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Con la armadura de la poesía

Por: Manuela Saldarriaga

 

El Festival Internacional de Poesía de Medellín fue el primer evento de carácter mundial que se realizó en la ciudad a principios de los años 90. Un cartel de narcotráfico se oponía al Estado e imponía un orden colérico; otro pensaba en un desorden pacífico: el de los versos. Fernando Rendón dirige este encuentro desde su creación y es actualmente coordinador general del Movimiento Mundial Poético, siempre con la convicción de que la poesía es una “fuerza transformadora de la conciencia y sensibilidad de los pueblos”. En esta entrevista esboza el espíritu de resistencia que parece oculto en ella.

Son más de 1.200 poetas de más de 165 países los que han venido a Medellín. Prácticamente todo el planeta ha estado aquí representado. ¿Cómo lo hacen?

Han venido muchos poetas cuyos países no tienen embajada en Colombia o en cuyos países Colombia no tiene una delegación diplomática, así que hemos abierto relaciones culturales para este país que no sé si el Ministerio de Cultura piense que sean posibles.

¿El apoyo local y el del Estado es coherente con esto?

Nosotros le hemos ayudado mucho a la ciudad y le seguimos ayudando, pero queremos que la Alcaldía de Medellín le haga justicia al presupuesto del festival, lo mismo el Estado.

Bajo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez el festival fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2009, pero él no refrendó la ley.
Este es el momento en que bajo el gobierno del presidente Santos la ayuda ha mejorado, pero todavía no está en el nivel que pide la ley patrimonial. El apoyo del municipio de Medellín es el más importante, y estamos agradecidos, pero desde hace tres administraciones es el mismo.

¿Ha aumentado la participación de mujeres en el festival desde su primera versión hasta ahora?

Sí, indudablemente. Cada vez hay más público para la poesía en Colombia y el festival demuestra cómo se puede hacer un trabajo para democratizar y popularizar el acceso a la poesía como forma de conocimiento y como experiencia. No sólo hay cada vez más mujeres, también jóvenes que escriben poesía, y cada vez hay más poetas en el mundo. Queremos que sea así porque la poesía está llamada a producir un resplandor en el mundo. Esta leyenda indigente que se llama civilización hace que el espíritu de los jóvenes y las mujeres sea cada vez más necesario.

¿El festival cumple con un propósito editorial o se convierte en una vitrina para los poetas?

No hay una política editorial hacia la poesía en Colombia. En otros países de América Latina hay una actitud mucho más respetuosa y más inteligente respecto a la necesidad de publicar libros de poesía, por ejemplo México, Argentina, Chile e incluso Venezuela, en donde hacen ediciones de un tiraje enorme para surtir las bibliotecas del país. Nosotros no tenemos una vocación editorial; nosotros editamos la revista Prometeo, pero no tenemos un presupuesto para editar de manera continuada libros de grandes poetas del mundo. Además, la distribución de libros de poesía en Colombia es infame, es muy mala. Podríamos construir una alianza editorial con una empresa que quisiera hacer una colección de libros de poesía, pero no se acerca hasta ahora ninguna editorial, entonces no se puede hacer mucho. Sin embargo, nosotros hemos dado a conocer en América Latina a grandes poetas. No veo otra institución que haya traducido a tantos poetas del mundo entero.

Ayer escuchaba con nostalgia a Juan Gregorio Regino recitar sus poetas en una lengua mazateca, que está amenazada. Desde que dirige el festival, ¿le sucede a menudo esto?

Nosotros no sólo estamos seguros de que pueden desaparecer las tierras, sino que pueden desaparecer la especie humana y la vida sobre la tierra, pero también sabemos que la poesía, como una forma superior del lenguaje y de la conciencia, es una realidad espiritual en el mundo y una instancia que puede ayudar a profundizar un estado de alerta en la humanidad por los pueblos amenazados. Estamos muy contentos de ser el festival en el mundo que más poetas indígenas ha invitado e invitará. Cerca de 40 o 50 poetas indígenas pueden haber pasado. En este momento el comité coordinador del Movimiento Poético Mundial (MPM), en Medellín, está en sesión para que se apruebe que en todos los festivales del mundo que hacen parte de éste, que son como 140, inviten a poetas indígenas. Vamos a suscribir además una declaración llamada la “Revolución poética mundial”, sobre todo para que la poesía y la vida triunfen sobre la muerte. Por ahora sentimos que en sólo tres años de existencia del MPM, que se desarrollen más de 500 lecturas de poetas en 50 países en este mes es mucho para tan poco tiempo.

Mencionó los pueblos amenazados. En la inauguración del festival aludieron en reiteradas ocasiones al tema de la liberación de Palestina. ¿Qué piensa?

Estamos, sin duda, a favor del pueblo palestino. Personalmente estoy desarrollando una campaña que es nuestra propuesta del Festival de Poesía de Medellín acogida por el MPM por un planeta libre de guerras. Hemos reunido 460 firmas de poetas de 80 países por la paz y contra la ocupación de Palestina. Han firmado poetas como Lawrence Ferlinghetti, por ejemplo. Entre los principios y los valores del MPM se cuenta, en primer lugar, sin duda, la solidaridad con los proyectos de poesía en países víctimas de la guerra y la solidaridad con los pueblos oprimidos.

Publicado en julio 23 de 2014.

Última actualización: 23/11/2022