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Lina Trujillo (Colombia)

Por: Lina Trujillo

 


Julio 8-15, 2017

 

POETAS INVITADOS

 

 

La poesía y la sanación de heridas del conflicto armado

 

 

Fotografía de Jhon Cadena

 

Especial para Prometeo

Los colombianos estamos pasando por un momento histórico después de décadas de soportar la guerra que ha enlutado al país, el nuevo acuerdo de paz y sus implicaciones revela viejas y nuevas preocupaciones sociales, entre las cuales figuran la protección y reparación de las víctimas y la implementación de una justicia restaurativa del tejido social, reconocer el violento legado de nuestro país y los efectos físicos, emocionales, económicos y mentales que ha dejado la guerra y afrontar la destrucción no solo material sino simbólica de las poblaciones vulneradas para iniciar, en el posconflicto, el camino a la restauración el tejido social (ley 1448 de 2011, artículo 187), para construir convivencia y relaciones de confianza en diferentes segmentos de la sociedad.

La búsqueda de la paz en Colombia se remonta al siglo XX y primeras décadas del XXI, pero la histórica intolerancia de los mismos colombianos y sus intereses sociales, políticos e ideológicos han motivado el fraccionamiento de la sociedad, y esto es lo que precisamente, ha generado procesos de ocasiones pasadas, hayan terminado por ser nula o medianamente satisfactorios.

Surge entonces de la duda, de la incertidumbre y desconfianza, una de esas  grandes preocupaciones sociales actuales y es la construcción y sostenibilidad de la paz, el saber si  esta realmente será  duradera después de tantos procesos y cómo se podría garantizar la estabilidad de ésta. La respuesta a estas inquietudes es buscar maneras para transformar el capital social, generando acciones que impacten a todos los sectores de la sociedad y lograr una reconciliación, la cual es el tránsito que debe suceder para llegar a buenos términos.

Debemos entender, para considerar sus implicaciones, lo que significa la reconciliación. Reconciliar, es un verbo que a su vez es etimológicamente del latín “reconciliare”, que entre sus significados tiene: “recuperar” (Bland, B. 2003;36, El conflicto después del conflicto: la política de reconciliación en Irlanda del norte), también  “acción y efecto de bendecir un lugar sagrado por haber sido violado”; “acción y efecto de confesarse de algunas culpas” (Entrada “reconciliación” en DRAE). Esta palabra tiene entonces, un sentido espiritual, en este caso la recuperación del tejido social y el regreso a lo sagrado, aquello que alguna vez nos unió, el mito, la palabra mística, la poesía que desde tiempos remotos unió a grandes comunidades, se puede hablar de poetas que entre muchos como Pindaro, Lucrecio, Virgilio, Homero, que con sus palabras conmovieron  al mundo. Y más que ser poeta, éste podría decirse que es un estudioso de los fenómenos, que usa la palabra, elemento de gran poder, para transformarse a sí mismo y motivar el diálogo entre experiencias individuales, la valoración del otro y su contexto, y comprendernos como  agentes de cambio para reunir a una sociedad que crece cada vez más en tamaño, tiene esperanzas de paz, pero al tener una débil cohesión, se aleja en lugar de acercarse.

Para generar sostenibilidad y enfatizar en la reconstrucción social para lograr la paz estable y duradera, se necesita la intervención creadora y transformadora de la poesía. La poesía constituye al hombre y lo dota de aquel reconocimiento de lo trascendental, permite adoptar ante los hechos del mundo, visión y recuperación, aprendizaje colectivo y personal, y termina por ser, en cualquier caso, un puente hacia la liberación, catarsis, un ejercicio de verdad, de confesión y de reconciliación consigo mismo y con la sociedad.

Las formas de victimización del conflicto armado colombiano son un mundo, pues hablamos de todo tipo de afectaciones, todos los actores armados, todos los territorios diversos en población y comunidades y una atmósfera de enfrentamientos. La renovación de la esperanza para todas las víctimas está fundamentada en la comprensión profunda de los significados que tiene la guerra para cada persona, sus versiones expresadas o sentimientos que de ella se despiertan para estudiar el rol de cada individuo y su interacción con el entorno.

