English

Franca Bacchiega, Italia

Franca Bacchiega, Enrique Buenaventura
10º Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Franca Bacchiega
Traductor: Cristina Sandoval, Javier Lopera y David Almario

Inéditos en español

Vagabundo

Ojos de Aqueronte
clara iridiscencia de deidad
que se torna azul
por contactos fugaces con la tierra
presente todavía en las míseras señales
de andrajos y melenas primitivas:
caótico (también sapiente)
en sus soliloquios
en los fragmentos de una historia
como sembrados en el viento
en su andrajoso vagar
en soledad por las campiñas
en el verde más intenso
del trigo en pleno invierno...

...y escucha entre ramas de zarzales
el reposo de los bisabuelos
e imagina corolas
mucho antes de ser prometidas
por la lluvia .

Pero no se apropia del tiempo
y nunca paga las cosas
que le llegan cantando
entre sueños.

* De Verdementa

 

Corre la noche
un tren
la atraviesa silbando
la noche
llena de preguntas
oculta su espléndida tristeza
con los perros junto al humo
y escucha
las lentas voces de la tierra
aguada en las sombras
entre las redondas colinas marchantes.

 

Pintura Almagre Roja

Óxido rojo
en la cal de la pared
esbozo de figura que ya habla en lenguas,
Forma femenina que se adhiere
al alma
de quien no se consagra al palpitar místico.

Figura aún inerte con aire metafísico
respiros, linos, cabelleras
de sauce llorón
perfiles inciertos en los límites del tiempo.

- Quizás una Virgen -
irrumpiendo del mito,
el primer aroma de su hálito
el primer gesto de insinuante sonrisa
entre las manos de quien traza sueños y duermevelas
manos plenas
de tiempo y de luz.

Atteriya (Reina de la Noche)

Incluso a través de las ventanas cerradas se filtra en esta noche de Nikini Poya,*
un aroma tan húmedo que ahoga los sentidos. Abro la puerta
al jardín lavado de luna- Qué silencio bajo la luz dorada
de la inmensa luna Puya, las ramas y las hojas están todas inmóviles-
en busca de Atteriya, Reina de la Noche,
y la encuentran,enredada, al lado del muro, sus hojas en verde profundo
luminosas en la noche lunar y cubiertas con capullos
de pétalos blancos cuyos centros sostienen sus estambres de puntas amarillas.
El aroma fluye desde la boveda arqueada, ola tras ola
memoria fluyente, deseo que se despierta. Alzo mi mano para tocar
la tracería de hojas, y un aguacero de capullos llueve sobre mí:
la tierra está cubierta de nieve
y recuerdo las palabras de Asclepiades
que los gozos de la Diosa del Amor han de encontrarse sólo en los vivos
y que todos habremos de yacer sólo como polvo y huesos
en el lugar de los muertos.

         De Grandine e grano

 

Sheherezada  

Sinfonía en el caos
llama en la niebla
solazas mientras cuentas
salvas por salvarte
simulas
narrando verdad
desvías la perversidad
con la fiebre de las historias
tensa
hasta violar la violencia
en las fibras de los sultanes
hasta jugar tu partida de ajedrez
contra la sombra
con las fichas claras
y donas sobre el flujo de la gracia
tu alma a un sueño
silabeando la paciencia
siguiendo los movimientos de la vida
de la que respiras tus fábulas intactas
y tu sonrisa sabe
del latir continuo, inadvertido
que de noche en noche
vierte vida
en el pulso de la tierra.

 

En la fuente de Andràz

El agua anida en las tinieblas
como el oro ella viene de la noche,
de las fisuras rocosas
luego de un recorrido de silencios subterráneos
brotan sin canto
las venas de la tierra.

Salta en el tiempo
en choque con el aire de cristal
salta con voz de contralto
en un estruendo vigoroso de noches en mi, en re.

A la sombra del cerezo
que humilde protege aquella gracia
en el encanto
en el milagro
en el frenesí de aquel nacimiento
ofrendamos juntos nuestras fuerzas

después en la orilla del manantial
en la transparencia líquida
que envuelve el surtidor como una canción
nos inclinamos
a beber a sorbos a la vez.

 

De Bolonia a Pesaro


Corre la noche
un tren
la atraviesa silbando
la noche 
llena de preguntas
oculta su espléndida tristeza
con los perros junto al humo
y escucha 
las lentas voces de la tierra
aguada en las sombras 
entre las redondas colinas marchantes.

 

Alfombras vuelan


La luz aflige al regreso de las culpas
nuestras y de otros
una historia opaca 
reemplaza la memoria de la llama;
una soledad gris 
aflora con la aurora,
enfilada en una procesión 
de días y de noches 
vertiginosas 
en el tedio del estancamiento
en la anarquía de los sones.

Y tú, forzada 
a horadar tierras inexploradas,
sabes que 
por encima, irracionalmente, 
en un oriente de silencios
vuelan 
alfombras inexplicables
dentro de la cúpula 
de un violeta milenario.

 

Pintura almagre roja 


Óxido rojo 
en la cal de la pared
esbozo de figura que ya habla en lenguas,
Forma femenina que se adhiere
al alma 
de quien no se consagra al palpitar místico.

Figura  aún inerte con aire metafísico
respiros, linos, cabelleras 
de sauce llorón
perfiles inciertos en los límites del tiempo.

- Quizás una Virgen  -
irrumpiendo del mito, 
el primer aroma de su hálito
el primer gesto de insinuante sonrisa
entre las manos de quien traza sueños y duermevelas
manos plenas
de tiempo y de luz.

 

Escribir


Vigilias nocturnas 
en la paz de la casa
sueños violetas en el alfabeto
que perfeccionan silencios y pregones.
Una sola
Cartapluma, 
luzsobrelamesa,
atenta al pensamiento 
y a quien lo lee.
Una lucha contra el tiempo
reacio a escuchar confidencias
plegado en ofrendas razonables
contra un dios que parece quedarse allá, arriba,
respirando sólo humedad.


Franca Bacchiega nació en Venecia y vive en Florencia. Es traductora, antóloga y docente de Literatura anglo-americana. Se ha ocupado de autores ingleses como T.S. Elliot y E.M. Forster, y de la novela victoriana. Tradujo Cawdor del norteamericano Robinson Jeffers. Es autora de un estudio comparado de literatura europea titulado Il doppion (da una consideraziones sull´sombra). Estuvo al cuidado de una antología de poetas americanos de origen mexicano titulada Bajo el quinto sol (poetas chicanos), publicada en Firenze en 1989. Ha publicado los libros de poesía Nella musica della fontane (Firenze, 1984); Niel cerchio di Arianna (Firenze, 1989); La via del cinabro (Milán 1990); Grandine a Grano (Firenze, 1991) y Storie Ufficiose (1994). Es autora de la novela corta Falce di luna (1987).

Última actualización: 19/01/2022