Kama Kamanda (Congo, 1952)
Kama Kamanda (Congo, 1952)
(Inéditos en español)
Siwa
¡Santuario de Amón, tierra de orígenes
Baobab
A lo largo de una ribera sombreada, extraña,
La búsqueda del equilibrio
¿Tu alma porosa está en busca de luz?
Los ancestros
Una oración secreta ocupa mi pensamiento.
Donde la sangre de los dioses se mezcla con el cuerpo de los hombres!
Vi la luz de los templos
Atravesar el río del destino
Entre los enigmas que me son prohibidos.
¡Oh Siwa, el Universo cesó de hacer revelaciones!
Martillo los sueños donde las fuerzas inmortales
Anudan mi alma a las potencias cósmicas.
Las aguas del mar están en mi corazón,
los vientos del cielo en mi pensamiento
y las arenas del desierto reviven en mis venas.
Ofrecí a Isis mis sueños en suspenso.
Y la sombra de Ramsés II abre sus palacios
En el espíritu del nuevo rey Bantú.
¡Oh tribus de mis ancestros!
¡Oh espíritus inmortales!
La Esfinge me llama donde la vida
Es río bajo la lengua.
Mecida por un dulce crepúsculo,
Una miríada de pájaros migratorios viven en paz,
Aprovechan la gracia del clima bienaventurado
Y llevan sus cantos al mundo del sueño
A contra-luna, un baobab entre las acacias,
Protege los nidos del viento y de los predadores.
La naturaleza se lanza hacia el silencio angustioso de la noche
Y rescata el alma de la vida del abrazo de la muerte.
Remueve tu memoria ¡Oh hermano!
¡Los mundos se confrontan en tu destino!
¡Las estrellas fugaces entre las sombras de la noche
Se confunden con los genios de nuestra existencia!
Tu cuerpo astral en las convulsiones del sueño,
¡Mezcla tu esperanza a las raíces de mi identidad!
¡La muerte, hela ahí, escondida
En lo más profundo de nuestra sangre!
No obstante la angustia sacude mi sangre
Y traza en el sueño un presagio de los dioses.
¿Dónde están mis ancestros, los Faraones?
¡Oh pueblo Bantú! Inmensa es la memoria
Donde las palabras han perdido el cuerpo de tus mitos.
La arena del desierto sobre tu pasado borra los pasos.
El poeta va y viene en tus leyendas
Cuando el enigma se agota de tu errancia.
¡El viento ha hecho resonar poderosamente nuestras pirámides!
Los maestros ocultos arrancan al silencio
El soplo de la palabra escondida
Bajo las arenas del desierto.
Oh estrellas relumbrantes en las edades de las civilizaciones,
Nuestros sueños vienen de las ruinas,
Nuestras voces de vientres sin fondo
Y nuestros recuerdos de órbitas huecas.
¡Oh canto surgido del fondo de las tinieblas!
¡Oh grito de desarraigados en la nada irreversible!
Prueba de diques bajo la tempestad
La sangre de nuestros muertos cubre las estelas
Que tiemblan como montañas