Agneta Falk, Suecia

Por: Agneta Falk
Traductor: Hans Leopold Davi
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 84-85. Julio de 2009.
OTREDAD
No es porque no te ame
que no puedo verte la cara,
es sólo que no puedo encarar tu rostro
sin eliminar el mío.
Cuando me miras, me volteo
De modo que apenas note tus ojos.
Si sólo pudiese mirarte
sin que tú me miraras,
podría comenzar a verte, descubrir
la curva de tus labios, semejante a
la mía; que sobre la cuesta de tus
mejillas corre un río tan profundo y oscuro
como uno junto al cual crecí, tan bajo
y seco. Y tal vez, si te atrevieras a
volver la mirada hacia mí y
vieras tus lágrimas
llenando mis ojos, podríamos empezar
a reemplazar ese infinito
miedo con amor.
MUJERES COMO TÚ
Le canto a
tu valentía
Fátima
y a la de todas tus hermanas
que portan la luz
en este período oscuro
yo se que
el "río de sangre"
entre
tu pueblo
y tu gobierno
debe cruzarse
no destruirse
y convertir las lágrimas en bombas
no ayuda
y en los huesos de mi hueso
ni siquiera puedo empezar a
comprender
a qué se parece
el no haber conocido nunca
la paz.
Son mujeres como tú
las que construyen puentes
construyen torres
que han de ser indestructibles
mujeres como tú.
Fátima (seudónimo) trabaja para Rawa, Revolutionary Association of the Women of Afghanistan –Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán-
OH ODIO
ser ahora
un pedazo gris de firmamento
sobre los álamos italianos
a lo largo del Ródano
y pensar en el muchacho palestino
abaleado de muerte, los soldados israelíes
hechos trizas
quien en lágrimas rompe
quien gana pérdidas
quien pierde ganancias
deliberadamente
sin pensar
quien acuesta su cuerpo
para morir
con el nombre de Dios en sus labios
aquí la seda se hace suave
sus ondulantes extensiones
son suficientes para envolverte
como una momia
pero en medio de estos pensamientos
el olor de un harapo manchado de sangre
es atorado en la garganta
de un toro despiadado
ahogándose con su propia sangre.
la larga lengua del otoño
se envuelve a un silencio
en el cielo un mirlo
clava sus alas profundo en el corazón
¿con los ojos cerrados a quién amas más?
¿con los ojos cerrados en quién confías más?
Estos pensamientos me matan también
y aquí viene la madre muerte otra vez
haciendo relumbrar sus dientes
LA REINA TRANCILLA
Envuelta en harapos
sobre una acera
en North Beach
duerme a merced de
los elementos
penetrantes ojos azules
entre un rostro abrasado por el clima
con una voz semejante a
un eco salido de un tonel
de purísima seda.
Eres tú ante ti quien me inclino
para escuchar
esos destellos sueltos
como pájaros salvajes
tan sencillamente complejos
tan deslumbrantes en su vuelo
desde tu paladar.
Sea cual sea el giro
que le des a tu historia
desde cualquier trono
donde hayas ascendido
nosotros estamos de rodillas
ante el centelleo de tu mandato
mientras le adviertes a unas jovencitas
cómo deletrear Nietzsche.
Danzarina sin hogar
con toda la parafernalia
de luz y viento
hilando un universo
desde un adoquín
de puro genio.
EN CUALQUIER PARTE CERCA DEL OJO
El aleteo del destino
Te sitúa allí
entre las costillas.
Ella entre un abrigo de múltiples capas
saliendo de la blanca nieve
alta y orgullosa,
inclinada sobre el lecho
desviviéndose
para complacer.
Quién fue ella quién era,
Cabello gris al inicio
un suave aroma a talco perfumado
en algún sitio cerca al ojo.
Quién dijo que tenías que ser feliz
como si ser feliz fuera un derecho innato.
La leona con su cachorro
consideraba cualquier cosa en su camino
como un regalo de Dios.