La intervención psicosocial para lograr la reconciliación entre partes es posible gracias a la creatividad que brinda la poesía, la conciencia a la que da paso el espíritu creador del lenguaje y la palabra que faculta a sociedades e individuos para encontrar nuevas soluciones a viejos problemas (Turriago,D. Los procesos de paz en Colombia, ¿camino a la reconciliación)  y nuevos retos que proponen los tiempos, los cambios mentales y las creencias.

El poema puede convertirse en una forma de narrativa histórica, de recopilación y análisis sobre la memoria, la no omisión de las degradaciones de la violencia, la reflexión sobre ello y el alivio del miedo y la ansiedad provocados por hechos violentos. La poesía constituye un medio para romper el silencio que genera la proliferación de la guerra, la palabra poética destruye aquello que desune al hombre y se enmarca en palabra sagrada, palabra que de cierto modo, bendice, siendo una forma íntima de expresión humana, una forma de mostrar sentimientos, emociones honestas, de devolver el pensamiento mítico.

El poeta es consciente del misterio de su existencia y de la conexión espiritual que puede surgir de la experiencia de la adversidad, el alcance creador y transformador de la poesía incide directamente en el pensamiento y en el ser. El poeta, además, maneja el lenguaje y lo transforma, en ese proceso, transforma y crea mundos, objetos, situaciones,  trasciende cualquier cuestión del mundo tangible y viaja profundamente a su humanidad al reconocerse, humanidad que se debe devolver a los actores del conflicto y que permite la compasión y la reconciliación.

En el poema salen a flote intimidades, secretos que eran incluso ocultos para sí mismo, escribir poesía no es entonces la escritura de lo considerado culturalmente aceptable, bonito, rítmico, sino que es una inmersión del poeta en su propio pensamiento y experiencia para sanarse a sí mismo, y al ser escuchado, puede generar aquel proceso en los demás y motivar, en este escenario de tránsito, a caminar hacia la transformación de los conflictos en  paz sustentable y sostenible, mostrar que existen puntos de equilibrio por fuera de la guerra, la recuperación posible y la conservación de la memoria para garantizar la no repetición.

La construcción de paz implica aceptar y dignificar al otro, esto es producto de la suma de una cantidad de verdades, la aceptación de las culpas por parte de victimarios y el cumplimiento de la justicia que las víctimas del conflicto y los mismos actores esperan para reconciliarse, sobrellevar esta situación hace parte de un proyecto colectivo que requiere de la poesía para lograr la sanación de heridas, el reconocimiento y la participación ciudadana que cohesiona alrededor del valor de la palabra, la transición de los actos violentos a una vida en paz supone a su vez, la transición de un  lenguaje a otro, del uso de ciertas palabras a otras, la palabra es en sí indicador de transformación y esta vez necesitamos un diálogo honesto entre todos, que es lo único que podría prevenir futuros conflictos y hacernos más unidos.

La poesía, entonces, reúne, es una oración, una forma de reflexionar, de aprender, de contemplar el mundo, de hacer de la experiencia un aprendizaje. Es la fuerza creadora que mantiene a la sociedad  alrededor de una causa, es un discurso, es un diálogo, y por ende, se debe fomentar el aprendizaje de esta, fomentar actividades colectivas con esta para volver a escuchar al otro y sus verdades, volver a abrazar al otro por medio del lenguaje.  La poesía es reconocer la humanidad de sí mismo y del otro, es reconciliarse y el medio para hacerlo verdaderamente, la poesía es la misma sostenibilidad de la paz, es rompimiento de silencio, permite la generación de memoria, y esta memoria, la fuerza motora que mantiene a la sociedad en busca de la misma paz, a pesar de lo que haya sucedido en el pasado o lo que pueda o no suceder en el futuro. Donde hay poesía, no hay miedo.

 

*

 

 


Fotografía de Jules Corres

 

 

Pensar dos veces (No hay diferencia)

 

 

Tuve que pensar dos veces
para volver a mi cabeza la bruma del recuerdo
que se levanta cuando llueve.

 

Tuve que pensar dos veces
 para mandar detonar aquella granada color de monte
que se deshojó de miedo.

Tuve que pensar dos veces
 dar un brusco cambio hacia la urbe
que ejerce una fuerza centrípeta
 sobre los campos.

Tuve que pensar dos veces
la manera de huir a la lluvia de plomo
que tocaba la puerta de mi cuarto
en las noches más largas de la existencia humana.

