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Karel Leyva (Cuba)

Por: Karel Leyva

Vitral

 

Ha muerto un niño en las costas de Europa,
en el Paso de los Vientos,
en el Magreb, las calles de Camberra,
en el alto Perú,
en el estrecho al norte de la isla,
en un parqueo de autos de Milán,
en las aulas baleadas de Columbia,
degollado en Palmira,
hambriento en Nueva Delhi,
despedazado por las sangrientas fauces de la guerra,
con los pulmones grises del smog, la pega, los cigarros.
El niño ha muerto cerca del olvido,
es su verdugo el hombre,
el capital, la bala, la ignorancia.
Un espejismo fatuo está en proscenio
su cuerpo diminuto,
el rostro múltiple,
los ojos cercenados.
No es posible abrazar su anatomía,
un cristal nos lo aleja,
mientras la voz de alarma anuncia que el naufragio
se ha debido a un posible hacinamiento,
que su muerte en las calles, en las minas de oro,
en las arenas movedizas, bajo el filo voraz de los cuchillos,
el disparo, los kilos, las pedradas;
es un hecho casual y lamentable,
de difícil pronóstico y frecuencia mayor de la esperada.

 

 

Exámen de Fe

 

¿Quién usurpa la luz al nigromante
la moneda fugaz al pordiosero
las virtudes a Dios, el lisonjero
gesto que en la partida da el amante?

¿Cada nota es también el mismo instante
que se graba en la piel? ¿Es tan certero
el dardo? ¿Tan infalible el sendero?
¿Cómo contar los pasos del infante

si nacemos apenas cada día?
¿Tan seguro de qué padece el paria?
¿Quién determina la muerte necesaria?

¿Quién dice que esta vez nada varía?
Todo pesa de más, todo se fía
de su propia ignorancia milenaria

 

El huésped

 

Aquí habita la novia
la ha visto el vecindario
y han puesto en su historial
fichas
discretos parlamentos
una memoria a prueba de optimismo.
quien pasa por su puerta
apenas se percibe como extraño
Ayer mientras mordía una manzana
en antagónica postura con las horas de sol
encontró un surco diminuto
un rastro vivo al centro de la poma
Ya nada es lo esperado
dijo tranquila
y prosiguió su rito
ahora con saña

 

Ágape inconexo


Dobla el periódico
Lo vuelve un catalejo
Toda la luz de golpe
Se disfraz
Ha comenzado el ciclo de la rosa
gema
cristal
recuerdos
blanco y negro
Parado frente al ojo está el deseo
el modo de invocar
la mano abierta
ya danza el voyerista
repite una fricción sobre lo terso
ágape inconexo del que acecha
Dobla el papel a
acorta la distancia
Llega la luz
el cuerpo se le escapa

 

imagenes del dia 

 

Vivimos en el país de las palabras
somos un poco menos sabios
los dos puntos del globo sideral
corren enloquecidos
a favor de satélites y viejos adelantos.
Cada parte de ti pertenece al pregón
al ritmo frenético o pasmoso
que imponen las pisadas.
Vivimos en la entropía de un juego mercenario
y pagamos tan bien a nuestros parricidas
para multiplicarnos en carteles y cruces de camino.
Algo añejo es el pan
pero el sabor
conserva su dulce invitación a la mordida.
Somos los últimos sobrevivientes
de un tiempo de guitarras
los nuevos cabecillas
marcan con su metal
la frente débil
el músculo sumiso
la sonrisa injertada
antes del último solsticio.

 


Karel Leyva nació en Cuba en 1975. Es poeta, ensayista y promotor cultural. Ha sido coorganizador de los Festivales Internacionales de Poesía, de los Festivales de Narradores Orales Afropalabra y de las primeras diez ediciones de Poesía sin Fin Festival Alternativo de Poesía. Ha publicado los poemarios: Ágape Inconexo, 2001; Cambios de marea, 2005; Escenas cotidianas, 2010 y Sucesiones, 2015.Obtuvo, entre otros premios, el Primer Premio en el Concurso Nacional de Poesía erótica Farraluque (2001 y 2006), el Tercer Premio en el Concurso Nacional de Poesía Regino Pedroso y el Premio Internacional de Poesía Nosside Caribe, 2005.

Última actualización: 01/08/2021