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Cultura de paz, pedagogía para la vida

Por: Liu Xunfu
Traductor: Carlos Flórez

La guerra es la forma extrema de expresión de los conflictos. El odio a la guerra y el amor a la paz, son sentimientos comunes de la humanidad. Sin embargo, los conflictos presentes en todo momento y lugar, a menudo son ignorados por la gente debido a formas de conflicto menos intensas. En particular, los conflictos entre grupos dentro de una misma cultura, están obligados a encubrirse. En lo más profundo sufrimos, pero estamos tan acostumbrados, que no somos capaces de verlo".

Las ciudades y el campo son las formas fundamentales del encuentro humano. Las multicolores luces de neón de la ciudad, huelen al toque de la modernidad, mientras que la luna del campo es como el agua que fluye en las montañas, impregnada con la fragancia de la tierra. La cultura urbana y las costumbres del campo se fusionan en una coexistencia, donde difieren dramáticamente entre sí. Su interacción y mezcla continua, a veces provoca conflictos dramáticos en escenarios específicos de la época.

Como todos sabemos, la política de apertura ha provocado cambios revolucionarios en China. Con el colapso de las rigurosas barreras entre las ciudades y el campo, nace un nuevo grupo y, por un tiempo, ha crecido hasta una población de 270.000.000. Este grupo se conoce como Trabajadores Migrantes.

Se trata de un extraordinario grupo emergente, integrado por campesinos y trabajadores, cuya doble identidad determina que soportan una doble presión ya que, con el paso del tiempo, dan sangre, trabajo, lágrimas y sudor por cambiar la fisonomía del país y obtener un logro inmortal en el impulso de modernización de China. Mientras tanto, ellos y sus familias experimentan cambios que fusionan la alegría y el deleite con la fascinación y el desconcierto.

Como resultado de un espectro completo de razones históricas y realistas, se encuentran atrapados en múltiples conflictos:

Son numerosos y consiguen grandes resultados mientras acaban siendo un colectivo desfavorecido.

Sufren heridas y cortes en todo el cuerpo en los conflictos entre la civilización urbana y las costumbres rurales.

Se mueven de un lado a otro entre el suelo natal y el extranjero, a menudo encontrándose atrapados en un dilema.

Por un tiempo trabajan duro y se encuentran físicamente sobrecargados todos los días. Se adaptan a la deducción y mora del salario y padecen un entorno laboral severo que necesita urgentemente el mejoramiento de su protección laboral.


Reciben poca atención, y además con gran prejuicio, por lo que se lastiman emocionalmente y buscan consuelo. Se enfrentan a la soledad, el aislamiento, miedos y preocupaciones y quieren el alivio de su dolor.

Dada la variedad de problemas, los trabajadores migrantes necesitan enfrentarlos, y confrontarlos, superarlos y resolverlos, mientras tanto, la sociedad en general debe prestar atención y reflexionar sobre estos problemas, brindando ayuda para su mejoramiento. Sólo de esta manera se puede crear un eco ambiente cultural en armonía y equilibrio, donde la vida crece, se respeta la dignidad humana y se nutre plenamente su naturaleza.

Ciertamente, la comprensión se basa en el conocimiento correcto, ya que todo prejuicio debe infligir su daño. Cuando uno pone los ojos en los trabajadores migrantes, primero debe ver su entrega y responsabilidad, su tenacidad y resistencia, su alegría y placer con simpatía por su amargura y obediencia, sus lágrimas y dolor, su esperanza y expectativas, etc. Se debe adoptar una visión integral, una perspectiva desde múltiples ángulos y una lógica profunda para examinar la presencia de los trabajadores migrantes, a fin de establecer un enfoque integral, histórico y objetivo de interpretación de su presencia.

El mundo espiritual de los trabajadores migrantes, por ejemplo, está lleno de obediencia y resignación, aunque obediencia y resignación de ninguna manera se definen como rendición o sumisión, ya que se basan en la dignidad y deben respetarse. Por lo tanto, el poema Por favor, no te refieras a nosotros como “empleados corrientes”, destaca su carácter y dignidad, que creo es el foco de atención del poeta y la misión y responsabilidad de la poesía.

La Cultura de Paz que defendemos, está destinada a la eliminación de malentendidos, llenando los vacíos a través de nuestros esfuerzos conjuntos para acercar nuestros corazones, así como el respeto mutuo, una comunicación exitosa, buen entendimiento y tolerancia cultural.

¡Oro para que toda vida sea valiosa, todas las heridas sanadas, todos los malentendidos eliminados y todos los conflictos resueltos, en un mundo lleno de amor!


Liu Xunfu nació en Shenqiu, provincia de Henan, República Popular China. Sus obras le han valido numerosos premios en decenas de concursos nacionales e internacionales y han sido expuestas en el Museo Nacional de Arte de China, así como en otros museos de Japón, Corea del Sur, Singapur, Estados Unidos y Canadá, etc. Ha publicado más de seis libros de poesía. Como poeta, ha sido galardonado con títulos como "Artista y pintor establecidos en China", "Miembro de los cien artistas más influyentes de China", "Miembro de los cien calígrafos destacados en la China moderna", "Uno de los diez Hijos Filiales en las Llanuras Centrales”, etc. Ha sido certificado como “Talento de China a través del siglo” y premiado con “el 5º Premio de Literatura Popular de las Cien Flores”.

Pertenece a la Asociación de Escritores de China, la Asociación de Calígrafos de China y al Comité de Poesía y Pinturas Chinas de Estilo Clásico. Es director de la Asociación de Poesía China, la Asociación de Artistas de China y vicepresidente del Instituto de Investigación de Pintura China y presidente del Instituto de Pintura, Caligrafía y Poesía de Estilo Clásico Oriental de Beijing.

Última actualización: 27/04/2023