Pensar que todos salimos
más o menos del mismo agujero
en busca de la luz
con ojos apretados,
pensar cuán hermoso sería
algunas veces de nuevo gatear hacia adentro
y acurrucarnos en el nido materno
sin ser cortado, sin estar roto
empezar otra vez en el comienzo
inmaculados.
FUERA DE AQUÍ
para Silvia Baraldini
Pueden privarme del canto de los pájaros
despojarme de la luz y
de mi despreocupado reír,
impedirle a mis manos tocar
a quienes amo,
arrancarme la tierra bajo mis pies
romper mi cuerpo en dolorosos fragmentos,
convertir los árboles en muros,
pero no pueden impedirme
cavar un túnel
en mi corazón
que conduzca fuera de aquí.
VENDIDA
Si alguien me hubiera dicho
yo no lo habría creído
quizás yo estaba muerta
quizás yo estoy muerta
mi nombre es: Esclava
no recuerdo mucho ahora
hiede demasiado
si me acerco allí no puedo entrar
a menos que llene los huecos
pero el odio, la aversión
persisten en mí
es por eso que apenas miro
en el espejo
la única cosa que soñaba
era el cubrelecho blanco de mi abuela
mientras descendía, descendía
hasta la fetidez
la fetidez infinita
los desconocidos brotes velludos
la innombrable
la impensable inmundicia de todo ello
y cómo ella
lo mantenía tan blanco
entre la alimentación de las vacas
& la limpieza de los establos
cómo se limpiaba ella misma
tras la larga jornada de trabajo
antes de meterse al lecho
every day the smell of poverty…
cada día el olor de la pobreza
y yo tan enceguecida por una promesa de un extraño
de una vida en alguna otra parte no pude incluso
empezar a imaginar que la blancura de un
cubrelecho sobre una cama en un sucio pueblo
me guardaría de ir de ir, ir…
horas, días, semanas, por siempre
la abuela con su barra de jabón
el sol filtrándose a través de aquella ventanita
sus manos venosas limpiando
enjabonando el piso
pensé que yo podría encontrar algo mejor
y aquí estoy: VENDIDA
esperando que mi cuerpo
esté lleno de arena
para tapar todas mis aberturas
NO ENTRAR escrito sobre mi frente
pero ellos siguen viniendo
ya ni siquiera importo
ellos tienen penes y dinero
yo nunca veo
La libertad está sobre
el otro lado
del cristal
de la ventana
pero estoy hundida hasta la mierda
de vergüenza
no puedo moverme
pero sé
que no pueden comprarme
they get a dead body…
ellos logran que un cuerpo muerto
reviva
una y otra vez
yo seré siempre
para ellos nada más que un cuerpo
pero para mí misma
cuerpo no
sino sólo alma
de la libertad
It wasn’t me
With one gesture of her hands…
No fui yo
Con un gesto de sus manos
Ella crea un comienzo
Donde una vez hubo nada
Y luego otro
Y otro
Variando la profundidad de la sombra
Un rastro de señales
Para un viaje
Retornando al origen
Donde una vez hubo nada
Hay un coro de voces en mi cabeza, pero ni
una sola se atreve a venir adelante, a pesar de
alguna conmoción. Ellas gimen y tararean
una canción reticente de sueños y recuerdos sin
comienzo punto medio o final.
El infante de la fotografía, fajado en
tela comienza a llorar, levanta la mirada hacia
las morisquetas, bocas que se abren y cierran,
haciendo extraños sonidos.
La luz del pasillo brilla en mi alcoba.
A través de la fisura en la puerta puedo ver a mi
madre yendo arriba y abajo con mi hermano,
quien grita al extremo de su voz.
Él se encuentra inconsolable. Ella le canta, lo arrulla,
pero el tiempo que requiere calmarlo
parece interminable. Yo ya tengo quizás dos años, él apenas
unos pocos meses de edad. Yo yazgo en mi lecho
observando.
