English

Mohamed Hajji Mohamed, Marruecos

Por: Mohamed Hajji Mohamed
Traductor: del árabe Khalid Raissouni para Prometeo

Escenas incompletas


Ya no hay
más que este barrio
donde los niños corren como ríos de cerezas,
y donde pronto
los perseguirá
el ladrido de la vecina
como balas perdidas
desde la ventana.

Ya no hay en el balcón.
sino una mujer
que le grita a su niña una orden
con la elocuencia del lirio
y una muñeca que salta sobre la cuerda
a veces
y a veces juega allí a la rayuela
junto
al umbral de la casa.
El mismo umbral de la casa
que devora tu carne
cada fin
de mes.

Ya no hay en los cafés
que albergaban
nuestros encuentros
íntimos
nada más que las molesta algas
y ruidos que asoman sus asombrosas cabezas
como ovejas
desde camiones antiguos.
Ya no hay en aquella ciudad
sino sus plazas de barro
y el polvo
que probablemente coqueteará con los ojos de los transeúntes,
o tirará con las piedras
sobre nuestros sueños baratos.

Esta ciudad
no se ríe
y si alguna de sus calles lo hace
se girarán hacia ella las casas
asustadas
y regresan
a sus barrios
con la rapidez de una niña enojada.

 

La primera noche


En la más florecida oscuridad
se despierta el temprano aullido 
en mi cuerpo
y veo dentro de mí una mujer reluciendo
en el orgullo de los reyes
Veo miles de pájaros vigilando
mi alcoba
vacilando
y arrojando la cúpula de mi sueño
al canturreo de los deseos ardientes
Y al darse la vuelta desaparece
como una infinitud de estrellas, ahí:
en los cielos lejanos

En la más florecida oscuridad
las guerras y las canciones es inicio de una tormenta.
 que llora 
en los castillos del tiempo

mientras mis deseos ahora son:
viajes
vino
yuna gacela
sobre mis sábanas
dejó su ramita de fragancia
y luego empezó a responderal llamamiento de la tiza

Colgados
todos los sueños luminosos 
de su néctar caluroso
yrelampagueando en el crepúsculo de su galaxia, canta el anhelo,
y yo soy el apasionadoque 
no tengo
en el flujo de las letras nada 
salvo la infancia del insomnio,
y algo de la santidad de los sabios perplejos
¿Cómo entonces me propondré desertar de un apasionado amor
queasalta el corazón y no
conciertaninguna tregua dentro de mí?

Será porque mi frente está rodeada de los tormentos de astros
Para Rabab he dibujado un jardín de anhelo
para un paseo bendecido por las flores de terciopelo
y yo acompañé?
o porque su mansedumbre es de la belleza de un ángel
colgué en el contador de mi pecho
la infancia de su abrigo
y entré en los mares de la pasión
como barquero
balanceándome entrelas olas de los recuerdos!

O noche
O continente de alegría extendida
O perla vacilando entre los muslos de este universo
Déjame lejos de una mujer que asola las regiones del cuerpo.
y cuando aúlle en su jungla
la torre de losdeseos ardientes
que desplegó sus facciones de una vez
y siguió
tirandomi corazón
y las sábanas de mi sueño anhelado.

 


El lobo de los desiertos


Cada vez que él anhela me aprieta,
exalto las tormentas en la oscuridad.
Supe por qué los planetas devoraron
las nubes con avidez,
¿¡Por qué las nubes se encaminaron sucesivamente 
A mi habitación!?
Yo soy el lobo de los desiertos que
Misteriosamente me esparcen los aullidos
en los límites de las estepas
no le interesa a mi confidente
si una tormenta velara entonces sobre suselogios
y arrojaradel exterminio de los vientos
el esplendorde mi canto,
si en mi habitación una estrella se fijara la mirada
y ve en el sillón de mi tristeza 
un ángel delirante,
 lo ve iluminar, y por enésima vez,
 el patio de la amante
ampliar su cortejo 
en el estruendo de mi truenos 

Y por ser consagrado a las pasiones
adornado del estallido de mis mares,
Me obsesionó el puerto de una mujer 
que mezcla el tiempo con los luceros,
seduce la distancia del extravío
y luego me suplica que me divierta allí
donde están los campos de mis delicias.

Y porque unaaldea del Atlas me ocultó toda un alma,
en mi cabeza tuvieroneco tumultos
mi ojo vio su sueño esparcirse como las perlas un collar arrancando
vio las facciones de la amante eclipsarse en los parpados.

