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"Mis poemas jamás me satisfacen plenamente": dice Bernard Noël

Por: Jorge Leal

 

 

Casi un centenar de obras avalan la trayectoria de Bernard Noël, uno de los principales escritores franceses de la actualidad. Aunque su poesía le valió un Premio Nacional, también se dedica a demoler en ensayos la sociedad actual, como en "La castración mental", obra que prologó su amigo Valente. Precisamente para rendirle un homenaje al poeta gallego, visitó Santiago de Chile.

- Dijo que la poesía es como "una pera inhallable cuando se tiene sed". ¿Y lo dice un poeta?

- Detesto la etiqueta de poeta porque creo que no se es profesionalmente poeta. Uno es poeta a veces, cuando escribe un poema, pero una vez que lo ha escrito, ya no es un poeta. Y, además, en general, me siento decepcionado por cada poema porque pensaba que sería mejor que eso. Un texto en prosa cuando está realizado, está ahí. Sin embargo, con un poema tienes siempre ganas de algo más. Ese algo más es lo que permite quizás que uno escriba otro poema. Como lector no me ocurre lo mismo. Si el poema es bueno y me satisface, me satisface plenamente, pero los míos, jamás. Siempre tengo ganas de más. Quizás es un sueño, pero quiero hacer el poema que logre que no necesite escribir poemas nunca más.

- ¿Y alcanzará ese sueño?

- Sé que no ocurrirá. Soy demasiado viejo. Incluso si fuese muy joven, sé que no ocurriría. Porque sólo hay una manera de acabar lo que sea y es morir. Es la muerte la que hace que algo acabe, quizás bien o quizás mal.

- En un mundo dominado por la imagen es incluso inútil la prosa…

- El fenómeno creado por la televisión es la castración mental porque el flujo de imágenes ocupa la cabeza. Ya no piensas.

- ¿Cómo conseguir que la gente vuelva a pensar?

- No lo sé. La única cosa de la que estoy orgulloso es de haber inventado una palabra para definir el problema. Es "sensure" (privación de sentido). Es necesario comenzar por denunciarla. El papel de la televisión es fabricar un escaparate para los anunciantes. El único mensaje en realidad es la publicidad. Y se puede vender al ministro de Interior, Sarkozy, la policía, el fascismo, como se vende la Coca-Cola. La clientela de un canal es el espectador, pero no se le trata como a un cliente, sino como a una cabeza de ganado. Todo eso forma parte de la sociedad de consumo. Pero, ¿qué consumes? Consumes el embalaje. Lo cambias y la gente compra creyendo que es nuevo.

- Lo veo pesimista...

- Claro que sí. Soy muy pesimista, pero activo.

- Hasta es pesimista respecto al futuro de la literatura...

- Es por el lenguaje. En la fascismo hay un vocabulario mínimo y se ha excluido la argumentación. Ahora se responde "sí" o "no". Es un lenguaje binario. Es cierto que la informática es un lenguaje binario, pero el hombre no es binario ni es una máquina.

- ¿Está inquieto por lo que está ocurriendo en Francia?

- Es terrible. Soy muy pesimista porque de esa gente, y hablo de los ministros, se puede esperar lo peor. Yo comparto la revuelta. Ellos no tienen trabajo, esperanza o futuro. Y son cientos de miles. Es normal que eso explote. Si esto sigue así, acabarán diciendo que fue Al Qaeda la que hizo estallar la revuelta y fue espontánea y desesperada.

Última actualización: 14/01/2022