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Oumar Farouk Sesay

-1960-

Nació en Sierra Leona en 1960. Es poeta, dramaturgo, novelista, cuentista, profesor universitario y periodista. Él considera que los poetas juegan un papel clave en la restauración de la democracia en los países sumidos en hondos conflictos producidos por el colonialismo y su poder devastador. Poemas suyos han aparecido en antologías de poetas de Sierra Leona, entre ellas Piojos en la melena del león; Canciones que vierten el corazón, y Kalashnikovs en el sol. Sesay considera que la guerra es una forma de destrucción, que arrastra todo a la nada; mientras que la poesía es una expresión de la creación, que manifiesta una necesidad de renovación. En estos casos, “resulta curioso el hecho de que la creatividad surja cuando la mente está completamente desolada, aplacada por las imágenes de la guerra”. Algunos de sus libros publicados: Los restos de un campesino, 2007; El borde un grito, 2015, Paisaje de recuerdos, 2015, y Metáfora rota, 2017.

 

Esta es una muestra de sus poemas:

Hubo un Edén

Una vez hubo un río llamado Pampana
era un prístino arroyo brotando del lago Sonfon
fluyendo hacia los ríos Taia y Moa, trayendo socorro
y sustento a los moradores a lo largo de su paso.
En su pubertad, el río Pampana era nuestro Nilo
rebosante de vida y cultura, para cautivar mentes
corría como sangre en los estuarios de la tierra
conectando las extremidades del país

En nuestra juventud, nadábamos y bebíamos su agua
era tan refrescante, como el Zamzam de la
Gran Mezquita de la Meca
El río era nuestro regalo de un Dios benévolo
juro que para nada era como este pus, sangrante, llaga
exhalando un hedor pútrido
deambulando ahora por la tierra como una arteria
cancerosa hasta el veneno aguas abajo

También hubo un río Rokel, seguía su curso
de norte a oeste para saciar la sed
del océano Atlántico.
En su mejor momento, llenaba nuestros corazones de alegría y fluía
en nuestros poemas y canciones como metáfora de la vida
Lo juro por el trueno de Kurumaseba
en el abrasador mes de bankaylay
el río Rokel en nada se parecía entonces
a estos restos mutilados que chorrean como un drenaje
al océano

El río Sewa fluía de este a sur
llevando en su vientre el arca de Zulkharanin
entonces hombres vinieron de lejos a cavar su matriz
y a sacar oro y diamantes.
lo juro por las colinas de Njaima Nemekoro
el majestuoso Sewa de mi infancia en nada se parecía a
esta cloaca de aguas residuales fluyendo lentamente a través de la tierra

Que la ira de los dioses de las colinas de Bintumani me golpee
hasta la muerte si mentí sobre las colinas Kangari,
el bosque de Gola y la colina verde de la cordillera Bintumani,
Sobre los primates del santuario Outamba kilimi,
las aves del lago Sonfon y su biodiversidad,
que nada era como este pastizal de ardillas corriendo
gorriones piando y laboriosos saltamontes

Hubo una isla Tiwai, hogar de aves, primates y reptiles.
Fue el lugar donde ancló el arca de Noé tras el diluvio
le juro a Ngewoh que en nada era como
el desierto calcinante aullando por lluvia

Estos arroyos sedientos que ves una vez fueron hogar
de hipopótamos pigmeos que nadaban libremente ante el asombro del turista,
este árido terreno fue una vez un bosque tropical, un hogar
para elefantes, micos y antílopes
este lugar fue una porción del cielo arrojada gratis a nosotros.
Pero nos comimos la manzana, cortamos el árbol y clavamos
medio dedo en la naturaleza,
bueno, la naturaleza contraatacó y nos quedamos con esta carnicería.

¡Sí! de hecho hubo un Edén llamado Sierra Leona
antes de que las bestias de un dios menor lo vendieran poco a poco por migajas

Traducción de Nelson Ríos

Cuando muere un poeta 

(Para Jack Hirschmann)

Cuando muere un poeta, la angustia
se entierra profundamente en el pensamiento
en su mente en el momento de morir
la pérdida está en los fragmentos de ideas
que pudieron haber mutado en poemas
para mejorar un mundo amargo

Cuando muere un poeta, el dolor reside
no en los restos mortales sino en los
versos abortados el día de la muerte
Las inconclusas obras sepultadas
en el útero de la mente por toda la eternidad

Cuando muere un poeta, el tormento es profundo
más allá de la pérdida de un ser querido hasta la
Musa quedó huérfana y se fue a vagar por la tierra
para que un poeta como Jack Hirschman hablara de
justicia y equidad para el mundo

