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Rosa Jamali, Irán

Por: Rosa Jamali

El helecho

 
Yo era un ser de siete pisos, cubierto por una rara especie de planta
Y había una ceremonia fúnebre
Y yo era la única doliente
Primero recogí una gema de este mismo suelo,
Y entonces la fijé y la choqué sobre mi frente
Regresé y miré nuevamente a mi tierra natal y lloré.
Mi padre era el Fénix; mi madre una diosa inquieta en Shush y Ecbatana y sobre la tumba de Mordejai,
Pero Dios estaba conmigo
Mis binoculares ojos de lejos son una cámara en esta honda oscuridad, ¡todo un resquicio oscuro!
Y soy el Mito mudo y sin voz del entrechoque de cucharas y tenedores en la mesa de comedor
Deidad de la Autopista Nawab, liderando los cementerios
En el Extremo Oriente de esta ciudad... ¿Qué se vierte constante sobre tu cabeza  golpe a golpe y sin cesar?
¿Qué es toda esta tierra y suciedad en espinas y polvo?
¿Qué cubre las cosas a un mismo ritmo lento, suave y delicado?
¿Cómo es? ¿Qué podría ser?
Las hadas habían anidado sobre mi cabello oscuro
Y yo las había lavado, escurrido y preparado como arroz.
Conocías bien el tiempo, -los momentos se prolongan-, somnoliento bostezaba
Aquel preciso momento congelado y luego silencio absoluto
¡Mientras con mis uñas heridas sobre la estufa, yo rebosaba en la cacerola!
Cuando cubrí la escena completa de la Plaza de la Revolución y estallé como un volcán
Quizá había mantenido pálido mi rostro, con blanqueador...

Yo soy el Helecho
La Tierra Huérfana
El Hijastro
La Tierra Adoptada
Quemada
Y prohibida
E infectada con toda clase de enfermedades, falsos gurús, mentiras y manipulaciones


¿Qué atrapó tu corazón y te unió a esta tierra, hermano?
Del país completamente quemado, medio enterrado y medio contaminado con Plomo,
Quedan humaredas...

¡El Helecho soy!
La Diosa del cultivo de flores silvestres,
La Dama de cardos y espinas
Sobre el dolor del Talismán tejido en mi país,
¿Y cómo cavé las montañas?
¿Y tú qué has hecho entonces?
Sólo un puñado del suelo desplazado
Me embruja por siempre
Cenizas rociadas sobre Bozorgmehr y Yazdgerd y la Gran República
Mis cenizas esparcidas sobre mares y océanos lejanos.
Y he residido en las aguas del río Tigris por siempre
El rancio olor a humedad,
La araña que anidó justo sobre mi cabeza,
Y tú habías predicho todo esto
Ya lo habías visto…

El ritual de Nombrar ha terminado.
Apaga las luces. Mañana es sábado,
Oh, ¡no suspiraré!
¡Espejos han crecido sobre mi dedo índice!
Porque he llorado las aguas de siete mares en seis mil años
Y me he refugiado enfurecida en una silla en un rincón

Las aceras están desiertas.
Transeúntes son los perpetuos muertos
Y esta Zona Militar desierta
Ya no es residencial.

Me rendí al viento
E hice mi maleta
Entregando mi cuerpo
Y dándole mi alma a los parabrisas
Sucedió en un segundo cuando me volví pájaro de patio
Cautivo por miles de años
Hasta el amargo final,
Mis palabras fueron cenizas y dióxido de carbono; carbón...
El Helecho es una semilla salvaje y mal educada, desenfrenada, que no se le da un nombre, no se le llama por un nombre
Exactamente como a una hoja de lechuga: no le sucedió ser nombrada,
Pero es pelada, picada
Fea, retorcida y deforme
¿Por qué la nombraríamos entonces?


