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Peter Waugh, Inglaterra

Por: Peter Waugh

 

Paralelos de poesía

El papel de la Poesía en la construcción de Paz y Reconciliación


Traducción de León Blanco

En el mundo de la poesía, entre el gentío de quienes han aspirado a navegar exitosamente las olas al llamado de la musa, podemos sentirnos afortunados de haber tenido, a la fecha y creo que a lo largo de nuestra historia, relativamente pocos ejemplos de poetas apoyando aquellos furibundos, derechistas y fascistas puntos de vista que conducen a la guerra, o a la destrucción de la paz.

Hay una general y quizá tendencia natural de las actitudes políticas de los poetas –si se exhiben, profesan o se conocen públicamente en alguna medida- a gravitar hacia la izquierda, lo que debería implicar el abrazo de un esfuerzo hacia la igualdad, la justicia y la paz. Toquemos madera, los poetas tienden a ser por lo menos liberales y moderados, habitando alguna parte del territorio localizado entre una derecha moderada y cualquier gama de izquierda (aunque con infinito espacio para el movimiento en esa dirección). Debería también ser recordado que hay muchos escritores que en gran medida parecen permanecer totalmente “neutrales” en su obra, incluso no siempre se encuentran en lo que realmente han sido en sus biografías.

Es de esperar que ciertamente no rechazaríamos leer a ningún significativo y/o interesante poeta por sus puntos de vista políticos. Así, ¿qué importa si somos derechistas o izquierdistas, halcones o palomas, fanfarrones militares o manifestantes por la paz? No tanto como a la poesía misma le concierne. Dependiendo de su actitud, podrían no obtener admisión en nuestras sociedades literarias, nuestros cafés y bares, o nuestras casas, pero aceptamos lo políticamente distinto, lo opuesto, justo como tenemos que hacerlo en la situación paralela de constructores de paz entre partidos en conflicto, porque el bien común (sea este la poesía, o la paz en una sociedad) debería tener prioridad sobre cualesquiera diferencia política que pudiera existir. Reconciliación es el nombre del juego.

Incluso la política podría ser significativa, por ejemplo, si el poeta fuera a apoyar deliberadamente, ya sea dentro de su propia obra, o fuera de ella -en público-, a algún aparentemente malo, megalomaníaco, reptiliano dictador, cuya orientación política total lo beneficia solamente a él y a su propio campo a través de la manipulación de las masas y el ejercicio de su poder a costa de otros (sean ellos minorías en su propio país o miembros de otras comunidades extranjeras), acompañado de preparativos para la declaración inevitable de alguna forma de guerra. ¿Cómo entablaríamos un trato con semejante poeta si la poesía misma fuera también de una verdadera cualidad excepcional? ¿Qué pasaría si el objetivo fuera de nuevo popularizar el lema "es dulce y adecuado morir por la patria" (acuñado por el poeta romano Horacio y llamado “la vieja mentira”, por el poeta de la primera guerra mundial, Wilfred Owen, en su poema “Dulce et Decorum Est”)? Los poetas en su mayoría probablemente respondan a tales sentimientos belicosos con la humorística elaboración del verso original, usado como brindis en el siglo 19: “Es más dulce vivir por la patria, y más dulce incluso beber por la patria. Entonces, ¡bebamos a la salud de la patria!” ¿Dónde empezar con la resistencia? Como dice el doctor Johnson: “¡El patriotismo es el último refugio de un canalla!”. Tendríamos que agarrar de raíz la maleza maloliente del argumento de este poeta imaginario, examinarla cuidadosamente y responder, en lo posible, usándola para hacer un tipo de vino de hierbas, con cuyas copas podríamos tratar de discutir luego la paz y la poesía- y, si el vino no pudiera hacerse de tal raíz, entonces envía ese aspecto de su poesía a la pila de abono.

Del lado progresista, siempre han estado los poetas políticos, ciertamente retomando a algunos románticos, los poetas ingleses de la primera guerra mundial, los dadaístas y surrealistas, los poetas de los años treinta en Inglaterra, la generación de poetas Beat y todos sus directos sucesores de los años sesenta, y también muchos poetas latinoamericanos, tanto en la historia como en el presente, así como también aquellos poetas que han vivido y escrito bajo coerción en el antiguo bloque oriental comunista, y desde luego no olvidamos a los muchos, a menudo menos conocidos escritores, que han ido a prisión por usar la poesía precisamente para expresar mensajes políticos bajo dictaduras alrededor del mundo. La poesía puede ser un camino para protestar, para dirigirse a la injusticia, con la esperanza de promover la discusión, comunicar opiniones, y eventualmente abrir las mentes a otras posibilidades. Asimismo promover la paz.

