Michael Speier (Alemania, 1950)
Michael Speier (Alemania, 1950)
Llegada
día de vidrio carcajada de luz
que se desploma en los pozos del aliento
y calla entre los trenes
llegamos: blancos en el humo
y alas tenues, membrana diáfana
cruzamos los andenes
(quienes llegan ignoran
que las vidas son un mínimo embuste
sólo puedo esperarte
allí donde llegas
no existe la muerte natural)
se han abierto calles ante la resurrección
con rieles luminosos
por donde escapa la mañana
en el vuelo medito la pérdida
y te veo
Non sequitur
acaso el viento o acaso nada
en los profundos sillones de mimbre
de este astro
ahora hemos llegado
adonde empezaba la espesura
como si nos hubiera estado esperando
nacidos en el seno de la antigua secta
de rostros exterminados
resistiremos a buen seguro
nos retiraremos a la paciencia y a criptas demolidas
cual moscas de patas largas
y de oro
*
Olor de Metro
la impaciencia de un paisaje
hecho todo de metal
el pordiosero en el torniquete
silba su canción.
no hay fotomatón
que nos haga una imagen
de la rendija de cromo
surge callado el ticket
esa pequeña lengua amarilla.
Menosberlín
quita un poco el sol
se dice fácil
otros viven
en abrigos de humo
cornucopia fría
de débil voz
cuando abres la nevera
brota luz
por ejemplo delfos
en el blanco neón
poco antes del puente hacia
el zoológico
eso es lo que se espera
y ya aburre
las palabras siempre se anticipan
posteriormente al pensamiento
están en los contornos
ángeles listos
velas milagrosas en los
raíles
Playa de púrpura, oblicua
hicimos nuestra entrada
en el bar de las gorgonas
dormimos y comimos
los nombres frescos
de cada día
tú llamaste mejillones
a las piedras marinas, a la
papa: luna
pasaron frases lentas
en la ventana de las dunas
volaron serpientes
incandescentes cuerpo adentro
sobre el cañaveral
yo me puse a bañar las imágenes
metí el mar en el libro
tu cara
se desprendió
de la mía
Traducciones de Víctor Herrera