Mis raíces


Ves cómo la Vía Láctea se condujo sobre mis nervios.
Con mis bronquios, yo estaba arando el vago sendero de ser
Hasta la esencia de clavos de olor y raíces de achicoria.
Me aferro con firmeza al río Ganges,
Desde mis raíces a través del núcleo circular de la Tierra.
Descansando sobre su lado horizontal, crece arena suave y menuda
¿De quién la lava que te encegueció la otra hora?
Lo que has estado cocinando en platos congelados es la masa entera de todas las tierras tropicales.
Y has estado corriendo todo el camino sobre los meridianos
Y este volcán herido
Se ha vuelto inactivo por tu mano
Y has remendado la Tierra
Con dedos apenas marinados en menta y vinagre

¡Ah!
Las líneas se han mezclado y superpuesto.
¡Qué pesar!
A primera vista
Ni siquiera se me había pasado por la cabeza
Y tu voz no sería escuchada por mí
Mientras ha estado nevando desde ayer,
¡No hay noticias de las olas y la arena!
Yo caminaba en puntillas por el costado izquierdo de la Ruta de la Seda
Lagunas estancadas y pastos mórbidos
Su memoria grabada sobre una caja de metal
En la que tormentosos troncos y el ferrocarril y estos rieles
¡Caminan con pesadez!

Es un camino complicado, aunque parezca simple;
Adhiriéndose a las células que han mermado su crecimiento cancerígeno.



Error visual


Justo en el centro del universo
Desataron mis manos
Y me soltaron.
Esta es la tierra que tanto has anhelado...

(Un oscuro velo grueso dibujaba círculos negros sobre mis ojos
En un segundo muy temprano, el tiempo se sincronizó con mi reloj.
Mis manos aún no habían sido moldeadas,
Eran inmaduras,
Mi polvoriento rostro de arcilla
Mi Perfil sobre una escultura era el mismo desde el Génesis
Sólo oscuros círculos gruesos sobre mis ojos
Y mi garganta silenciada, sus vibraciones selladas y prohibidas).
 
Me han cegado y puesto un precio para sentarme allí a contar panderetas que no habíamos terminado ayer y dejamos para otro día.

He estado caminando sobre ríos, dividiendo los mares
Pregunta a la crónica por cuántos años dividí los mares

Una pupila encierra el mundo entero
Pero yo
Necesito desesperadamente un espacio de 7 milímetros para escribir sobre los márgenes de la piscina
¿De qué hablas?
Has estado durmiendo en mis brazos por tantos años
Gusanos han cubierto el centro del universo
Y esta forma redonda y doblada que perdura para siempre me ha despachado
¿De qué hablas?
El termómetro Fahrenheit muestra
Que mi temperatura ha subido un grado

Justo en el momento en que pudiéramos llegar al centro de la tierra
Seríamos un referente para ti
Bien, es la tierra que yo deseaba
Más miserable de lo que había imaginado
Su caparazón interior desollándome
Les han dicho a los barrenderos que nos barran para que nadie quede
Vale más que el costo de lo que me ha cegado
Está excavando los túneles de mi garganta
Y este suelo laberíntico
Su cáscara de lima
Es una tierra de siete milímetros de aquí a allí
No podría haber soñado este sueño fragmentado

Habían desatado mis sogas
Y yo no sabía adónde me llevaba mi viaje, me habían abandonado sobre un páramo, 
¡ya no me necesitaban!

Ah, ¡espera, hermana!
Espera
¡Yo he soportado todo esto!

Pero esta herida ha dejado una cicatriz sobre mi cuerpo
La única que no puedes borrar
¿De qué hablas?
Mientras robaban la mano derecha de Dios
Me he convertido en una piedra de perfil sobre esta tierra asolada por el hambre
He dado vueltas y vueltas para llegar al punto más misterioso de este círculo
Aquí hay un pedazo de tierra por cavar
Con un torso desnudo de Dios
En medio de un charco de sangre
¿Cuánto pagas por este trabajo?
El aire que apretó mi cuello sopla gustosamente
Tú me persigues como una sombra
Soy una luz y una linterna sobre tu camino sombrío
Son las dos de la mañana
Pregunta a las crónicas cuántos miles de años he caminado sobre el mar
Habíamos venido a observar el eclipse

Justo en el momento en que pisamos el centro de la tierra
Sólo una vena sombreada de mi aurícula derecha
Como una esquina que termina en un callejón sin salida
Ah, espera hermana
¡Espera!