 

Tuve que romper el silencio con estas palabras
 para generar aletheia,
para revivir la memoria.

Tuve que decirle a las piedras del camino
que puedo apartarlas de un golpe
Así como apartando el miedo
de la mente.

Hay algo de mí que tú tienes en tus ojos
Hay algo que compartes conmigo,

Mírate y mírame

¿Cuál es esa diferencia esencial que nos separa?
Tuvimos que pensar dos veces para darnos cuenta.

 

Ahora no dudes:
Ama

 

Aluna

 

 

(Aluna: Según la comunidad Kogui, en el "canto de la creación", significa idea, pensamiento profundo, esencia del futuro y la memoria,ser en sí misma, lo que era el mundo antes de la creación de los seres que lo habitan)

 

Vengo de donde viene el oro, señores,
  y mi piel es color del mismo oro.

 vengo de las lagunas, las montañas, los cultivos de maíz,
los puma, el cóndor, las orquídeas y las esmeraldas.

Mis ojos y mis bailes encienden el pasado negro:
 la malicia y los honores, los horrores y las muertes.

Mi alma se estremece a las flautas y la tambora,
                 y en los corazones me hundo hondo,
como Cachama 
en las dulces aguas del Orinoco.

No vengo, existo Aluna,
 soy pensamiento de Kogui,
almirante de la noche,
 desde los estrados de la laguna
con larga cabellera, fue la candelilla, 
luz de tierra fértil en las noches de
Rodrigo de Triana.

Vengo de la mayor riqueza, 

Soy mayor riqueza

¡tierra! ¡tierra!
gritan hasta el silbido,
y se pelean, hasta la muerte 
las tropas de los colonos.

Lágrimas recién nacidas de YUMA 
(Nombre del Río Magdalena, por comunidad Nasa)

que trazan evidentemente el camino de la raza que es oro.
Escarmientos de YUMA les esperan, colonos,
ardientes remolinos arrastraran sus restos.
Despreciados por el sol,
que no les puso el oro en su cuna,
que no les puso el oro en su laguna.
Mis cabelleras como Tequendama el Salto,
de tierra buena y heroica,
no dejará que la guerra sepulte al dorado,
para vivir vencedora
Profunda, Aluna.

¡Colombia!
 gritan las naciones.
y  los desterrados viajantes en colonias
 gritarán de nuevo:
"¡Tierra buena!
¡Tierra que pone fin a nuestra pena!
¡Tierra de oro! ¡Tierra bastecida"
Mientras se avista sumergir  
El Dorado
en la laguna
desaparece ante los ojos nativos
y se revela ante los ojos de la  luna.

 

 

 

Diálogo entre las uvas de un racimo

 

¿Qué pasará con las nuevas generaciones?
¿Las llevarán los zorros? 
¿o serán desangradas brutalmente aplastadas? 

¡Ah! ¡al barril la vida!
Nos cansamos de indagar porvenires,
hagamos mejor que quien nos beba se pregunte
 y ahogue en nuestra pena su locura.

 

Desventura con desventura
Esa es la mezcla del vino, 
¡bebed todos de él que este es nuestro cuerpo
que ha sido aplastado por vosotros y por todos los hombres para el ahogamiento de sus penurias y dolores!

Quien beba será dichoso,
aunque su alma deshecha yazca 
sobre la escalera ascendente al desprendimiento de alguien.

Vino,
vino y se fue,
Nosotras ya bien colgadas 
y maduras
estamos idas.
¡Salud!

 

Diálogo entre dos manzanas

 

 

Dejémonos caer.
Hasta el fondo tocar.
Desprenderse tarda lo que tarda madurar.

 

Y sin esperar, sola ella por el viento puesta a mecer..
Trae semillas. En cualquier caso.

Todas terminan por caer…Y que a nadie el viento vuelva a mecer.

Sería triste que aferrarnos para siempre al palo que nos sostiene.

Por eso, si no se cae, humano, arráncala y devórala, que es la más madura que ha quedado viva.
O en la ensalada de frutas.

De hecho, ya me suicide de un árbol, y eso quiere tener algo de libertad herida, pero bueno, así es la perra vida: que nada te da y todo te quita. Manzanillas frescas aún.

