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1° Encuentro Mundial de Poesía de los Pueblos Indígenas

El poeta náhuatl Natalio Hernández en la ceremonia de clausura. © Foto Francisco Segura May

Para la confraternidad del mundo

 

Tlatelolco, México, 22 de octubre de 2016
jornada.unam.mx

 

 

La poesía es, para los pueblos indígenas del mundo, la palabra que ilumina e inspira hacia el encuentro de la belleza, hacia la concordia entre los seres humanos, hacia la armonía con la Madre Tierra.

Ante el fracaso del proyecto racionalista, ante la ausencia de los dioses desterrados por la producción en serie y la alienación; ante los grades desiertos que avanzan en la condición humana y en la tierra; el ser humano busca el refugio allí donde todavía es posible lo sagrado: la poesía, esa potencia que logra unirnos, en un tiempo maniqueo y truculento, signado por la simulación, el fetichismo de la mercancía, las permanentes amenazas a la vida y devastación de la Tierra.

En el marco del Primer Encuentro Mundial de Poesía de los Pueblos Indígenas: Voces de Colores para la madre Tierra, los representantes de los pueblos indígenas de Europa, Asia, Oceanía, África y América, desde el espacio del Templo Sagrado de la Ciudad de México, hemos tejido, desde nuestras lenguas nativas, la Palabra florida, alrededor del gran dolor que origina la intolerancia y la injusticia rumbo a la gran esperanza de un mundo mejor, manifestamos que:

Invocamos a la inteligencia y al corazón de los gobiernos nórdicos para respetar la sacralidad de los territorios del pueblo originario Sami. Elevamos un canto pluralde solidaridad con los refugiados sirios en Europa; un clamor por el fin de la guerra en Siria; una plegaria por el entendimiento para el acuerdo definitivo de la paz en Colombia; un canto de respeto a la Madre Tierra para detener el oleoducto del Proyecto Dakota Acces que destruye las reservas naturales y los espacios sagrados del pueblo Sioux, en Estados Unidos; elevamos un coro de ¡Basta ya! a las políticas extractivas en los frágiles ecosistemas de Centro y Sur América y a la violación permanente de los derechos humanos en México.

Los portadores de la Palabra florida de todos los pueblos del mundo, hemos iniciado una travesía indetenible de fortalecimiento de los valores humanos con el fin, último, de lograr la confraternidad de la humanidad, superando las diferencias culturales, religiosas y políticas de todas las naciones del planeta Tierra.

Invitamos a los poetas, a los artistas y a la comunidad en general, a que converjan con nosotros en una voluntad común, para lograr la metamorfosis de todos los horrores y las heridas, en una voluntad colectiva para construir un mundo donde, por fin, gravite la paz y la participación de todos en el gozo de la existencia, en el gozo de la vida.

Publicado el 26 de octubre de 2016

Última actualización: 06/03/2019