Cuando muere un poeta, la tristeza
está en la búsqueda del alma por un médium
para canalizar la angustia y la ansiedad
en la mente del poeta, en un acento
resonante como su voz
para despertar la conciencia del mundo

Cuando muere un poeta como Jack Hirschman
el recuerdo no está en el monumento
erigido en el parque, hogar para pájaros, sino en el eco que deja una herida 
en el viento mientras el viento busca un lugar solitario para vaciar el vacío 
de la pérdida
 
Cuando muere un poeta, el dolor
no está sólo en el silenciamiento de una voz
sino en el callar de la compasión y
el tartamudeo estático de lo no dicho y lo no oído
mutilando el tímpano del viento
 
Cuando muere un poeta, no se entierra el dolor
en un cementerio ni se incinera en un crematorio
ni se esparce en el océano
para conjugarse con la nada eterna
sino que se deja chisporrotear en los corazones y
en una estación de elegías para igualar la inmortalidad
de la elegía del cementerio de Thomas Gray
 
cuando muere un poeta, la angustia se amarra
al alma como estrangulamientos en la nuca
de esclavos del pasaje del medio
o como una rodilla sobre el cuello de George Floyd
aullando por un respiro sobre el pavimento de
Minneapolis

Cuando muere un poeta, su espíritu vaga en paz
para fusionarse con el aire que respiran los poetas
que impulsan un movimiento poético mundial
para comandar una marcha de metáforas hacia las fronteras de la injusticia perpetrada contra la humanidad

cuando muere un poeta, enterraremos sus restos y esparciremos su espíritu 
en campos de perpetuidad
para que los aún no nacidos sepan siempre que hubo una vez un poeta 
llamado Jack Hirschman que una vez cruzó fronteras para hacer 
un mundo mejor

Traducción de Nelson Ríos

Las vidas negras importan 

Cuando nos disparas dejándonos sangrar en la calle
Cuando nos arrastras encadenados para surtir tus plantaciones
Cuando manipulas el sistema judicial para ocultar tus huellas
Cuando nos desencadenas para esposarnos a tus horcas
Cuando ejecutas un sistema dual sombreado en colores binarios
Cuando nos retienes en códigos postales de zona roja como granjeros en la plantación
Cuando disparas tu boca para callarnos
La rabia dentro de nosotros podría aplanar la cordillera de los Apalaches
O convertir el Misisipi en un infierno ardiente como el río Cuyahoga
A Nueva York en Nagasaki y a Washington en Hiroshima
Y a los Everglades en un desierto abrasador
El sueño americano en una ficción de facciones
Aún decimos que las vidas negras importan, ¿y te molesta?

Traducción de Nelson Ríos

Que alguien más escriba sobre George Floyd

Que alguien más escriba sobre George Floyd
El joven esposado y sometido hasta la muerte
Por la rodilla de un policía en una calle de Mineápolis
Que algunos poetas escriban sobre su grito de no puedo respirar
Como el grito de Eric Garner en Bay Street antes que él

Que alguien más escriba sobre George Floyd.
Porque el tintero, en el que mojé mi pluma para escribir sobre Misuri
Aún se retuerce con el dolor que le dejó el sufrimiento
Que alguien más escriba sobre el racismo en Minneapolis
Mi alma lucha todavía por recuperarse del entumecimiento
De observar la plaga de inhumanidad que consume las almas

Que alguien más escriba sobre la muerte de George Floyd
Como un cordero sacrificado por una deidad malévola
Mientras yo enterré la parte de mí que murió con él en un cementerio
Junto a aquellos que fueron asesinados antes que él

Que alguien más con verso resiliente escriba sobre Floyd.
Mis versos tomaron su último aliento con Floyd.
Y mi verso velado lamentó la muerte de la humanidad
Que alguien más escriba sobre George Floyd sometido por una rodilla 
Hasta la muerte.
Sobre Eric Garner asfixiado hasta la muerte en Nueva York.
Sobre una carrera en el corredor de la muerte esperando el momento de
Su George Floyd en las calles de la tierra de los libres

Que algunos poetas benevolentes escriban sobre George Floyd
El implacable racismo de esta tierra me ha hecho
Abrirme al dolor sangrando desde cada poro
Que alguien más escriba sobre todos los Floyds que esperan
Ser sometidos por una rodilla en la Mineápolis de sus vidas
Sobre todos los Eric Garners que esperan su Bay Street
Sobre todos los Browns esperando su Ferguson Misuri
El poeta en mí está cansado de verter el río Misisipi
Para limpiar la ponchera del diablo.

Traducción de Nelson Ríos