O lobo, confidente mío
No nos importasi noscansa la desventura
de este viaje,
y hemos llevado el sombrero de la nostalgia,
y nosencendimos en los caminos,
No nos importa si nos sorprende el deseo de un narciso
que sabe cómo seducir sus mariposas en la noche
y los extermina dulcemente
en aquel infierno

No nos importa si te pierdes en "La Coupole"
el camino de una flor bereber.
luego te fuiste a vagabundear por la escarcha de los senderos
igual que una gloria en su ocaso,
tal vez una viña salvaje derrame mi estrella polar 

En la revelación, 
he cogido la mansedumbre de unasilla,
y llamé a tus hechizos más íntimos
paraque compartascontigo las coronasde tu abismo
ycopas
de una perplejidad
pecaminosa

Si no fuera
quelas velas
del pecado
serindieran hacia tu imprudencia
pagana
allá
no habría tenidoun anhelo
a comprometerme
con el jardín de la feminidad.

 


Desolación de los vestíbulos


Durante sus días lluviosos;
y con la antigüedad de una mesa donde habitan los vientos,
te vi como la estrella en su soledad 
en un antiguo firmamento…
Promete un reino a las nubes,
y dirige hacia la aldeade mi sueño
el relincho de los mares.

A unas hojitas
cuyas blancuras llevaron tantas guerras
pidiéndome un espacio
y cambiándome un potro del delirio
por una mujer misteriosa

Durante sus noches lluviosas
te vi o chaval
Estabas improvisando flores
enuna asombrosapresunción.
En tu cabeza, 
duermenlos pájaros con vestidos de dioses.
En tu manto de invierno
se ocultan miles de tormentas,
y la ferocidad de un lobo
en su camino hacia la presa.

Oh aspirante
en el archipiélago de mis lejanas distancias
¡O símil de mi rayo salvaje!
¿Qué copas vertidas brindaremos esta noche,
al borde de la vida?
Todos los sueños inertes
a cuyas copas nos convertimos adictos.
¿A qué aldeas oscuras conduciremos
estos pasos,
y en sus calles se cerraron de golpe todos los caminos?!

Desde este laberinto escoltado porla compasión de las nubes:
vi las farolas
demi enredó en el amor
perdidas en el andéndel frio
vi sus noches bereberes extendidas
como la coleta de una gata.
y a lo lejosde una golondrina llena del hechizo de fuego
aparecen las extraviadas cabritas 
maltratando los clientes de una cafetería.

Mientras que desde una ventana imaginaria 
una confusión me acecha,
invocandoel amparo de la bandada de pájaros
que provenían de mi memoria
cual íntimosamigos;
me repartieron los flagelos de tu anhelo
y ven en las calles
los que celebraron tus soles
apoyándose
en alguno
detus senderos
como reproche.

 

Los abismos del gallo diabólico


Un sueño se viste de mis velas,
y yome pierdo por las entrañas de la estepa
sufre en la oscuridad la frivolidad de una tormenta
y comparte con su senderola astuciade mis estrellas.

¿Qué vientos se desplomaron en su cresta
y se escondió como un ciervo
cuando el rugir de las nubes?

Era el gallo diabólico
el renegado en declarar su insolencia,
a veces me hace el truequecon las veladas de una mujer
y después ilumina sus vestíbulos
con el elogio de mis truenos
ymis desolaciones, cuántas lunas llevaron 
en un cortejo nupcialque el anhelo ha domado ahí:
con la sabiduría delos brindis.
Cómo "Bab Al-Mansour" contemplaba en lo que parece
un descuido de sus golondrinas,
y no conducía el balido de mi errar
en el éxtasis de una grulla?
¿Y si con la revelación de las flautas lavara sus paredes?
y engaña lo que retenía
de los pastores de la oscuridad?
Será porque sus citas se apoderaron de mí,
me enrolló este glorioso amanecer 
donde los jardines de sus delicias
hacia las piernas de leonas?
¡Estaba sorprendidopor el libertinaje de esta luz!
Fue en la memoria de los pájaros
una "Rosa" escondiendo sus torres 
y porque de repente los candiles de una vidente en su templo 
conspiraron contra mi corazón,
me reconcilié con lapertinaciade mis huracanes;
He agitadolo que quise
laseducción de las flores.

