English
< Regresar

Gerry Loose

-1948-

Nació en Escocia en 1948. Es un poeta y activista cuya obra a menudo se encuentra inscrita en parques, jardines, hospitales y otros espacios al aire libre, así como también en galerías y en muchas publicaciones impresas, catálogos y libros.  Sus más recientes libros son: Falla geológica, y Un almanaque de robledos. Otros títulos incluyen: Aquella persona misma –registro poético de un tour a pie por sitios de pruebas nucleares en Estados Unidos, así como en Hiroshima y Nagasaki e Impreso sobre agua, nuevos y selectos poemas. Él no hace distinción alguna entre su producción poética y su arma política anti-nuclear, el activismo contra la guerra.  Vive en una pequeña isla retirada de la costa oeste de Escocia, cerca a Faslane, sede base de armas nucleares submarinas británicas.

Sus premios incluyen: Hermann Kesten Stipendium, Kone Foundation, Creative Scotland y la Beca de investigación Robert Louis Stevenson. Es miembro del Pen escocés y fundador y primer director del Centro de Escritores de Escocia. Coordinador del Movimiento Poético Mundial en su país.

Esta es una muestra de sus poemas:

Proclama de la Isla de Bute

Tú que escuchas, y tú que oyes; tú, observando, y tú, que ves
no hay poder ante el cual apelar, ni papa, ni negacionista

Salvémosnos
    Los mortales de los comunes de Escocia 

cada pájaro escribe sobre el cielo del alba; cada abeja danza sólo para otras
cada arenque plateado en el insondable mar; todos y cada uno: con sabiduría 

    las historias de la antigüedad dan testimonio

cada corza en la marisma, y cada corzo sobre el aliento del cerro 
y cada abedul y espino blanco entre el musgo del bosque, ofreciendo su dulce aliento
cada cual es único, de su propia especie temerosa

    de actos de crueldad y violencia masiva

ni el ganso migrante, aferrado al invierno
ni la golondrina errabunda, portando el sol
serán negados

    de estos males seremos liberados

y luego hablaremos en las lenguas
de la infancia, para dar voz al asombro

luego hablaremos con la voz del alcaraván
y con el llamado nocturno de la zorra 

cada aleta y cada pluma, cada casco y cada garra
cada agalla y cada pico, cada vuelo alzado y cada madriguera cavada

la intención en la aleta, la voluntad en el ala
la dirección de la semilla, el propósito del sauce
el control en el gallinazo, la consciencia en cada uno

    mientras cien de nosotros sigan vivos

mares con un intenso color de cielo; cielos del color de los cerros; cerros azules caminando

hay que decirlo

    si no crees en todo esto, se te culpará de nuestro fracaso. 

El ascenso del litoral

1.
         Para Amergin

soy glacial que regresa
soy tsunami
soy ballena encallada en la playa
soy los huesos de cada alcaraván
soy un ciervo hambriento en el cerro
soy un halcón en sus puros huesos
soy sensatez de planta verde
soy la parte trasera del costillar 
soy un salmón infestado de piojos
soy el final de las palabras
soy lágrima ardiente
soy océano salado en tierra boscosa
soy plástico en todos los poros
soy una cabeza prendida en llamas

quien excava y saca montañas azules
quien deambula durante la luna creciente 
quien guarda soles en búnkeres enterrados
quien se filtra por la fecunda superficie del suelo
quien tiene a dios por coartada
quien se para al borde
quien detiene el tifón 

2

Talasa, Talasa
como se desliza el litoral hasta nosotros
y el borde se convierte en el centro

el camino de tumbas junto al mar
un gesto de la deriva costera
de la zona inter-mareal y el litoral

como suben los océanos en ellos
y ellos aferran las conchas a los oídos
para contener el oleaje 

dulce savia sube en la deriva
para contener la sal de los ojos 

percebes y aguamalas
en las ramas altas
sus doseles son alas de aves

la playa se convierte en osario
los ojos, en olas pertinaces

profundas tribus de peces buzo
como arquitectura de agua

los pezones de las marsopas
como marejadas de trigal

que ralentizan las olas de las montañas
que hacen lento el nadar de las montañas

y como el cielo retiene las aguas
y los océanos anidan en árboles

y las islas desaparecen
en la sal.

3

después del salmo 74

¿Ay, hombre, por qué arde tu ira con un humo mordaz?
¿Por qué tus abusos ofrecen desolación perpetua?
¿Cómo deberías ser recompensado por la tala de todos los bosques antiguos?
¿Cuál es el precio por romper los cinco océanos salvajes?
¿Cuáles son esos terribles secretos tuyos, que son dichos por boca de Leviatán?
¿Y ahora, dónde está el alma robada de la tórtola?
¡Ay, hombre, levántate y defiende tu causa!

4

después de nada
mientras se trazan líneas

para el mar
y para la costa

mientras se oxida la acedera
junto a la rosa escocesa

tallo a tallo, las dedaleras
púrpura se alzan en lo alto

la mostaza amarilla
y cortezas amarillas de liquen

la clavelina de mar canta
la madreselva se levanta

castañuelas y perifollos verdes
son arrastradas por la deriva en el sol de junio

pequeñas olas de espuma anciana
el óxido alado de las semillas de sicomoro

y también nosotros
es

como gracia prestada.