Pero es la poesía lo que cuenta. La palabra es una afirmación, una grabación del acto de creación espontánea en el tiempo. Una afirmación de la verdad de algo percibido, descrito o descubierto en el lenguaje. Como sabemos, no es realmente fácil escribir un buen poema: necesitas suerte, necesitas estar dispuesto, tienes que estar en el estado adecuado, en el espacio adecuado, en el tiempo adecuado, y luego, tener todas las herramientas del oficio en su lugar, en todo momento importante para canalizar, transformar y apuntar esas palabras. Realmente es bastante difícil escribir cualquier buen poema, el poema político ni se diga,  que tiene el problema adicional de que lo que es noticia hoy se habrá ido mañana, y nadie, excepto alguien involucrado – recordará la causa original de la protesta, mucho menos los efectos de un caso que ocurrió hace unas semanas. ¿Pero cómo puedes evitar hacer el poema político, si te preocupa apasionadamente algún tema que necesita urgentemente la atención de una audiencia más amplia? Por ejemplo, un poeta puede sentirse incitado a escribir algo contra la manipulación de la opinión pública, declaraciones u operaciones de guerra, o acerca de los intentos por destruir o entorpecer una paz frágil. Pero algunas veces podría ser una tarea más adecuada a las cualidades de la prosa.

Incluso más a menudo, la poesía se enfoca en algo que tiene muchas más facetas que la política, con sus partidos y facciones. La poesía está más allá de lo partisano porque se aproxima a las cosas de forma distinta, hace que lo cotidiano brille con la luz solar de la atención, y que pueda ser disfrutado y apreciado por todos (o al menos por quienquiera que desee escuchar). En este sentido, es similar a la paz, porque es capaz de trascender las diferencias para hacernos conscientes de ellas, mostrándonos tanto lo bueno como lo malo que existe en el mundo, y, más importante, dentro de nosotros mismos, recordándonos que de lejos la realidad es más complicada que todo lo que seamos capaces de percibir, y por tanto, al final, quizá nos hace un poco más humildes, un poco menos arrogantes, una pizca más conscientes, y lo más importante: más abiertos a los otros, a lo diferente y extraño, y con suerte todavía dispuestos a abrazar y aprender de este encuentro que el “otro” es esencialmente, sólo otra parte de nosotros mismos. Seguramente el proceso de negociar y mantener la paz involucra el desarrollo de precisamente semejante actitud hacia los números opuestos, el más amplio contexto de la situación, así como también el futuro social y las consecuencias humanas y costos de triunfar o fracasar.

Siempre tenemos que mirar a nosotros mismos primero, y aquello es algo que la poesía y los poetas –siendo bastante banas e introspectivas criaturas– generalmente aman hacer de todas maneras. Cuando nos miramos en el espejo de nuestro poema (o de cualquier texto o pieza de escritura activa que hagamos), vemos más que sólo el blanco y el negro, vemos vacíos sin fin de blanco terror abrasador, o somos succionados hacia abismos de oscuridad maligna, pero siempre vemos las alegrías nacientes de alas curvas, o la emoción de escalar y deslizarnos, la desbandada de la imaginación. Eventualmente, en el caso de un mayor escenario, vemos la resolución del dilema justo allí sobre la página de la actuación, mirándonos fijamente al rostro, una verdad incómoda, exigiendo aceptación por lo que es, lo mejor que podemos lograr, una negociación, imperfecta, insatisfactoria, pero mejor que nada. Desde el punto de visto del perfeccionista, el poema nunca es perfecto – tampoco la paz, ni la vida humana, pero nos ayuda a todos a continuar hacia el próximo poema, una nueva sociedad, una mejor vida futura.

