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Iryna Vikyrchak, Ucrania

Por: Iryna Vikyrchak
Traductor: León Blanco

PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 88-89. Julio de 2011.

EL CIELO

Dondequiera que vayas,
el cielo estará contigo.
Dondequiera que te ocultes,
será tu último escondite.
Pase lo que pase,
el cielo estará contigo.
Puedes dejar la orilla y
tomar el camino del mar.
Puedes dejar el mar y
volar por las grandes alturas,
el cielo estará contigo.
Así que entre todos los mapas
estudia el mapa del cielo,
sus tamborileos que respiran,
los movimientos de su diafragma–
ardiente y redondo.

Toma al cielo de la mano.
Estás en su correa
hecha de invisibles impulsos.
Es tu último techo con
bombillas de luz eterna en él.
Toma al cielo de la mano
y nunca te abandonará.
Él dicta el tiempo y
lo divide en día y noche.
Dicen, hay un paraíso arriba en el cielo,
pero ese no es el punto.

 

*

 

Estuve allí
Contigo
Cuando mis manos temblaban
Estaba allí
A tu lado
Besaba tus labios
Permanecía hombro a hombro contigo
Sobre el Puente Mirabeau
Reíamos con humor negro
Sobre las calles de Chernivtsi
Leche negra bebía contigo
Al desayuno y a la cena
Y grité
Toda la noche
¡Paul! ¡Paul!
Ahora hago eco desde el fondo
De tu alma
Permanecía contigo sobre el Puente Mirabeau
Gritaba y perdía mi voz
Perdía mis manos
Mi cabello
Mi mente…
Con tu corazón
Estuve allí
Permanecía hombro a hombro sobre el Puente Mirabeau
Podía sentir el sudor en las palmas y el
Latido del corazón
Vi el último latido…
Pero permanezco.
Mi nombre es Poesía.

 

 

HUSOS HORARIOS

 

Mañana al atardecer
Será tu mañana
Para viajar a través de los Husos Horarios
Para encontrarnos
En medio de mi crepúsculo y tu amanecer
Para atrapar el tacto
En la punta de los dedos
Vía telefónica.

 

*

 

Mi cerebro
Se burla de mí-
Haciéndome girar
Sobre mi carrusel
Aburrida
Cansada
Calcinada bajo el sol
Macerada en canela
Remojada en cidra
Sazonada en azafrán
Diluida hasta el polvo
Agujereada por una lanza
En un andamio de Marte
Aún así toda tuya.

 

*

 

Él vino,
haciendo dispersar a todos.
Una chica con perfume de lilas,
se puso una linda gorra rosada.
Él transcurrió
para retornar al útero de su madre,
a las profundidades de la tierra.
Él fue la lluvia de verano.

 

*

 

¿Quién se ocupa de la grandeza
Cuándo todo alrededor está empapado en el patetismo?
Tal es la naturaleza de nuestra mentalidad,
Originándose desde el mosaico del caos.
No es mi responsabilidad
Que las cosas sean tan evanescentes,
Y que tus ojos tengan una habilidad penetrante,
siempre tan iridiscentes.
No vale la pena reemplazar la seudorealidad
Con crisantemos, ocres o caobas.
Las hazañas de los genios son para la posteridad,
En una solitaria mañana de Octubre.
Los días pasan, atrapados en laberintos.
¿Tiempo suspendiéndose?  En vano.
Sobre letras de periódicos en blanco y negro
Las sombras tocan jazz en escala menor.

 

*

 

Blanca nieve cae sobre negras trenzas de cabello,
Creando un duro contraste entre los dos añejos colores.
Los copos de nieve son lágrimas congeladas,
Traídas por las nubes desde lejanas tierras.
Cada pequeña gota contiene su propia historia trágica,
Una guerra, una calamidad…
Aterrizando en una cálida palma, los copos de nieve pintan
Un cuadro modernista…  Cuán silencioso es…
El viento trae el aullido de alguien desde la nada.
Mantenlos en tu oración, ¡no seas duro de corazón!
¡Todos somos humanos!
El agua continúa goteando desde el cielo…

 

 

LA CIUDAD

 

Gimiendo, los pájaros se dirigen al sur,
No saben para que están aquí.
Sumida en ruido y mugre,
La ciudad está atiborrada, harta y cansada…
La vida, como en una columna de periódico,
Sólo viene en tres colores: negro, blanco, y gris…
Todo lo que ves es senderos, caminos y autopistas de asfalto,
Pero lo único que necesitas es sólo un pequeño sueño, un ensueño.
Asfixiándose en polvo, la ciudad trata de atrapar una bocanada de aire fresco
Y agujerea el cielo con sus tejados puntiagudos.
Un amargo, astringente aroma de ajenjo se extiende por doquier.
Me agota. Me aburre. Me hace querer respirar.

