las palabras. Y también La Poesía esta hecha con palabras, y la Historia del hombre en la vida terrestre está hecha con palabras. Los poetas queremos transformar el mundo y cambiar la vida, y sólo dormimos en nidos de papel y en ellos separamos y mezclamos la virtud y la perversión del ser humano, lo racional y lo irracional, lo intuitivo y lo intelectual, lo espiritual y lo corporal, lo Apolíneo y lo Dionisiaco, el lenguaje y lo que queremos expresar, las pesadillas y los sueños, la plenitud  y la abstinencia, las ficciones y el borrador de vida que vivimos, las obsesiones y el drama, el algo y la nada, las coincidencias y el destino, el humor y la lástima, lo insólito y el vacío y la mudez, dos seres idénticos contemplándose: uno que viene de la fantasía de la literatura y el otro que viene de la realidad, lo obvio y lo enigmático, la imagen y el contenido, ideas, sueños y pensamientos, la perversión y la perversidad, los modelos de vida que construimos en la niñez y los estropicios del alma, la paz de un solo salvaje y el gran teatro del mundo…”   

Última actualización: 20/10/2021