Si bien hay mesas que se llenan con el cantar de caballos,
Tiran hacia el espacio
un rebaño de nubes,
Te vi en los ecos de los astros
pendencierocon una muchacha
que cruzaba una escena
que se llena delos compañeros de la ebriedad,
Vi becerros 
quecompartieron conmigo el exterminio de los lagos
paseando por los campos como el delirio.


Y allá en la otra orilla de la órbita de las viñas,
una montaña que se derrumba
delante de
la arrogancia de su embriaguez,
los gansosacechando
la llamada de una ardilla.

 


Una tormenta que siempre engaña


Aquella que
entro
en tu atardecer
desde las copas de las mujeres alegres
Acaso le fusiló
a mis confidentes 
con su más feroz perfume?
¿Quiénes la que iluminó con un gesto de flor
la asamblea de pájaros
 dibujando para mercurio
mil trampas?
No es una coincidencia
si ella canta en el portal de la dulzura la alegría de un lobo
la más deseada de sus riñas
son las que me brindó
debajo
de las sábanas
Es la tormenta que
despertó en tu corazón
este aullido!
¿Cómo el delirio adornado conla confusión
aprovecha la distracción de unpecho
que has sufrido su abandono?
¿Hasta cuándo las flores
estarán cautelosas
conel deseo
de mi asalto?
Mientras
las Pléyades esculpen nuestra desolación,
el que se acomodaen el patio de su ebriedad cantaba 
vacilando
delas cosas que sopla el viento,
y cuando la tempestad trato de seducirle,
lecomplacía la ley de midiversión
y después se fue
levantandoel sombrero de mipasión
a los deslumbrantes soles de la oscuridad.

O Cefeo
cuyasperlas 
cernían el poder de los seres,
¡sobresu pechose aplastó la soberbia de las nubes!
De todos los suburbios
vinieron hacia ti manadas de rinocerontes
y las flores que asaltaron 
en ti la pertinacia de la luna.
¡Qué trance he ascendido susescalas
rodeado de la descuido de tus lagartos,
para que disimules la gloria de aquel que profundiza 
intensamente en el amor de esta órbita.
enloquecido conel ritmo pagano.
y buscando piezas de caza de esta nebulosidad
con el odre de las delicias
contemplé una brújula de mi mentor,
Yo soyel que huye de la tormenta
hacia otra tormenta que no engaña
 y yo no estaba
extraviado!
Estaba fijando mi mirada en mujeres de Canaán
que se perfuman de la noche
y del jazmín,
coquetean
cuando tocan con sus muslos 
los elogios de la mesa,
o
el poso de los murciélagos
que las tinajas arreglaron
para saquear los tobillos de aquellas flores.
Extraviado
no estaba él!
fijabasu mirada
en el eclipsedeastro
y no le gustaba más
que elcoloquio de la mariposa.
Todo esto pasaba
cuandoestaba desierto el cielo del club nocturno 
excepto del humo
que presuntuosamente 
arrastrabael carro de mis penas
instigando mis fantasías
en contra 
delcontinente
de la confusión.


Mohamed Hajji Mohamed nació en Tánger, Marruecos, en 1958. Es uno de los poetas esenciales de la generación de los ochenta en el panorama de la poesía contemporánea en Marruecos, también ejerce un papel muy importante en la prensa cultural en Marruecos con sus crónicas en el periódico Akhbar Al-Yaoum, anteriormente escribió reseñas y crítica literaria, ha traducido varios libros del francés, y publicó sus poemas en casi todos los suplementos culturales de Marruecos. Dirigía un site web de Literatura que se llama Acropole que él mismo ha fundado en 2006. Es miembro de la Unión de los Escritores de Marruecos desde hace décadas. Ha participado en varios festivales nacionales e internacionales de poesía y ha publicado en muchas revistas literarias árabes. Autor de varios libros.

Ha publicado: El lobo de los desiertos, Ediciones Anajah Aljadida, Rabat, 1995; Una mañana que no concierne a nadie: poesia, Ediciones Infoprint, Fez, 2007; Yo... Perteneciente a la dinastía de la flauta, Poesía, Publicaciones de la Unión de  los escritores de Marruecos, Rabat, 2013; El síndrome de Prometeo, ensayos sobre arte y literatura, Ediciones Agora, Tánger, 2021.

Publicado el 03. 02. 2022.

Última actualización: 27/04/2023