 

 

EN ESTADO DE MOVIMIENTO

 

Búscame en algún lugar allí –
En autos, trenes, y aviones,
En buses y taxis aleatorios,
En calles de niebla y vías de paso.
Búscame en todas partes.
En parques, jardines públicos y callejones,
Sobre terrazas de café helado.
Entre amigos, conocidos y desconocidos,
Pero no en las playas, no en Saint-Tropez.
Búscame en algún lugar allí –
En Chernivtsi, Viena, o Praga,
En sus resbaladizas calles de piedra.
Ellas están vivas, detenidas eternamente en el momento del éxtasis.
Esta pequeña y sinuosa callejuela te conducirá a mi casa,
¿O es sólo la ilusión de un hogar?
En realidad, esta Calle es un espectro.
Ha espantado a generaciones por siglos.
Así que vivo en algún lugar allí, en el aire,
Sobre las ramas de los árboles y las antenas.
Respiro con la niebla lechosa,
En primavera y en otoño, durante todo el día.
Búscame en algún lugar allí.
Estoy en constante estado de movimiento, estoy en el camino.
Mi travesía no tiene itinerario ni destino,
Búscame en Chernivtsi, Viena, o Praga.
Búscame en algún lugar allí.

*

 

Raspas en mis adentros
Con las puntas agudas
De un blanco cubo de yeso
Tan innegable. Inextricable.
Recuerdo un cubo como este
De las clases de arte--
El que montamos
Con víveres y una jarra
para una naturaleza muerta
lápices restallaron
sobre papel, sobre caballetes,
cada quien con su estilo.
Ahora estoy vacía
Como aquel salón--
Nada para ver sino muros
caballetes
nada para escuchar sino silbos
y chirridos.
Porque me raspas desde adentro,
Porque vives en mi coraza
y cede sólo un poco
cada vez
que una de tus afiladas esquinas
da un golpecito en la parte blanda y femenina
que permanece en mis entrañas.
Uno más—y me derramaré
en fragmentos
destrozada por tu reproche
solos permanecerán mis ojos
a través de ellos
Me tejeré otro yo.

*

 

Y el viento
Arremolina hojas muertas a través de la puerta
hojas de nogal
con un toque de amarguras
marchitas
para sostener las emociones
de la gente que se detuvo a conversar
bajo el viejo canopy del árbol
solo un día antes
ayer
el año pasado
en el ultimo milenio
(hace diez o veinte años)
gris gastado y delgado
por los pecados
cometidos a la sombra del árbol
pero perdonados
pues qué son las hojas amputadas
si no la penitencia
por cada año
no vivido en vano
otros diez o veinte
y tú te marchitarás
viejo nogal
por cada penitencia y hoja
y por revivir tú mismo
cada primavera
y alguien más
estudiará tu cuerpo,
aserrado por la mitad
y se maravillará y contará
los círculos y buscará la razón
detrás de su número
olvidando
o quizá sin haberlo sabido nunca
que cada árbol
es el hogar de un alma viviente

 

 

CALLE CON CHARCOS

 

Árboles pierden las hojas,
Las cabezas—su cabello,
En ambos casos porque la luz es escasa
Y las vitaminas—escasean.
Y somos lo mismo--
Escondiéndonos detrás de oscuros lentes
para evitar mirar a los ojos
de los mendigos.
Y cuando llueve
Y los pies se humedecen
conductores impacientes
disparan agua de charco
a viejas damas con paquetes
justo allí sobre el paso peatonal.

 

*

 

Resisto
como cualquier otro invierno
apretando por igual puños y dientes.
Dibujo panoramas en los pliegues
De palabras congeladas.
Luego,
cuando la nieve sepulta los caminos,
cuando la tierra medio-desnuda
se esconde bajo sus cobijas
Soy—y resisto.

*

 

Cuando desapareces,
te desvaneces en la rutina,
te hundes en el diario devenir,
Yo lloro en mi sueño.
Cuando te mezclas a la niebla,
te vuelves uno con ella,
tomando mi corazón,
no tengo hogar.