Los poetas de hoy, son frecuentemente aliados a la fuerza por el cambio hacia un mundo más abierto, inclusivo, humano, multicultural e internacionalizado, uno en el cual tratemos de pensar en escala global los problemas globales de la inequidad, la pobreza, el hambre, la falta de educación, la explotación de los trabajadores, el medioambiente, la industria de las armas y la guerra. Como mencioné arriba, los recursos de la poesía como arte comunicativo, pueden ser también empleados en esfuerzos más a fondo para el bien de la humanidad en esta dirección. No obstante, el mundo de la poesía es también una sociedad en sí, justo como la de afuera, dentro de la cual existe, y sin la cual no puede existir. La verdad sea dicha, ambas están llenas de exactamente los mismos problemas básicos y dificultades humanas: codicia, celos, robo, búsqueda de poder. El mundo de la poesía es un microcosmos de la sociedad, de modo que si empezamos por cambiar el mundo de la poesía, tal vez estaremos ayudando a promover también afuera el cambio de nuestro mundo.

Si miramos lo suficientemente firme podemos ver muchos lados posibles o aspectos, y veremos que todos están dentro de nosotros: el Borges y el Neruda, el Pound y el Paz, el Ginsberg y el Eliot. Como Walt Whitman en su “Canto a mí mismo” de Hojas de hierba, siempre podemos decir: “¿Me contradigo? Muy bien, entonces me contradigo, soy grande, ¡contengo multitudes!” Es trillado, pero verdadero decir que, profundamente adentro, compartimos responsabilidad por toda hazaña y felonía, contenemos multitudes, admitamos y aceptemos a aquellas multitudes, observémoslas cuidadosamente, vigilantemente, mientras surgen y pasan, y permanezcamos alertas a los peligros de su engaño. Miremos lo más difícil y profundo que nos une, más que aquello que nos separa.

La historia se repite, entonces si no tratamos de aprender de ella y recordar cuidarnos de despertar la siempre presente amenaza de permitirle a los mecanismos del fascismo, reinventar los instintos animales de guerra tribal, de modo que vengan a dominar, incluso a las así llamadas democracias, entonces los dictadores volverán a permanecer por otro largo hechizo y serán los únicos que aprendieron de la historia, ya que especialmente pueden de forma tan fácil lavar cerebros de personas para cometer los mismos errores de nuevo…

Un poema es una negociación radical, entre palabra y significado, ritmo y asonancia, gramática y mensaje, hecho y asociación, verdad e imaginación. Es un intento, en primer lugar para descubrir otras posibilidades y verdades para el poeta, y en segundo lugar, para transmitirlas a otros, los “oyentes”. Idealmente hay un encuentro de mentes y una aceptación del otro. El poema muestra que los variados, alternativos y paralelos universos de diferentes dimensiones no se excluyen mutuamente, sino que son complementarios e interdependientes, y que las ideas que flotan alrededor y dentro de ellos, son fabricadas y derivan de lo mismo inagotable, recurso viviente que la humanidad ha tratado eventualmente de desentrañar, obtener y elucidar, para crecer juntos hacia un tolerable y apasionante futuro.

Viena, Austria.
Febrero 10, 2017


 

Foto del autor

 

 

 

Dos males hacen seis millones

Érase una vez
que vivíamos ahí
antes de que ellos vinieran con armas durante la noche
y nos sacaran de nuestra casa
nos arrojaran de nuestros hogares
nos exiliaran de nuestra antigua tierra para siempre
y pudieran vivir ahí
felices para siempre

 

Después nos venderían armas
ahora vivimos lejos de ellos
de la gente que solía vivir aquí
venimos con armas durante la noche
y los sacamos de sus camas
los arrojamos fuera de sus hogares
los exiliamos de su antigua tierra para siempre
y pudiéramos vivir aquí
felices para siempre

Ahora nosotros vendemos armas, a ellos
a la gente que vivía ahí
venían con armas en la noche
a sacarlos de sus camas
a arrojarlos de sus hogares
a exiliarlos de su antigua tierra para siempre
y ellos puedan vivir  ahí
felices para siempre
para siempre
para siempre
para siempre


© Traducción Cristina Rascón

 

Respuesta a la primera elegía de Duino

 

No hasta que la tormenta ha estallado tus oídos con abuso,
trompeteado el descaro de tu desviación de estilo solitario,
viento salvaje y lluvia ácida indelebles grabaron los signos de lo efímero
tan profundo en el suave peñón de caliza blanca que tú
ya no puedes ignorar el hecho de que cuencas oculares, fosas nasales,
oídos y cavidades donde una vez la boca estuvo- sólo entonces,
y no antes, podrías incluso escuchar el llamar de la conciencia,
no se diga atender o responder como es debido – sólo cuando parece
casi demasiado tarde y el camino que sigue es tan inmenso
como el largo camino de regreso a casa desvanecido – sólo entonces
podría tu cabeza, tal vez, girar hacia el origen del sonido.

