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Escuela de Poesía en Medellín: Proyecto Gulliver

Proyecto Gulliver 2011

Los viajes de Gulliver en escuelas colombianas


Fotografía Nidia Naranjo Fotografía Nidia Naranjo


Por Javier Naranjo

Como en la entrañable novela de Jonathan Swift, Gulliver tiene hoy otras aventuras en escuelas de Medellín y en el municipio de El Retiro, Antioquia.  En febrero del presente año pudimos dar inicio a una tercera fase de este proyecto, con el auspicio de la Fundación Alta Mane, propuesta pedagógica que ya habíamos realizado con importantes resultados en los años 2006 y 2008,  con niños de Medellín.

Siete talleristas con probada experiencia son los encargados de acompañar a más de trescientos niños a soñar y a crear, a partir de diversos ejercicios de escritura, de la lectura de libros de excelente factura, y del aporte de múltiples áreas artísticas, a crear, decimos, textos e ilustraciones plenos de imaginación, como es natural que sea en la infancia, mientras no imponemos aún nuestra “correcta” interpretación de la “realidad”. Sin duda, la mirada de los niños limpia la nuestra para andar mejor el camino.

En diez comunas de Medellín y en dos escuelas rurales de el municipio de El Retiro, que han sido vulneradas por la violencia y por una secular desidia del Estado, un grupo de niños por escuela, de los estratos con menos oportunidades y condiciones dignas de vida, se celebra la visita de Gulliver, que financia la Fundación Alta Mane y que ejecuta la Corporación de Arte y Poesía Prometeo.

 

Fotografía Nidia Naranjo Fotografía Nidia Naranjo

En un salón que las instituciones facilitan, gracias al apoyo que las Secretarías de Educación de Medellín y de El Retiro brindaron, nos reunimos con niños y niñas entre los 9 y 12 años, para compartir, mediante el diálogo liberador, no sólo herramientas para el desarrollo de sus habilidades, sino la lectura, la escritura, donde se manifiestan sus sueños, dudas, temores, esperanzas y anhelos de una vida con oportunidades.

Va Gulliver a las escuelas llevando en su morral lápices, colores, pinturas, libros, títeres, música y unos hermosos cuadernos donde los niños hablan de su adentro, de sus circunstancias, del mundo que los rodea, explorando a través de distintas disciplinas artísticas en busca de una suerte de reflexión y catarsis alrededor de lo emocional, lo mental, lo espiritual, de sus relaciones con el entorno y con los demás.

Y buceando en ese pozo del imaginario y en su ensoñación (como lo expresó Bachelard), aparecen expresiones plenas de sugestivo poder, cargadas a veces de elusivo misterio y poesía.  Ah, la poesía (que en medio de tantas definiciones e indefiniciones), es –como decía Paz- un caracol donde resuena la música del mundo, un método contundente de liberación interior.

Fotografía Nidia NaranjoFotografía Nidia Naranjo

Es cierto que los niños muchas veces responden con frases manidas por el resabio de lo que ya les han dicho y “enseñado”.  Esos textos carecen de fuerza expresiva, de potencia creativa, de poesía, que también es “la salud del lenguaje”.  Son narraciones pobres donde la verdad no acompaña lo escrito, o yace enmascarada en capas dispuestas para velar la realidad del ser, porque como sabemos, aprendemos desde muy temprano a ocultarnos para no ser heridos.  “Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela”, decía Bernard Shaw.

El proyecto Gulliver apunta en diversas direcciones: estimula la lectura y la escritura entre los estudiantes. Y además de ser un apoyo de la actividad pedagógica general, se constituye en una herramienta de trabajo que enriquece la comprensión de lo leído y estimula los diferentes procesos y materias. Desarrolla también las habilidades de comunicación necesarias para la sana y tranquila convivencia.  La introspección en su imaginario hace del estudiante un ser más complejo y le amplía el espectro de la realidad, la sensibilidad y la reflexión.  Limpia los sentidos, aguza la percepción y facilita una relación más armónica con el universo que le rodea.  Establece pues, un acuerdo entre el yo y el mundo de la vida.

La visita de Gulliver en las escuelas cuestiona los procesos educativos que seguimos replicando mecánicamente en nuestras instituciones. Educación anquilosada, empobrecida de sentidos, descontextualizada de la realidad exterior e interior que vivimos.  Educación que sustenta los vicios y la influencia agobiante y criminal de los poderes de turno, cuyo fin es perpetuarse y para ello requieren esclavos, seres adormecidos alejados del necesario contacto consigo mismos, que procuraría vivacidad de pensamiento, interrogación, voluntad de cambio, libertad… poesía.

Decimos ayúdame y la palabra es libertad
Selección de textos escritos por niños


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El Proyecto Gulliver en 2011 se realiza gracias al apoyo
de la Fundación Alta Mane

 

Apoya el Proyecto Gulliver


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Instituciones Educativas vinculadas


I. E. Fe y Alegría. Barrio Santo Domingo, comuna 1. Tallerista Viviana Restrepo.          
I. E.  Mater Dei, San Joaquín. Comuna 11. Tallerista Juan Diego Tamayo.
I. E. Ramón Múnera Lopera, sección Bello Oriente, comuna 3. Tallerista Felipe Posada.                  
I. E. Javiera Londoño. Barrio Sevilla, comuna 4. Tallerista Orlanda Agudelo Mejía.  
I. E. Tricentenario, Barrio Tricentenario, comuna 6. Tallerista Marleny Mejía Jaramillo.         
I. E.  Aures, Barrio Robledo. Comuna 7. Tallerista Juan Diego Tamayo.   
I. E. Joaquín Vallejo Arbeláez, Escuela Las Golondrinas, Barrio Caicedo, Llanadas, comuna 8. Tallerista Viviana Restrepo.
I. E. Juan Cancio Restrepo, Barrio Buenos Aires, comuna 9. Tallerista Tatiana Mejía.
I. E. Benjamín Herrera, Barrio Guayabal, comuna 15. Tallerista Orlanda Agudelo Mejía.
I. E. Octavio Harry, sección Jackeline Kennedy. Barrio Belén San Bernardo, comuna 16. Tallerista Nidia Naranjo.
I. E. R. Lejos del Nido, Vereda Lejos del Nido. Municipio El Retiro. Tallerista Javier Naranjo.
I. E. R. Nacianceno Peláez, Vereda Pantanillo. Municipio El Retiro. Tallerista Javier Naranjo.

Marzo 21 de 2011

Última actualización: 04/07/2018