Somos mayores y compartimos la misma alcoba.
Le narro cuentos de terror hasta que llora, le cuento que
lo hallamos en un vertedero de basura, que su verdadera
madre era una prostituta y su verdadero padre un ladrón,
y que él debiera sentirse afortunado incluso de tener una
cama donde dormir, le digo que él debería sentirse afortunado.
El amanecer me sueña con el rostro pegado
contra el postigo de la ventana del sótano. Un bufón
danza adentro, levantando sus piernas hasta su
barbilla. Yo se que nadie creería nunca que
esto no es un sueño, pero yo se que el bufón
danzaba para mí y todavía puedo escuchar la gravilla
arañando las suelas de mis zapatos mientras asciendo hacia
la puerta.
It’s a boy!...
¡Es un niño! La comadrona me entrega a
Joseph Mirec como si él fuera el primer bebé
jamás nacido. Yo se que nunca habré de crear
algo más grande. Nada será tan total
de nuevo, tan inexplicablemente simple y complejo.
Las obra completas de Shakespeare no
se acercan a ello, la invención de la
bombilla de luz brilla crudamente como un recordatorio, y
únicamente durante estos pocos primeros segundos él es mío.
Desde ahora en adelante él se pertenece a sí mismo. En la ventana
abierta de nuestros vecinos de la puerta contigua
Leonard Cohen lleva a Suzanne río abajo
todo el día, mientras yo hago
galletas de semillas de amapola y pan de oliva. En la noche dormimos
bajo el peral buscando aire. Plantamos 300
semillas de girasol, 150 germinan y se encumbran
sobre nosotros todo el verano. Laura de Nueva York está
de visita, sobrevive con una dieta de coca cola y galletas
de crema.
Querida A
Me gustaría reunirme contigo en Viena, puesto que
no me gusta la idea de que estés sola
ni de estar yo misma sola, pero me encuentro ahora
a la vista del otro lado de Saturno,
y no tengo control de la fuerza que
me conduce allí.
Escribo esto con mucho cuidado y lentitud
porque no deseo turbar tu
periodo de recuerdos, y en cualquier caso
el barco está oscilando tanto que a menos que
escriba lentamente no serás capaz de verme.
No te he extrañado en los últimos 200 minutos
y 50 segundos, pero estoy empezando a extrañarte ahora.
¿Me esperarás? Tengo cosas qué hacer antes de
que regrese, una de las cuales es terminar esta carta.
Luego tengo qué lavar, vestirme y
prepararme yo misma para una audiencia con la Infanta.
Tengo unas pocas palabras qué decirle a Tu Fu también, y terminar
mi poema decimo primero. Hay montones de moscas aquí
que nunca antes había visto. Creo que ellas deben
reproducirse en el mismo fango donde caíste el día de hoy,
y yo estoy teniendo dificultad, como tú, para ver
9/11
I
De la nada dos pájaros plateados.
Las Gemelas colapsan,
ahora ZONA CERO, un gran hoyo de nada.
Luego, él dice: "estás con nosotros o
contra nosotros".
II
Él era un buen hombre, ella era una buena mujer
Ella deseaba lo mejor para todos, él deseaba
lo mejor. Él amaba a sus niños. Él me telefoneaba
dos veces al día,
ella me telefoneaba cuatro veces al día. Él era tan
buen hijo,
ella era tan buena hija. Él vivía por su
familia,
ella vivía en la oficina. Él siempre me hacía
el desayuno.
Ella tenía un futuro tan brillante. Él tenía apenas
veinticinco años.
Él jamás dijo una mala palabra sobre alguien, ella
nunca hablaba
mucho. Ella apenas llevaba cinco años en
el país.
Él era un buen norte americano. Ella una buena
cristiana.
Él era un buen musulmán. Él era un buen judío.
Ella era
una buena católica. Ella acababa de tener un bebé. Él
se acababa de casar.
