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Odile Kennel, Alemania

27º Festival Internacional de Poesía de Medellín
Fotografía de Sara Marín

Por: Odile Kennel
Traductor: Silvana Franzetti/Teresa Delgado

 

 

 

Y entonces empiezo una vez más con la línea

 

de repente estuve ahí,
en ese lugar, fuera de
mi vida, en ese lugar no había,
si se mira con precisión, nada
significante, ningún valor nominal, ninguna
cosa, ningún nombre para la cosa.

Si hubiera golpeado, tal vez
me hubieran dejado entrar. Me falta esa luz
descolorida de marzo, quiero decir: me hace falta
escuchar el sábado al mediodía el sonido
de los vidrios en el container y por eso pensar
que no pienso en nada, necesito pensar
que un zapato es nada más que un zapato;
una heladera, una heladera
y el despertador ahí afuera
que cada día pía a la misma hora,
nada más que un despertador ahí afuera
que cada día pía a la misma hora.

Esta línea nueva que empiezo tal vez no
termina, o despega, así
como saldría corriendo un perro, sólo
porque la puerta está abierta.

                   (traducción del aleman: Silvana Franzetti)
                   En: Periodico de Poesia No. 85 / Diciembre 2015 - Enero 2016

 

Pensar salvia

pienso salvia cuando miro
salvia, pienso verde grisáceo hojas de terciopelo
por parejas opuestas, labiadas
amargas y aromáticas o no pienso nada
ni salvia ni plantas tampoco aroma
porque por puro pensamiento la salvia
prende bien en la ventana, sin embargo
se echa a perder en la cabeza, entonces para mí
la salvia no existe, aun así existe
para sí y no sabe cómo se llama
y no sabe de su existencia
es posible que no sepa absolutamente nada.

 

En vos pienso cuando no
pienso salvia, no pienso que
los vencejos dormitan
en las esferas más altas del aire
mientras estamos despiertas al lado de la ventana
en vos pienso mientras el aroma amargo
y a especia en tu existencia
y en la mía viene de donde el aroma mismo no sabe
y así surge un desequilibrio
existencial en la luz de la tarde
porque sabemos, sabemos con precisión
que el tiempoesnada más que una taza
que se tira hacia el cielo o aceite etéreo o
un dispositivo de aislamiento, es posible

                   traducción del aleman: Silvana Franzetti
                   En: Periodico de Poesia No. 85 / Diciembre 2015 - Enero 2016


 

Remedio contra el tamaño exagerado del cielo

el ruido lejano de un avión
en la calima, a mediodía, crea
distancia donde ni siquiera
había espacio. Familiar, pienso
sentada en el banco del patio
de repente lo sé: vivo.

Puedo decir: allá arriba
no estoy yo, promesa
de permanencia, de alas
fricción del aire o algo similar
en otra parte. Por ejemplo una
a quien no conozco, sentada en un banco
del patio y que piensa
en marcharse, o en estar aquí, en otra
sentada en un banco de un patio, a quien
no conoce, que piensa en otra.

Es sólo un ejemplo. Algo así
como las capas del cielo
que se harían visibles en líneas.
Tal vez una radio también sirviera.
Pero una radio está demasiado cerca
de la tierra, y nunca se puede saber
cuándo va a parar de sonar.

(Ya lo sé:
la división en cielo y tierra
no es la manera correcta
de entender el Todo.)

Alguien tiene que medir
el cielo, cuando al final del estío
los vencejos se vayan a esferas sureñas.
¿Quién soportaría el silencio,
soportaría ser un residuo flotante?
                           
(con Wisława Szymborksa)

                   Traducción: Teresa Delgado
                   En: La Revista Áurea num. 5 Madrid 2013

 

Plano de ordenación local del desarraigo

 

 

                   si me preguntáis que dónde está mi “Patria”,
                   yo os pregunto: ¿Cuándo?
                   Martin Kippenberger

 

Me llevo cada día un par
de ojos distintos a la calle, la ciudad
lo agradece con constelaciones siempre
nuevas en la relación
entre  línea y sentido, envía
imágenes de alta resolución
para mi cartografía
del extravío: las dudas
sobre tiempo y espacio las marco
a escala con banderitas
en el plano de ordenación local
del desarraigo, calculo a partir de ahí
los parámetros de la ecuación
del deslinde territorial, el resultado es:

 

1°  aumenta con el tiempo el valor
de mi colección de pares de ojos

2° la costumbre no me deja ningún
espacio, sino a las cosas

3° en la fórmula para la palabra con la P mayúscula
la única constante es No-

                   Traducción:
                   En: La Revista Áurea num. 5 Madrid 2013

 


Odile Kennel nació en Bühl, Alemania, en 1967, de padres franco-alemanes, se especializó en estudios culturales, y también estudió ciencias políticas en Tübingen, Berlín y Lisboa, y administración cultural en Bucarest y Dijon. Vive en Berlín. Escribe poesía y novelas, traduce poesía (del francés, portugués, inglés, español) y libros para niños. Ha recibido varias becas por su obra y fue nominada al premio Alfred-Döblin en 2015. En 2013 recibió el segundo premio de poesía de Múnich. Sus poemas fueron traducidos al portugués, inglés, francés, búlgaro, esloveno y noruego. Publica también en revistas y antologías, traduce poesía para varios festivales como el festival de poesía de Berlín Latinale, el festival Stadtsprachen.

Publicaciones: oder wie heißt diese interplanetare Luft. Poemas. dtv 2013; Was Ida sagt. Novela. dtv 2011; Wimpernflug – eine atemlose Erzählung. Narración. Edition Ebersbach 2000.

Traduciones de poesia (del portugués, español, francés): Érica Zíngano: Ich weiß nicht warum. hochroth 2013; Ricardo Domeneck: Körper: Ein Handbuch. Verlagshaus J.Frank 2013.; Angélica Freitas: Rilke Shake. Luxbooks 2011; Damaris Calderón: Sprache und Scharfrichter. Parasitenpresse 2011; Jean Portante: Die Arbeit des Schattens. Editions PHI 2005.

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Publicado el 10 de abril de 2017

Última actualización: 04/01/2022