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Jenny Tunedal, Suecia

Clausura del 20º Festival Internacional de Poesía de Medellín
Fotografías de Nidia Naranjo

Por: Jenny Tunedal
Traductor: Ángela García para Prometeo

PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 86-87. Julio de 2010.

 

MI GUERRA

Lo privado no es privado,
lo universal no es universal
Mahmoud Darwish

                           El perdón no es el fin de la amnesia

Quiero estar donde está la guerra.
Quiero quedarme en casa cuando los otros salen.
Para mí no hay brillo solar ahora.
El dinero no lo es todo. Una gota de aceite de oliva vale más 
porque es inocente.
El pequeño niño vale más porque tiene más
tiempo para sí.
Un ciruelo significa que florecerá abundantemente.
La derrota está en las reglas.
Hacemos todo para aumentar el valor de la verdad.
Nadie tiene poder.
Todo es una práctica para el olvido.

 

LO NORMAL ESTÁ PROHIBIDO DESPUÉS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

Después del calor de los últimos días, crece la impetuosa
Buganvilia.
En papel grueso, atiborrado de signos, preparaciones,
sellados a color.
Desalentadas faltas y carne inquieta.
A veces promesa, a veces amenaza.
El marrón se quiebra primero en los adultos que lloran.
La descendencia directa puede ser falta, un color o
una mala mano.
Una piedra más intensa y más veloz.
Su debilidad es indefendible.
En las fotos se ve mejor lo que recordamos más
nítidamente
Flor de avellana, mimosa, muros. Todo brotará y se
destruirá en abundancia.

 

PUESTO QUE LA INQUIETUD ES TAN EVIDENTE

Las partes del este se vacían de sentido.
Lo visto se mueve, crece muy lentamente, despacio, se aparta,
de  lejos de la luz que dura o hermanos que no se mueven.
El color es como inolvidables movimientos.
Lo que conocemos como caída lluvia de verano caerá ondeante
encendida caída después que la tierra cae.
Ahora ni una sola hoja se encrespa.
Pino tras pino reemplaza el paisaje y lo cubren.
Llenas tu casa con las siempre más difíciles combinaciones.
Un día yace como un diseño en todas las palabras.
Una ciudad significa quizás nostalgia o casas de la carne.
Tienes que aprender otras lenguas.
Cuando digo que algo destroza mi corazón imagino alguien otro.

 

LA CONFIANZA ES UN JUEGO

No nos movemos más. A lo largo de la tierra el piso es totalmente plano.
Dudosamente, como un ocaso o algo indescriptiblemente
suave que nos toca.
Noche o algo indescriptiblemente oscuro, a medias sumergido
en el verde que brota.
Una selva ahí fuera, verde yendo hacia lo rojo.
Es inevitable que te veas más pequeña y completamente
quieta en el calor que semeja agua en los labios de alguien
o en pequeño lago.
Nada se deposita cuidadosamente en la memoria.
Quizás como una promesa común o una sobredosis de humedad.
En realidad no se puede ver.
Una guerra un desierto, otra persona extrañada por una tercera.
Que se dice cuando no consigue imaginarlo.
Nos reímos de esto, vacilantes, como de un crepúsculo o algo
de compasión indescriptible que lo toca.

 

 

Una flor crece como
blanca herida curada y prosigue
en el espacio entre nosotros

Comienza con un acto de luz.
Extiende y quiere ver lo extendido.
Un rápido edificio llamado defensa.
Sin ser un movimiento hace que tu mano se anude,
gesticule, salude.
Crece  y baja de nuevo a la tierra, el cielo está
atravesado de luz.
Cuando cae se puede pedir un deseo.
Esperamos hasta que no exista.
Y es divisible.
La disciplina está compuesta por ejemplo de recompensa, dominio
y diferencia.
Y continúa en el espacio entre nosotros.
Mientras tanto, evitas, como yo, el dolor mediante la conversación
como si las palabras fueran puestas de sol y nosotros tuviéramos
                                                                    nuestras razones.

 

 

EL PERDÓN NO ES EL FIN DE LA AMNESIA

Ella expresa la distancia especial entre ambos.
Luego uno puede orientarse en el espacio.
No existe una noche común.
Es el agua que corre y la luz estelar.
El espacio sigue oscureciéndose y difusamente se deshace.
El sol sigue abriendo lugares en las casas de los otros.
Pareces agua débil presionada por el cielo
contra la parte de arriba.
Sólo una lámpara puede estar así de quieta o amarillenta.
Y la sombra es luz sin intención, sonriente, sin esperanza.
Mira si todavía existen horizontes y a través de ellos
los pájaros más oscuros.
Tu rostro, sin el cuerpo, regresa en mis
hermanos y mis gestos.
Otra nube.
Otra nube idéntica.