Y si nos pudriéramos en el suelo, podríamos ser manzanos..pero Desprendiendonos en especial de ser manzanas.
Y ya estaríamos "por los gusanos recorridos" etcétera, etcétera. Seremos manzanos... manzanos desprendiéndonos de manzanos, de  toda nuestra creencia. Cayendo a la sinrazón de esta vida.

Nos partiremos en dos al caer, o en tres.
Pero algunos partidos y devorados para morir en el instante de un bocado: una mordida del pastel delicioso que seríamos.
Junto con la harina de la masa.

Y en el pastel, o en la ensalada…o en nuestra existencia  ¿Por qué somos manzana, y no pera o piña?
Qué injusticia… Claro que la piña es una fruta rara... Desconfío de ese amarillo.. Y lo espinosa que es. Sobre todo por esa horrible crencha que le adorna la cabeza, esa horrible crencha tan soberbia, tan llena de sí…..¡Bha! al diablo las frutas, ¡que se jodan!

La que mejor me cae…aquí entre frutas, es el coco.
Que se las ingenio en su cáscara para aparentar tener dos ojos, boca, y pelo, como los monos y los osos perezosos .. Para no ser comidos, para proteger la palma.
Aunque el coco es muy sentimental
Le tiene mucho miedo a caer...
Aun así tendrá que caer..

Déjate caer Manzana Por la gravedad.
Dejate consumir por lo que sea
Para que los elementos de los que te compones se recombinen
Y tus semillas en la tierra las remuevan
 los gusanos y puedas no ser manzana
Pero llegar a ser árbol.

Déjate caer conmigo ya.
El tiempo es oro.

Ambas manzanas cayeron juntas en terrenos fértiles.

La mayoría de las otras manzanas esperaron a ser cogidas,
 hechas pie,
sus semillas cayeron en la basura
y su existencia
 en el olvido.

 

-Malina

 

Ya me acuerdo de vos...

 

 

Escuché un llamado dentro de mí

 

sospecho que fue la mí misma pasada
que era una
que me decía la verdad de la vida que había parecido olvidar
La escuché llorar y la escuché reír

La escuché olvidar 

Me asusté, no me acordaba de esa mí tan cruel
Una mí que podía dejar de reír en cualquier momento
Y quedarse en seriedad abrupta
absoluta
olvidando el chiste.

 

La plaza

 

Señor tintero,
¡Deje la canción!
El radio antiguo resuena en su caja de dulces y cigarros,
no le tengo que preguntar ¿a cuánto el tinto?
sabemos todos que es a quinientos,
así de fácil
así, como saben los amantes que se aman,
así de fácil
como la certeza de morir
fácil, inmediato,
una voz gélida sin sentimiento,
un hotel del gran sur,
una oferta de hacer el amor,

 

un kilo de limones por mil,
un pitido de la policía de tránsito,
una invitación a creer en alguien.

"frutas frescas" de hace tres días
y roban el salpicón unas que otras abejas,
un pájaro de plástico,
un conejo de pilas,
los humanos mezclados
parecen caminar en la plaza
como si fueran de cuerda.

 

¡Deje la canción!
Sí, señor tintero,
para que me recuerde ella
que vi hoy lo que estoy viendo
y que viví ahora lo que estoy viviendo
y entre anunciantes, bocinas,
luces, putas,
mendigos, ricos;
policías, ladrones,
tinto y canciones,
una aguja de coser apunta desde Medellín al cielo
para tejer otros mundos,
pues ahora mismo
muere
este.

 


 

Lina Trujillo nació en Medellín el 26 de Febrero de 1994, en su infancia vivió en el nordeste antioqueño en el pueblo Carolina del Príncipe. Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana, Poeta, Haikuista, pintora y cantante de bandas de rock y metal locales, su última participación fue en Solsticio en el año 2013. Sus poemas se han publicado en revistas digitales como Viva la Letra y Desorbita, ha contribuido para la producción de la revista Gaceta el Galeón de la facultad de estudios literarios de la Universidad Pontificia Bolivariana, hace parte del colectivo Nuevas Voces y publica en su blog llamado De realidades y ficciones. Su poética engloba la filosofía zen por medio del Haikú, el periodismo y la temática social en muchas de sus poemas, alrededor de la memoria histórica colombiana y el arte, por lo que en algunos poemas y Haikú combina la palabra poética y la pintura o la música.

Publicado el 18 de abril de 2017

Última actualización: 25/06/2021