Ella vivía con sus padres. Él siempre llegaba
primero a la oficina.
Ella era siempre la última en salir. Él era
el mejor
amigo, padre, hijo, del mundo. Ella era la
mejor madre,
hermana, amiga, del mundo. Ella era la única hija que yo
tenía.
Él era el único hijo que yo tenía. Ella era buena. Él
era bueno.
Ella era buena. Él era bueno. Ella era buena.
Él era bueno.
III
Ahmed acababa de dejar su casa cuando una bomba
cae
y por un error de precisión aniquila a su familia
entera.
"Con esta tierra agonizante como mi testigo, nada
hice",
sus brazos como aspas de molino, su corazón repleto de agujeros.
CONTINUO
Yo escuchaba como un ladrón entre la noche
atenta al latido de un corazón
entre el vientre de mi madre
donde yo nadaba sin saber
que 59 años más tarde Isabela Rose
habría de salir nadando del vientre de Manuela
siguiendo precariamente un sendero
que desciende por los brazos de unas mujeres
vinculadas por corazones trepidantes,
Oh, ese interminable deseo de continuar
.
Traducciones de Rafael Patiño Góez
MUY CERCA DEL VIENTO
Nunca jugué golf y nunca
billar, nunca adiestré a un perro.
Nunca conduje una moto pesada
o navegué a la vela cerca del viento.
Y a veces me abandonó
la audacia
para persistir en una palabra
como nube y bosque.
Pero siempre veo más
a mis prójimos
hasta el fondo de sus caras
infantiles.
CAMPANA
Por la llanura de Tracia
vuelve el camino a la ciudad.
Montes Rhodope y Balances
bordean la llanura. Un acompañante
señala el monumento
a los caidos
en la batalla decisiva:
Hierbas del verano
de todos los guerrilleros orgullosos
los restos del sueño
anoto Matsuo Bashô
en la campina de Hiraizumi.
LIEBEFELD
Al pasar despacio de largo
cuento los bancos de reposo
ante la ventanilla. Avería
en la garita de senelas de Liebefeld
comunica el revisor. En el terraplén
achicorias y romeros en flor.
Y oigo el grito jubiloso de un niño
que tantea el mundo.
PINACOTECA
Nubes pasan de largo
inmóviles y ligeras
lluvia cae, cae.
Una de las mujeres vierte
leche, la otra
peina su cabello, desde
hace quinientos años:
No la vida, dijo
Malraux, las estatuas
darían testimonio de nosotros.
VERANO DEL SIGLO
A través de las persianas
observar el verano
su piel polvorienta.
(Un representante de cosmética se arregla
ante la puerta de la peluquería
nudo y corbata).
Bajo el viento de fuego se marchitan
las hierbas, negro
florece el alquitrán.
TRABAJO DE DUELO
Día tras día se arrodilla
la viuda en los arrietes
acechando a los gusanos blancos.
Los domingos coloca
para celebrar el día
un pato de porcelana en la hierba.
DESCANSO
Maíz, altura de hombre, y
cuervos en la hierba baja.
En la tierra labrada
luce la siembra de invierno.
Detras del granero se apoya
el labrador en la labradora.
VUELO
Sólo remando con los brazos
volamos noches enteras
por la región
los observatorios astronomicos
brillan.
De los tiempos del Neandertal
se ha descubierto
la sepultura de un niño
que yacía sobre el ala
de un cisne: Ese vuelo
nos pone a salvo.
ESTADO DE LAS COSAS
Al duro sonido
del ganado de porcelana que ha chocado
nos hemos despertado.
También los otros
objetos de la habitacion
jarrones, cuadros
simplemente no están
ahí ahora.
Su presencia acechante
puede en cualquier momento
convertirse en pura
violencia.
FELICIDAD
Esa absoluta confianza de ayer
cuando el cielo estaba azul.
Y las casas
se dejaban balancear
sobre la palma de la mano.