Y lloro en mi sueño
y no puedo despertar.
Y de repente los fantasmas
Se tornan rocío sobre la hierba.

 

*

 

Me he quedado sola
conmigo misma
mis pensamientos
temores
el último trozo de conversación
que escuché
lanzado casualmente
sobre mi hombro
de salida
con recuerdos
notas mentales
adivinaciones
el último roce de palmas
que parecía sólo
el azar
tu olor aspiré a escondidas
y respiré
no más

 

 

JAZZ VERBAL

 

Entre los dedos de Keiko Matsui hace los sonidos resonar
fuera de la ventana el rumor de la lluvia
una lluvia como de mayo, fresca y sin domar
Colgaste por primera vez
Hoy
Yo aún tenía cosas que decir
me froté pestañina por el rostro
y escuché la lluvia porque 
que podía ser más importante
que el susurro de algo vivo
contra algo muerto
mientras el tiempo sigue su curso
su corriente lava los atolones de mi océano
y la lluvia que nunca le pide permiso a Mayo
barre las pequeñas flores del castaño
hasta llegar a los umbrales del cielo
Creo haber llorado por el dolor
Y tú simplemente colgaste el teléfono
ni una palabra del cielo.

 

 

UN DÍA AMARILLO

 

Alguien quema las hojas del año pasado
inundando con humo los suburbios
estamos perdidos al borde de la ciudad
un milagro bajo nuestros abrigos.

Te recité a Shakespeare,
No te conmoviste hasta las lágrimas por los sonetos.
Besaste mi cabello y mi piel,
sucumbiste a las tensas mallas.

Me siento en silencio; nos detuvimos—los poemas
no fueron los que hicieron que nuestras cabezas nadaran
--era primavera. Súbita y cálida.
Amarilla. Y el roce de tus labios.

 

*

Tengo fiebre
febrilmente—¿de qué otro modo?—
Me siento al piano
toco Chopin
luego Glinka
la misma cosa
desde que sea un nocturno
desde que pueda tocar
atrapar—ojos bien cerrados—
visiones de carne débil.
Y cuando sobrepase los cien
--lo que puedo advertir sin ayuda
del termómetro
me inclinaré con fuerza 
sobre el último acorde menor—
Podría morir aquí mismo, ¿por qué no?
Corazón en acorde con lo definitivo
de las notas
pero después recordé
que eres un hombre
por el que vale la pena vivir
y—gripa olvidada—
empezaba otro nocturno.
El alma siempre está abierta
a notas nuevas, no sonadas.

 

*

 

Cada otoño
Compro un nuevo bolso manos  libres
pero de alguna manera
los contenidos siguen siendo los mismos:
Pañuelos de septiembre,
notas arrugadas,
una libreta de direcciones ajada,
un lapicero rojo de profesora,
el celular
mi billetera verde
gruesa de aire delgado,
garabatos en un sobre como un mapa del tesoro,
un poquito de tristeza,
unos cuantos chistes,
un tarro de conservas de recuerdos,
un libro en latín,
pensamientos en cirílico,
un impermeable de bolsillo
pintado de amapolas.
Como siempre—un desorden,
típico
de todo lo que contiene
un alma de mujer.
No sé qué hacer con mis manos.
Es otoño.


Iryna Vikyrchak nació en Ucrania en 1988. Poeta. Fue directora ejecutiva de Meridian Czernowitz, festival internacional de poesía que se lleva a cabo en la ciudad de Chernivtsi, en el oeste de Ucrania. La segunda edición de este festival se realizó en septiembre de 2011 y contará con la participación de poetas de Ucrania, Austria, Francia, Alemania, Israel, Polonia, Rumania y Suiza. En su poema En estado de movimiento nos dice: “Búscame en todas partes./En parques, jardines públicos y callejones,/Sobre terrazas de café helado./Entre amigos, conocidos y desconocidos,/Pero no en las playas, no en Saint-Tropez./Búscame en algún lugar allí –/En Chernivtsi, Viena, o Praga,/En sus resbaladizas calles de piedra./Ellas están vivas, detenidas eternamente en el momento del éxtasis./Esta pequeña y sinuosa callejuela te conducirá a mi casa, ¿O es sólo la ilusión de un hogar?

Última actualización: 06/12/2021