Tal como repetición.
Tal como lo ajeno y diferente.
Nuevo corte de cabello pero sin dolor.
Lo negro en los ojos, negro en sus alfileres, viejo rastro, estigma,
lapiceros.
Es sólo en el uso que algo realmente se aligera.
No discutimos ciertas decisiones, no critico tu dormir.
Revelamos la debilidad resplandeciente de la arena.
No hay arena en el dormitar, las huellas en las blancas huellas
dibujan mapas de los desiertos.
Una constante armada y el suelo llamado los territorios.
Recuerdo todo lo que no dijiste.
Me lo dices por consuelo?

 

PORQUE LA AFLICCIÓN NO ES INQUIETUD

Exactamente qué trajes embellecen más sus brazos.
No puedo contestar la pregunta sobre lo que permanece.
Lágrimas, dijo la voz clara en la calle.
Ella se inclinó y lo besó.
Todo era rosado y cercano.
Una tela de seda arrancada de las manos de alguien, tan blancas
envolviendo firmes brazos, ningún abrazo, cayendo, penetrante blanco,
penetrantes manos eliminadas, las manos vuelven a la cabeza,
una nube que se come otra nube, hermanos iguales.
Un tejido parecido a la condiciones de ella.
El pliegue que vuelve a poner la cabeza en su lugar.
Se quiebra la luz casi sin peso.
Da igual cómo cae la luz.
La luz cae sobre la débil boca de ella y él con manos
extendidas, este lugar u otro, nuestros fríos rostros iluminados,
que se parecen entre sí como una guerra se parece a la guerra.

 

*

 

Quiero que la extraña
gente se me acerque en la calle y
me dé el pésame

Estábamos ahí al final del viaje y la llegada oscureció
la ya clara memoria.
La fortuna no se puede describir, un pequeño sentimiento de suave euforia.
Junto a mis pies está la tierra lisa y trae arena
tan blanca que puedo moverla.
Acuérdate del océano y con el mismo aliento de la destrucción
del océano.
Acuérdate de mi nostalgia reunida.
Toda nostalgia es como la semejanza del sonido en abundancia.
Todavía estoy en la arena mucho tiempo después.
No existen las mismas condiciones.
Quienes mueren mueren extremadamente anónimos.
Alguien envía un camarote a través del Atlántico y
después llora.
Tampoco esto “se merece”.

 

PRIMERO ESTAMOS SEDIENTOS

En el jardín los árboles dan apariencia de lentitud y de envejecer en extremo silencio. Hay un vaso sobre la mesa. Ahora es posible saber y ofrecer sed y sombra. Contemplar por ejemplo el vaso como luz. Sobre la mesa el vaso conteniendo agua ante la que cerramos los ojos, cegados por las lágrimas, evitamos decir algo afirmativo.
Poseemos el agua, el vaso cae a través del aire con y a través de la ventana. Ofrecemos una sed. Si no aterriza en la hierba entonces e incluso mientras el agua, a trechos, escasamente humedece la hierba para nosotros. La que no tiene color pero llegara a oscurecerse.

 

ELLA SOLA COMPARTIÓ LA INQUIETUD

Alguien posee la blandura en forma de nube y distancia dispersándose callada. Y la distancia es también forma. Ella ha sacado una funda a través de la puerta, a través de la luz infinita y en lo que sigue siendo espacio. Una noche no puede poseerse o saciarse. La oscuridad está todavía en la tierra y casi. En esta escasa hierba, la blandura, la memoria, un contexto más grande, luces, pájaros. Otro día con golondrinas bajas como la nube y no lo pudimos creer. La idea nuestra de poner esta memoria en medio de otros árboles es retornar y la idea es una cavidad en la alfombra del verde encubridor. Y extrañar a alguien con la fuerza del amor eterno. Quiero decir una rara sensación. No es rosa. Un rojo en la oscuridad contra la boca. Nuestros labios comunes.

 

SU OLVIDO NO VIENE INEXPERTO

 

Ella sabe ya que va a continuar olvidando. Por ejemplo ha re-emplazado algunas palabras. Tú, no yo, todavía. Propietario de perro, madre de gato, cultivador de jardín, niñera, inteligencia. Quisiera parecerme a ella. Respirar, llorar o si es necesario hablar en el jardín. Los dedos, dijo, cáscara en torno a los movimientos del cerebro. Me acuerdo de la rosa y un vaso y ella cubre el trecho a través. Con mi porte de alguien claudicando, se esparce y se esparce. Rosa, geometría. Nos repetimos mutuamente, lentamente y con más facultad. Miramos y somos objetos ciertos. Un lugar en el cuerpo no es ninguna posición. Mi cuerpo es para mí sólo un fragmento de la muerte, no existiría ninguna muerte para mí si, como ella, yo no hubiera tenido cuerpo. Quisiera contestarle.
La luz siempre conduce a su contenido y su falta de contenido.
Describe un acontecimiento real que has vivido. Describe la sombra. Describe la casa cuando ya no estás más. Describe el empapelado, lo biográfico. El gusto de lo dulce. Las plantas nativas. He oído que me amas desde hace tiempo. Recuerdo que contesté.

