stext1= Jorge Luis Madrazo (Argentina,1931) Por lo cual blancas cigüeñas blancas vuelan anhelantes más de seis kilómetros (abren el piquito bebénse todo el aire) vuelan las cigüeñas desde austria al sahara y agonizan de a miles de a millones y es por ello que los suaves austríacos quienes a mozart arrojaron a la fosa común han ideado (para las cigüeñas) reservas o santuarios de ecológica concentración tras férreas alambradas junto a dulce casitas de hojaldre Les tijeretean once plumas y ellas no consiguen ya volar hasta pasados cuatro años cuando estén otra vez prontas al vía crusis Ah la blanca cigüeña blanca tan igualita (salvo el detalle de las plumas) a este bosnio cadavérico pegado al alambre asechando la cámara sus rígidos terribles ojos fijos en el campo de exterminio a sólo pasos de una casita de hojaldre cuyas ventanas humean pánico y muerte en Zarajevo ....... Atristaban la acera (ardorosa serpiente del platanal) al transitarle esa sombría confusión de muertos Ah muertecitos turbinquietos por nuestra tantísima tardanza (¿ya ?) Improvisamente viéramos (sobre el glauco Aire) lloviznar una pálida ventriloquía espectral : aquellas las sus voces confesando : "ardennos (todavía) verdores del aromo revividas lujurias del otoño sobre esta acera de Tiempo palpitante". ....... Instintivo furor carmesí: viajero de la inocencia más naufraga de una antigüa memoria efervesciendo oscuras torrentadas sin orillas. Y fluyen ellas hasta tus chacales ateridos. Y (como cada noche) cootie williams (su trompeta) te obligará a bailar la síncopa de una falda rasgada (el silipsismo inútil de un truncado amor). Ya la garza real desamparó tus ojos almendrados el destello que otro tiempo estallara como un rayo azul Hoy: extínguense los últimos oros del otoño y un furor carmesí te acorrala (sin tregua) Y son tus hijos (siempre) esa culpa imposible Y tus muertos: la agenda llameante cuyos teléfonos suenan bajo el polvo. ....... Sobre el antepecho el barandal abalconado de la ventana en ésta tu caverna de deseos /perennes has aposentado las macetas las plantas (En Venezuela matas o maticas) el malvón la athea rósea la loca malva real florecida en ribazos del /Tigris y las erógenas florecillas escotadas y aquellas amieladas hojas palmunervios diluviando vellosos festones Otros puripétalos atigran tu balcón o barandal: Tal el liliáceo laurel /alejandrino -pátinas verdioscuras empalidecidas en el envés frutos o bayas ovoidales farmacopea que enlaurela un espeso aire azul donde la mal llamada "mala madre" engarza (bajo el hirviente sol de otoño) los hijos-brotes expulsándolos del útero central (clorofílica lección: una planta que otorga tal radiante libertad a su prole) y allí en el barandal abalconado te sentiras prescindible mientras cantan las maticas sus endechas bilabiales y lucha en el viento y bástanse a sí mismas Ramifican copulan atardecen Jorge Luis Madrazo. Ha publicado: Orden del día (1966), La tierrita (1974), Espejos y destierros (1982), Blues de muerte-vida (1984), Cuerpo textual (1987) y Cantiga del otro.