Fue sin precedentes
Y había desaparecido de mi vista.

 


Ciudad como ajedrez, Teherán


Ves la ciudad en mis venas profundamente dormida
Como una oscura red sobre mi cerebro,
Destruidos fragmentos de mi memoria.
En la mañana las cosas fueron perfectas
Sólo un perro guardián penetrando sin cesar entre los párpados,
Seguro que las cosas fueron perfectas por la mañana.
¡Señales, señales y parásitos bombardeaban la televisión satelital!
Teherán
Como una sábana blanca, atrapada entre ropa colgada.
Aun así, las cosas están perfectas,
Olas moviéndose a mi alrededor;
Este miserable clima abrasador y bochornoso
Soy la única conductora girando por autopistas
Barandillas como líneas paralelas nos mantienen juntos
¿Giraremos por siempre?
Carencia de hierro y minerales,
Mercurio tan rápido como la muerte ensombrece ahora el borde de la mesa 
¡La temperatura acaba de bajar!
¡Teherán es la ciudad en mis venas, profundamente dormida!
Las barandillas nos adormecen
Las ruinas de la ciudad han sido dejadas sobre el borde. 
¿Terminaste de desayunar?
¿Saldremos por la derecha?
El prisma, gira adentrándose en el viento
Como nuestros labios resecos y ajados y la ropa en el torbellino;
Al observar siento alfileres y agujas en mis brazos
El tablero de ajedrez que hiciste
Con todos sus cadáveres
¡Surfeando sobre las aguas, las aguas de la metrópoli!


Rosa Jamali nació en Teherán, Irán, en 1977. Tiene una maestría en literatura inglesa de la Universidad Teherán. Ha publicado seis colecciones de poesía hasta el momento. Su primer libro, Este cadáver no es una manzana, es un pepino o una pera, se publicó en 1997 y abrió nuevos paisajes y posibilidades a la poesía persa contemporánea. A través de una sintaxis rota y juegos de palabras, describió un mundo surrealista en el que las palabras han perdido su significado y se han convertido en objetos confusos dentro de la vida cotidiana contemporánea. En sus otros libros, adaptó una especie de música de la poesía clásica persa y la impregnó de las cadencias naturales del habla, yuxtaponiendo oraciones largas y cortas. En sus poemas recientes, crea algunas capas de intertextualidad con la mitología y el misticismo persa. Desde entonces, ha creado obras que siempre han estado estrictamente comprometidas con las formas y conscientes de los estilos en la poética, divagando entre varios estilos y tradiciones literarias. Experimentar imágenes cristalinas, condensadas y basadas en el lenguaje que se inspiran en el estilo de los escritos visionarios de los trascendentalistas persas.

También es una traductora activa; con una antología de poetas anglófonos traducidos al persa. Profesor de poesía persa en la Biblioteca Británica, en los centros de estudios persa de EE. UU. Y ha contribuido a muchos festivales de poesía en todo el mundo. Es jueza en varios premios de poesía prestigiosos dentro del país y ha escrito varios artículos académicos sobre poesía, teoría literaria y escritura creativa. La selección de su ensayo titulado "Revelaciones en el viento" analiza la poética de la poesía persa. 

Ha traducido al persa poemas de Walt Whitman, Emily Dickinson, T.S. Eliot, Robert Frost, Joseph Brodsky, Ted Hughes, Sylvia Plath, Ezra Pound, Adrienne Rich, Allen Ginsberg, Louise Gluck, Sen, Roger McGough, entre otros.

Última actualización: 04/05/2022