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Juan Carlos Yarce

 


Nació en Medellín en 1981. Perteneciente a una familia humilde y tradicional del norte de Antioquia, en Santa Rosa de Osos. Se graduó en Derecho en la Universidad de Medellín, donde se especializó en Derecho Administrativo y Legislación Ambiental. Escritor empírico hace más de 15 años, tocado por la poesía de Porfirio Barba Jacob, Julio Cortázar y León de Greiff, y de músicos como Cerati y Bumbury.


Simulacro



Ningún oráculo hubiese previsto esta resulta
Luego de amaneceres turbios y cristales esparcidos
Remembranzas rituales circulares de venganza de noche en noche
Tribalizaciones de la razón por deportaciones de un falso amor
Invenciones de demonio en lagos alcohólicos;
Me sospeché como un tenue humano
Una mirada me recorrió depurándome el existir,
Dejé de andar por andar en versiones de respiro
No más ensayos simplones de seducción
Tampoco los días de ficción y desgaño por lo de sobre la piel
Acabaré con mis galerías de máscaras y confidencias placebo.
Se borrarán las marcas de aquellos gitanos con tribulaciones
Aunque el no olvido se siente a vestir mi destino;
Han llegado comisuras retadoras en glamur y bohemia
No más encarnaciones mezquinas, ya nadie saldrá vivo de este túnel
Aquellos que vendrán se quedarán a poblar mis tumbas.
Mi destino deja de ser ajeno por una creación menos vulgar
Las danzas de azul contra rojo en ebulliciones de ruido
Me blindarán ante las tretas de la piel y química frígida.
Mis perversiones vasallas del odio se van acurrucando
Dejaré vengan sábados azulados y prólogos de helado
Mientras se va zurciendo esta cicatriz en 3D
Sé que ya no sirven mis redundes de kamikaze
Porque la muerte huyó, el destino duerme y la suerte se embriaga conmigo
Entonces tú; forma temerosa y dulce “garrada”
Estoy listo para jugar el extranjero si juegas a quedarte…


Sonrisas climáticas


Se desajustan las letras por el diván
Me tiendo en él para terminar un cigarrillo
Fingir paciencia en tus colapsos de vida
Donde después de perderte me extravié
Lo que ves supongo no es lo que soy
Dejé la metáfora en la última conversación;
Plagada de caos en mi pasividad neurótica.
Las sonrisas vienen a mí sin desconectarte
Mi futuro lo reconstruyo en rostros distintos
¡No encajo! ¿Y tú tampoco conmigo?
Tus canciones este periodo climático
helan y hierven mi cabeza mientras corazón
Vas mutilando mis instintos, eso por no poner
tinta melodramática-romántica en esta página.
¿En fin, donde está el fin? Por fin... ¡Ja! Ni así lo quiero
Después de tantos rodeos y argumentos resulte masoquista
U optimista del “habrá tiempo”
“Minutos” que se consumen y ambos en ellos
Lo que vi en un reloj ahora lo cuento en calendarios
Mi corazón fisurado e intacto ¿por qué?
De mal humor consigo mismo por mi “obstinación”
Tratando de creerme tus composiciones de fingida lucidez
Donde el tiempo (nuestro enemigo común) hará lo suyo
Un verdadero cinismo en plural que me harté de sostener
Y mientras intentas dormir para evitar pensar
Pensaré pronto antes que el cansancio de perseguirte me venza. (Por hoy).


Una versión de la “Gioconda”


“En tiempos de paz se planea la guerra”.
Ahora bien, mal guerrero he sido;
Cedí mi trinchera, planté mi fusil, te di mi espada
Decoré de naranja mi guarida,
Di clases de ballet a mis soldados
Y puse mis uniformes frente tus hogueras
Ya casi olvido cómo es la sangre,
Le temo a las balas enemigas
Temo por tus palabras y sospecho más de tus latidos
Celo cada exagerado suspiro y anhelo cada intento
En que abrazas con desdén un lápiz labial,
Liberé mi espíritu con mis rehenes
Ahora creo en el poder de la fe, (mi fe)
Convivo con un perro que creaste entre noches
Soy más imperfecto y más feliz.
Sueño para tres de vez en cuando
Y planeo colores de pintura para una casa que no tengo,
Me emociono con facilidad y soy un enamoradizo.
Sabe:
Me hizo humano y por ello más débil
Inventé un amor para un ser que no le dibujaron sentimientos
Ahora si quieres guerra, vete en paz, yo me quedo
con lo que me queda de ti.

Publicado en noviembre de 2012

Última actualización: 28/06/2018