VIENTO CALIDO DEL SUR
De repente
esta desesperación
querida.
“¡No me toques!“
En un santiamén no se sabe
nada de nada.
Nada hay más que bancos verdes
en el horizonte
un día claro.
Y los cazadores
apuntan con sus escopetas
a caminantes.
LIQUIDACIÓN
Aún cuelgan en el balcon
las pieles invernales del año pasado
mi amarillento vestido de metáforas.
Es hora de derribarlo
antes de que caiga la primera nieve
que me llene los bolsillos viejos
otra vez de frío.
HORA PRELIMINAR
Moisés, el zorro del desierto, vive.
No ha dejado
de colocarse delante de su pueblo
incansablemente.
De hablar con sus manos
y de hablar de dios
el enojado y el justiciero.
De dios que se vuelve hombre
y del hombre que se vuelve dios.
En todas la plazas del mundo
está él y alaba
y ensalza una tierra prometida
allende la sequedad
y pataleando con los pies.
Él aboga por su pueblo
al que ama más que a sí mismo.
Moisés no ha muerto.
Ha cambiado solamente su nombre
la leyenda del junco y de los milagros.
Sus hijos siguen tocando la trompeta
y a cada hora puede suceder
que se presenten ante Jericó
y el mundo
y en el mundo la tierra prometida
se reduzca a polvo.
EN HORAS DE INTENSO MOVIMIENTO
De las ciudades las arterias de tráfico
conducen a atardeceres
que ya no desembocan en parte alguna.
Casi a diario uno no vuelve.
Sin resultado terminan las pesquisas
la hoja del acta queda en blanco.
Si se me interrogara
yo podría dar testimonio.
SOPA DE LETRAS
El alfabeto se precipito
de las palabras:
Sacamos
el caos
a cucharadas.
FUSIÓN
El que se enfrentó a los molinos
de viento
el guerrero valiente
se ha acogido a su enemigo
como amigo
se ha hecho molinero.
Agneta Falk es una poeta y artista visual nacida en Estocolmo, Suecia, en 1946. Fundadora del grupo de teatro político The Pantalons of Stockholm. Después de estudiar teatro y literatura, se mudó a Inglaterra al final de los sesenta. Allí enseñó actuación, comunicación, lectoescritura y escritura creativa. De 1992 a 1999 fue codirectora de Word Hoard, una organización promotora de la escritura que organiza eventos poéticos comunitarios. Dirigió un grupo de escritoras y trabajó con enfermos mentales. Ha tenido varias comisiones literarias, en colaboración con fotógrafos y otros artistas. Recibió un reconocimiento de la oficina para las artes de Yorkshire por su primer libro Here by choic’ (Aquí por propia elección, 1980). Fue coeditora, junto a Judi Benson, de The long pale corridor (El largo corredor pálido, 1995), una antología de poemas sobre el luto por un familiar, la primera de su clase. A finales de los 90 se mudó a San Francisco, donde hace exhibiciones y lecturas de poesía con frecuencia. También pasa parte del año en Inglaterra e Italia donde participa en lecturas en festivales y otros eventos. It’s not love/ It’s love (No es amor / Es amor) fue publicado en el año 2000. Su poesía ha sido traducida a varias lenguas y está por publicar un libro en Venezuela. Ha asumido un fuerte compromiso en contra del tráfico sexual, que ha llegado a ser también un tema frecuente de su poesía.
Here by Choise fue publicado por Trigram Press, Londres en 1980. En 1996 fue coeditora con Judy Benson de una importante antología de poemas elegíacos, The Long Pale Corridor, publicado por Bloodaxe Books, Inglaterra. En el milenio, Multimedia Edizioni, Italia, publicó su colección de poesía más importante en una edición bilingüe, It's Not Love, It's Love. Sus libros más recientes son Heart Muscle (Multimedia Editions, 2009, bilingual) y She, publicado en Los Ángeles, 2009 por Caza de Poesia.