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Susan Kiguli (Uganda, 1969)

Susan Kiguli (Uganda, 1969)

Tus ojos

En cuanto tocamos el Aeropuerto de Harare
Tu voz llega nítida
Yo te recuerdo entregando todo lo tuyo
Diciendo después
"Tú serás mis ojos".

Me aferro calladamente a tus palabras
Inquiriéndome si mis ojos
Aunque llenos de colegio
pueden alguna vez ser como los tuyos madre!

¿Puede un pequeño diccionario
Reemplazar una enciclopedia?
Recuerdo tu risa
Ante las historias
Sobre ciudades Británicas
Y el pequeño pobre
Agitando un magazín ante mi
Un extranjero
Gritando " 'yude al sin 'ogar"
Tu observación sobre cuan grandes se hacen
los ojos en los viajes.

Tú que posees un discurso profundo
Sobre cada experiencia
¿Cómo puedo ser yo tus ojos?

Me preguntaste
Si acaso aterrizar
Es la misma experiencia
Que despertar a una viuda?

¿ "Produce la viudez
Presión en los oídos
Hace subir los intestinos
Del abdomen a la boca" ?

La risa te sacudía
Y dijiste
"Bueno, la viudez es teatral"

¿Cómo puedo conocer el teatro?
Yo que nunca he alimentado
Catorce Hambrientos ojos
Con dos peces y cinco panes.
Nunca he peleado con un líder de clan

Por voluntad de un hombre muerto!

Apenas estoy aprendiendo
A fragmentar las cortinas
Y a perforar el silencio.

¿Cómo puedo ser tus ojos?

Manos embrujadoras

Para Kelwin Sole

Las manos que no pueden ser estrechadas a través de los océanos
Desaparecen en gris agua que a veces es
Compartida entre un blanco alegre por engranajes móviles.
El agua encuentra besos y parte esparciendo
Distantes cielos.
Las manos flotan sobre la superficie deslizándose
Una sobre la otra para mantener distancia y cercanía
Prodigiosas.

Palmas húmedas de agua de entrecruzadas líneas sufrientes
Que en su intensidad han escondido tragedias.
Las partículas de agua revelan únicamente sus propios espejos
Escondidas en capas amotinadas que guardan oscuras llaves
Del vapor que envolvía el cielo entre la intriga
Del misterio. Espejos que han conocido la depravación
Y visto individuos partir el pan, humedecerlo en vino
Y tragar grandes trozos con los ojos muy abiertos.
Espejos que han visto zuecos
Forzar a Lázaro a doblarse
Por temor de que barra migajas
Con su lengua seca.

Conmoción

Me conmocionan las barricadas
Erigidas para que el mundo pueda continuar
Sin ti!
Los escritos están de nuevo
Sobre nuestros muros
Babilonia se viene abajo
Pero en su lugar Asiria construye
Una nueva llaga
Un dolor diferente desciende sobre nosotros
Un fresco latido comienza en nuestros cuerpos
Continuo como una sirena
Pero no podemos descifrar
Su causa o su curación.

La nueva cría

Esta nueva cría de pitón
No es sagrada
Aferra el nervio de nuestro ser
Engullendo con gula
Disfruta el espectáculo de nuestro trastorno.

Esta nueva cría no se enrosca
Una larga siesta de un mes
Cuidando su satisfacción
Dejando que las hojas del pasto
Crezcan a través de su cuerpo
Hasta que las enzimas absorban
Su presa.

No, ésta hiere persistentemente
Millares de víctimas
Haciendo que los poblados se envuelvan
Ellos mismos en vacío.

Ahora, miramos entre
La boca de un nuevo pitón
Con distintos hábitos de acecho
Este no es un juego de risa
No podemos tolerar
En el placer de la especulación

O teorías inflexibles del abrazo.

No, este es el tiempo
Para vigilar las puertas
Para hacer que ruja el tambor
Para recordarnos
Que los enemigos deben ser nombrados
Este es el tiempo de ver
La cara del enemigo
Y saber cómo cuidarse.

Traducciones de Rafael Patiño

Susan Kiguli nació en Uganda. Escribe poesía desde la secundaria. Estudió Literatura en la Universidad de Makerere en su país natal. Su libro African Saga, que contiene 74 poemas, recibió un importante premio en 1999 y le ha dado renombre en su país y en el exterior. Sus poemas han sido considerados una respuesta lírica y positiva a la situación. Poesía como el milagro de la cotidianidad. Ha sido jurado del Commonwealth Writer's Prize. Ha leído sus poemas ante auditorios en Uganda, Ghana, Zimbabwe, Sudáfrica, Kenia, Gran Bretaña y Alemania.

Última actualización: 28/06/2018