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Fernando Vargas Valencia (Colombia)

Por: Fernando Vargas Valencia

 

CONJURO PARA INVOCAR A BENNY


Para Benny Moré, In situ

Dame tu voz, brujo,
arrebátame del silencio
para salvarme de la lágrima
que no es ni mar ni ciénaga
en esta esquina
donde repicas la desesperación
de los muertos.
Oyá te escucha
silenciosa y combativa,
ella sonríe
porque no sufres más, Benny,
porque no contuvo tu cuerpo mortal
todo el amor de los barcos,
apenas las promesas del perdón
en tu risa de cangrejo.
Dame un bolero, brujo,
llévame por los territorios
donde las calles no llaman a sus gatos
ni este amor por la vida
se deshace en el hielo de las bocas.
Sonero,
dale el arrullo a los hijos que nunca tuve,
guíame por la espesura de Eleguá,
sé todas las Habanas juntas,
ahora que confundo
el mar con el cielo
y presumo de romerías
en el silencio de las lluvias postergadas,
en el milagro de los arcoíris de aceite,
tú que bailas entre los ciegos del muelle
y le metiste candela a los obituarios.



 

SAUDADES DEL RÍO GRANDE DE LA MAGDALENA
SAUDADE DEL CHALUPERO

Brindo a la alborada un trozo de cristal
cuando en el centro de mi chalupa
atino a encender una fogata.
Todo está oscuro justo cuando amanece
y es entonces cuando el silencio forja la paradoja
del río que es uno solo con el cielo.
Sólo los murmullos de los muertos
avientan la chalupa agujereada
hacia las imposturas del puerto en llamas.
¿Por qué naces en la muerte
boga de las procesiones inevitables?
¿Por qué la desesperanza ata a la cintura
las sogas del río marchito?
Justo cuando amanece,
la respiración agitada del último de los muertos
brilla en las aristas del agua,
como un sol que se pudre.

Tergiversaciones en torno a los documentales “Los abrazos del río” de Nicolás Rincón Guille e “Impunity” de Hollman Morris y Juan José Lozano, 2011.


 

SAUDADE DEL TAMBORERO
 

Llamo a los espíritus del agua
para que en mi pueblo haya peces y panes.
Iniciado en el sortilegio del tambor,
temo equivocarme en mis repiqueteos
y es entonces cuando lloro
el nacimiento torpe de los sonidos
que anuncian cadáveres
recién paridos por el río.
El fuego de la piragua se confunde
con el último vestigio del sol.
Sólo me queda el consuelo de tu voz,
silencio entrecortado del bullerengue
que me enseñaste a acariciar
cuando aún bebía de tus pechos amargos.
Quisiera que este tambor me resucitara,
pero si lo vuelvo a tocar,
me confundirías con un espanto.
Haz algo con tu vida,
decía mi padre cuando repicaba el tambor
y anunciaba la blancura de los pollerones
que mujeres semidesnudas lavaban en la orilla.
Morir fue mi legado, madre.
Me asesinaron porque
mi tambor anunciaba la levadura de los cangrejos,
el dilatado espectro de tu risa.
Por ello te canto al oído, madre,
y tú ahogas el llanto
como si la muerte me hubiese confundido
con un ruido lejano.

 

PAÍSES DE COLOMBIA I: CERETÉ

Cuna del viento,
la roca de los caminos
sostiene sus urdimbres
Del rumor de los ríos.
Ciudadanos de los valles:
eso somos.
Donde nacen las aguas
y el amanecer
es uno solo
con la jauría
de baquianos
y pájaros,
situamos
nuestra luz pobre,
nuestra dicción
de lo sagrado.
Hemos
sembrado
nuestra vida
y nuestra muerte
alrededor de las ciénagas.
Nuestra música
es el gemir
del agua
que se confunde
con la aspereza
de respiraciones
galopantes:
Insistimos en palpitar
cada vez que el viento
nos anuncia
la memoria
de caminos inundados.

 


PAÍSES DE COLOMBIA II: TETEYÉ

Se me ocurre
que en el sur
no hay lugar
a los minutos
de silencio.
Se me ocurre
que la música
de la selva
resume
el diálogo
de los muertos.
Las guapas
saludan a los gallos
y nos anuncian
músicas
cargadas
de futuro,
cabalgan
la fragilidad
de la resolana
con voces
que solo
descifra
la memoria.
No justifican
la muerte:
la explican.
Se me ocurre
que los muertos
hablan
desde el alma
de los árboles
y que mis abuelas
me lo revelan
a través de un canto
de pájaro.

 

OSHÚN

Si estas flores de abismo
que dibuja mi espanto
son el imperio del agua,
es porque el áspero silencio
de las lianas insondables,
anuncia la semilla
de esta música difícil
en la que se resume el respirar.
El río es la herida del tambor.
El oro del cielo
niega las asperezas
del río asmático
por el que late
la euforia del aguardiente.
Caminante que agoniza,
el río no se detiene en sus sombras
ni en el eco de sus delicados estruendos.
Respiración que se niega al silbido,
el río es mujer que boga en los pantanos,
cargada de fantasmas.
Diosa de la muerte que no cesa,
el río es la tarde que agoniza
en un canto de pájaro.
Flores encarnadas en los acantilados,
espejos del tiempo
en el río de heladas sílabas,
mis venas son también
el latigazo de los venenos,
el soplido prieto de las máquinas
y las cicatrices.
El río es la cifra de lo quebradizo:
En la orilla,
con el gesto de su pobre eternidad,
perecen las flores abismales,
las amargas rocas repujadas.


Fernando Vargas Valencia nació en Bogotá, Colombia, en 1984. Poeta y abogado especialista en Derechos Humanos de la Universidad Externado de Colombia. Máster en Sociología Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. 

Co-Fundador de la Revista Somos en la Universidad Externado de Colombia. Director de la Revista Fata Morgana. Coordinador Académico del Festival Internacional y Popular del Libro de Bogotá. Corresponsal en Colombia de la Revista Los Poetas del Cinco (Chile). En su columna “Morena Flor” de Momento, Diario de Puebla (México), reseñó varios libros de poesía latinoamericana entre 2009 y 2012. Colaborador del Periódico La Mancha (Venezuela). Incluido en antologías poéticas en Venezuela, Cuba, El Salvador, Chile, Perú, México y España. Invitado como poeta y conferencista a festivales, encuentros de escritores y ferias del libro en Brasil, Cuba, México, Venezuela, Ecuador, El Salvador, España, Nicaragua y Colombia.

Ha publicado siete libros de poesía: El Espolio, Cuentas del Alma (Magia de la Palabra: 2000, 2001), Silencio Transversal, Épica de los Desheredados (Isla Negra: 2007, 2010), Canto Abacua (Universidad Nacional de Colombia: 2012), Apesadumbrado fantasma (Caza de libros: 2013), Narcisismos Distantes (El Quirófano: 2013) y dos de ensayo: La Realización Poética de la Justicia y Memoria y reparación: elementos para una justicia transicional pro víctima (Universidad Externado: 2008; 2012).  Actualmente se encuentra en prensa el poemario “Instantáneas desde ciudades insomnes”. 

Publicado en 2014

Última actualización: 23/11/2021