English

Juan Manuel Roca (Colombia)

Por: Juan Manuel Roca

 

Revelación de los espejos Yo estaba velando mi juventud entre los cirios. Había salido ileso de sus días de volcán en erupción: bares donde volaban botellas como pájaros, mujeres que portaban navaja entre sus pechos.

Mi juventud, que a veces iba entre la multitud abriéndose paso como Moisés en el mar rojo, que a veces iba por las calles desbandando gente a guadañazos, ahora estaba a cuatro tablas en la sala penumbrosa.

Alguien tocó a mi espalda con desgano: un hombre anciano se asomaba a mi rostro como a un antiguo espejo.

 

 

Arenga en el país incierto Vengo a decir que tenemos por nación la lejanía; a nombrar talón en casa de Aquiles, pleamar en casa del ahogado, caballo de madera en la Troya del sueño.

Mi cabeza porta un gorro como Rembrandt aunque el gorro de Rembrandt haya tenido una mejor cabeza. Digo que se agota la eternidad en los salones y rugen hambre y olvido como el tigre de Blake.

Las calles duermen bajo lunas distintas y sólo las cruzan los cantantes clandestinos.

El señor K. es juzgado en mi país por pregonar el sueño y el de la larga figura por hacer pastar a Rocinante en zonas de riesgo. Y los poetastros. ¡Ah!, los poetastros se tratan con dignidades de Cónsul mientras afilan su lengua como la espada del Cid.

Vengo a decir que la muerte envuelve al país en piel de asno, y el alba tiene manchas rojas en su camisa blanca.

 

Para Stefanía Mosca
 

Sueño con ángeles

Han llegado los ángeles en un buque de carga
MARIA BARANDA Por el sueño navega un barco cargado de ángeles. Vienen en cajas de madera, en guacales de tablones salvados de un naufragio.

Los marineros los ven comiendo flores en su cepo como reos andróginos de una mudez de ostra.

Su destino es un misterio. No se sabe si serán vendidos a un zoológico, a un circo, a un aviario, a un taxidermista, a un tratante de alas.

Por tratarse de un extraño contrabando - aunque no hay leyes marítimas que prohíban el transporte de ángeles en barcos-, por tratarse de un tráfico de sueños, el capitán evita tocar los grandes puertos del mundo.

Es como si el barco estuviera condenado a no anclar nunca, a viajar sin destino con la carga emplumada y melancólica. Cada día huelen peor, a pústulas y almizcle, los maltrechos ángeles en sus podridos guacales. La nave se enfantasma en la niebla apagando sus luces y sus voces. Y la tripulación empieza a impacientarse, empieza a impacientarse...

Cuernavaca, noviembre 17 de 1999
 

Piedra sobre piedra

Con las piedras lanzadas
contra mí
he construido
los muros de mi casa

ANISE KOLTZ
Con las que han arrojado a mi paso
Podría edificar un estadio,
Un teatro y un sonoro Coliseo.
La Bolsa de valores,
Dos catedrales y un cementerio.
El estadio para que tremolen
Sus banderas mis enemigos.
El teatro para que ensayen
El tiro al blanco del furor o el improperio.
El Coliseo, cepo de odio, foso romano
Donde rujan los leones de su ira.
La Bolsa de valores en la que fijan precio
Al vicio de respirar que me acompaña.
Una catedral con piedras de presidio.
Otra con vitrales y escenas de caza
En las que huyo, asediado por la jauría.
Y un inmenso cementerio imaginario,
Querida Anise Koltz,
Un inmenso cementerio
Donde abono las flores del olvido.
 
 

 

Juan Manuel Roca nació en Medellín en diciembre de 1946. Poeta, ensayista, cuentista, periodista, y crítico de arte. Por diez años coordinó y dirigió el Magazín Dominical del Periódico El Espectador. Ha dirigido talleres de creación en la Casa de Poesía de Poesía Silva y en las Universidades Javeriana, Nacional y de los Andes. En 1997, la Universidad del Valle, le otorgó el Doctorado Honoris Causa en Literatura. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus en 1975, el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia en 1979 y el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, por su entrevista "Carlos Fuentes, sus vasos comunicantes". Libros publicados: Memoria del agua (1973); Luna de ciegos (1975); Los ladrones nocturnos (1977; Señal de cuervos (1979); Fabulario Real (1980); País Secreto (1987-1988); Ciudadano de la noche (1989); Pavana con el diablo (1990); Prosa reunida (1993); Museo de encuentros (1995); La farmacia del Ángel (1995), Tertulia de ausentes (1998) y la antología Lugar de apariciones (1973-2000). Ha sido traducido al inglés, portugués, francés, rumano y alemán.

Última actualización: 22/06/2021