 

EXPERIENCIAS DE SOLEDAD

Nadie experimenta la misma soledad. Mi soledad se parece a un duelo, mi desolación, mi devoción, mi impresión de la mezcla de muro y revoque. Es distinta a la de mi madre o mis hermanas.
Tu soledad se asemeja a la de un libro.
Muchas personas llegarán al mismo tipo de soledad en muchas situaciones distintas, especialmente la muerte. La de un pariente próximo, la de un amigo o la de un animal doméstico. La soledad de un animal doméstico es infinita, porque ellos no tienen la comprensión del tiempo. La experiencia no es ninguna garantía para la capacidad de manejo de la soledad. La situación no está muerta, pero puede llegar a entenderse así. La soledad de la propia vida, se eleva, se engrandece, adquiere absurdas proporciones. ¿Cómo esta soledad, su extensión en el tiempo, se puede llevar? ¿Y por quién?

 

Quizás las ceremonias en diferentes momentos son la más agresiva manera de manejar la soledad.
1.       Navidad
2.       Boda
3.       Los días del santo.
4.       Los viajes en tren.
5.       Las noches (este pequeño movimiento con la mano cerca al sueño que nadie siente nunca)

La soledad de un hombre puede ser más grande que la de una mujer y conducirlo a un menor número de conversaciones, contactos corporales que no sean de tipo sexual o con un animal doméstico. Lo cual puede llevar al extravío o al olvido.
Una soledad que ni se parece a la mía ni a la tuya dura una vida cada vez mayor y cada vez más maligna.

 

EFECTOS DE LA SOLEDAD

Hay soledades que enriquecen y soledades que envenenan y nos empequeñecen. Nos decimos que todo está bien y que no necesitamos a nadie. Especialmente ningún hombre, especialmente los hombres, de acuerdo a la expresión “Solos somos fuertes”. El camino fuera de esta vergonzosa soledad suele llevar a través de un doloroso reconocimiento de que nada tiene que ver con la autosuficiencia, se trata de otra palabra para una nostalgia sin respuesta. La soledad también puede deberse a que nadie ha encendido tu fuego. Puede volverse más dolorosa a veces y durar un tiempo mayor como si no tuviera fondo. La experiencia de la soledad no depende necesariamente de circunstancias externas. Hay extraños sonidos cuya distancia ayuda a aclarar la diferencia entre la ya experimentada soledad y la que nos espera. Las oscuridades de una noche contienen diez mil diferentes llamaradas que se destacan y horadan sin que nadie las pueda ver. Un hombre puede decir lo suyo junto a mí hasta que me duerma pues sólo entonces puedo dormir, lo que significa que no él no quiere ser solo y que al mismo tiempo no se siente solo cuando lo pide. Lo cual me hace pensar en familias y otras situaciones donde la soledad es tanto demandada como prohibida. La pregunta que erróneamente se plantea, o la carencia de ésta da origen a una nueva soledad. A una solitaria furia. Esto también puede tener su origen en que nadie ha encendido tu fuego.

                   

EL COLOR LE SIENTA BIEN

Sus encajes se derraman tan blancos en el piso que parece luz. La hierba creciente no ha concluido. Su trabajo no ha concluido. Digámoslo inconcluso. Ella hará estragos con la hoz. Pensamos en el sonido y en la inmediata luz celeste. Añicos en noches salvajes. Decimos blando y queremos decir carne y nostalgia o cuchillo y mantequilla. Ella ha sacado una funda a través de la puerta, la interminable luz y lo que indica la existencia de luz y es como vidrio esparciendo diferencias. Se le ofrece una mano auxiliadora. ¿Es esto hacerse a un lado? Ella dice, defensa. Y se interrumpe:
El amor puede hacer todo menos despertar a los muertos.


Jenny Tunedal  nació en Suecia en 1973. Publicó su primer libro, Hejdande, hejdande sken en 2003, luego siguieron Kapitel Ett (Wahlström & Widstrand, 2008), Handflata: Du ska också ha det bra (Eolit förlag, 2009). Een 2003 recibió el Prince Eugene Cultural Award por su trabajo como poeta, crítica y editora de Lyrikvännen. Su permanencia como editora de este periódico, fundado en 1954, uno de los más viejos y prestigiosos en Escandinavia, se ha caracterizado por un intenso interés en la poesía de otras naciones, incluyendo la poesía norteamericana. Tunedal ha traducido poetas tales como Sylvia Plath, Claudia Rankine y Emily Dickinson.

Última actualización: 25/01/2022