Castillo de Duino, Italia.

 

© Translation Cristina Rascón

 

Para todos los niños muertos

 

Si te sientas en la banca de mármol blanco,
detrás de los canteros de caléndulas naranja,
en la Plaza de los Niños Asesinados,
en el parque donde una anciana dice
todos los árboles aquí fueron talados
para sitiar la leña combustible en los años de guerra
y cuentas todos los nombres grabados en negro
sobre los siete rollos plateados, en total
unos 500 – y si entonces piensas en
cómo el agua mana desde la fuente
en el monumento, plaza central, descubres
los cinco chorros frente a la piedra esmeralda cristalina
siguen borbotón a borbotón, entonces – justo mientras
los perros jóvenes tienen más ganas de beber-
súbitamente disparan tan alto en el aire
y el agua se anega, lanzando ola
tras ola hacia el granito negro de la orilla de la pila
como un mar miniatura circular, empujando
hacia los límites del mundo humano,
donde todos los variados ramilletes de colores
dispuestos ahí por padres, hermanos, familiares,
amigos, los dolientes, conocidos y desconocidos,
yacen todavía envueltos en papel brillante, atados con un cinta
vigorosos escarceos destellan en la luz del sol,
se despliegan cada vez más lejos, lejos, tanto
que las palomas pueden aterrizar y beber más, con seguridad,
lento, la pila se llena rebosando hasta anegarse-
manantiales de agua clara y burbujeante sólo pueden
mantener sus boquillas sobre el agua
(el agua agua delineando en agua fresca el agua)
y los primeros listones en las coronas de flores
son salpicados y luego inundados, un gorrión sorbe
mientras el cuenco comienza a drenar el retiro del reflujo
desapareciendo tras la más recóndita piscina
en descenso hacia el origen de dónde brotó,
hasta que las fuentes vuelven a crecer espumosas y burbujeantes
como limonada efervescente, la vida reafirmando
su triunfo ante tanta pérdida de dolor y muerte…

 

Sarajevo, Mayo 2010
© Translation Cristina Rascón

 


Peter Waugh. Nació en Barnet, Londres, en 1956. Residente en Viena por un periodo prolongado. Poeta, traductor, profesor de escritura creativa en la Universidad de Artes Aplicadas en Viena, editor, escritor de canciones. Co-fundador de Laberinto (Asociación de poetas en lengua inglesa en Viena), del diario poético Subsueño y del grupo de poesía sonora experimental “dastrugistenda”. Director de publicaciones de Laberinto, y organizador de numerosas lecturas en Austria y en el exterior, incluyendo un micrófono abierto mensual y Poesía de verano en el parque, eventos realizados en Viena, así como el anual Labyrinth Höflein Donauweiten Poesiefestival. A menudo se presenta como poeta sonoro y con músicos.

 

Publicaciones: Luz del fuego del horizonte, 1999 y Haikú del sueño de la mariposa de la muerte, 2002. Próximamente: axesplit head & plainwhite cloth (2017). Destacado en revistas y antologías, en sitios web y festivales de poesía en el mundo entero. Numerosas traducciones de poesía el alemán al inglés, incluyendo la traducción ganadora de un premio, de los poemas de Thomas Bernhard “Sobre la Tierra y en el Infierno”.

En su obra intenta expandir los límites de la poesía hacia muy diferentes dimensiones como sea posible. Su obra oscila entre lo lírico y lo experimental, desde la tranquilidad de la palabra escrita hasta la presentación que incluye otras formas de arte como música, danza o teatro, desde experimentos en escritura traslingual y multivocal y desde performances hasta ejercicios en formas poética, desde solos de poesía sonora abstracta hasta improvisaciones de grupos colaboradores o arreglos incluyendo música en vivo.

-Two poems kritya.in
-Poetry week in Turku kirjantalo Youtube. VIDEO
-Festivalului International Poes:s, la Satu Mare Canal de BorrasElena en Youtube. VIDEO
- Radical Pravalia Culturala en Youtube. VIDEO
-Vienna Improvisers Orchestra Peter Waugh Michael.C.Fischer en Youtube. VIDEO
Publicado el 13 de febrero de 2017

Última actualización: 18/01/2022